Uruguay derrotó a Colombia por 80 a 65 con un gran segundo tiempo en materia defensiva y un gran rendimiento de la nueva camada que presentó la celeste en este nuevo certamen. 

Un buen comienzo de la celeste de la mano de Emiliano Serrés fue rápidamente disipado por el buen arranque cafetero. La efectividad de Michael Jackson desde más allá de los 6.75 y la generación impuesta por Romario Roque fue importante para sacar una rápida ventaja. Los errores en el balance defensivo charrúa permitieron que Colombia tome la posta en el score tras los continuos errores defensivos. Al buen momento rival se le sumaron los altos porcentajes desde afuera de los perimetrales para que la brecha sea cada más larga. Uruguay logró tener una pequeña reacción de la mano de Serrés pero el gran momento de Roque sobre el cierre volvió a frenar la leve mejoría del equipo de Gerardo Jauri. La última bola quedó a favor de los celeste y Gonzalo Iglesias no desaprovechó el rebote y cuando se iba la posesión terminó anotando desde afuera para bajar la distancia a favor del equipo colombiano por 27 a 19 al cabo de los primeros 10 minutos de juego.

El constante cambio defensivo de Colombia permitió que Uruguay encuentre los primeros espacios para empezar a buscar alternativas a la hora de lastimar. El rendimiento ofensivo fue en pleno crecimiento ayudado por el lanzamiento exterior. La labor defensiva de Martín Rojas fue vital para frenar un juego interno cafetero que por momentos se volvía insostenible. Además, le dio salida rápida luego de su clásico juego físico debajo de su propio aro. El mejor momento celeste apareció con el jugador de Biguá en cancha y con la vuelta de Serrés al rectángulo de juego. El, ahora, jugador de Peñarol volvió a ser crucial con la pelota en sus manos no solo anotando si no que también favoreciendo y asistiendo a sus compañeros. Un infernal momento de Jaime Echenique de espaldas al aro era lo único que impedía que los celestes sigan de largo en el score. El único cafetero en jugar en la NBA fue el responsable de que su selección se vaya al descanso largo ganando 39 a 38.

 Tras el parate de 15 minutos, Uruguay salió con otra intención a jugar el complemento y desde el primer momento dejó clara su postura. Un buen pasaje de Joaquín Rodríguez con su lanzamiento permitió que los charrúas pasen al frente. La defensa interna obligó a Colombia a descargar hacia afuera y fue Jackson quién se destacó lastimando con todo el espacio generado desde adentro hacia afuera. El rendimiento colectivo de Uruguay se mantuvo y fue lo que terminó potenciando los cimientos del equipo de Jauri. Desde atrás hacia adelante las celestes construyeron una columna vertebral dificil de quebrar en gran parte del periodo. La baja efectividad en el tiro en ambos lados generó que el juego baje en intensidad y que se vuelva más desprolijo de lo habitual. Los minutos finales favorecieron a los dirigidos por Guillermo Moreno que entraron a jugar los últimos 10 minutos ganando 52 a 50

La aparición de Bernardo Barrera en el comienzo del periodo fue vital para intentar marcar la cancha del arranque. El buen parcial personal fue rápidamente disipado por el buen momento de Jackson que una vez más con su triple se encargó de volver a colocar a los cafeteros con el control de las acciones. Uruguay mantuvo la regularidad colectiva y con la pelota en las manos de Joaquín Rodríguez gozó de buena salud y encontró a Nicola Pomoli su principal socio. Desde la presión defensiva de Pomoli aparecieron los errores colombianos que permitieron anotar con cancha abierta. La defensa zonal que propuso Jauri en el cierre fue crucial para frenar a Echenique e Ibargüen y así dejar sin respuesta a una Colombia que padeció en pleno desarrollo del cuarto. El rendimiento de Rodriguez-Pomoli en defensa sobre el final fue el puntapié necesario para empezar a cerrar el juego. De ahí en más Uruguay controló las acciones, redondeó un cierre perfecto y se quedó con el partido por 80 a 65.

 

LO DESTACADO

Es una foto del partido, pero podría ser una imagen de este momento... Es que Martín Rojas desde que entró se entregó en cuerpo y alma al equipo y fue crucial para cambiar la imagen de un equipo que carecía de actitud. Sabido es que el bueno de Rojas no negocia ni un poquito su temperamento y mucho menos cuando se viste de celeste. Hoy volvió a demostrar su compromiso con el plantel y su rendimiento fue vital. Con muchísimo de aquello terminó de balancear el juego a nuestro favor. En vos confiamos, Martín. 

UNO x UNO

Pomoli (6): Fue de menos a más. Un motorcito en ambos lados de la cancha y un cierre defensivo deluxe. Rodríguez (7): La desfachatez necesaria para asumir el protagonismo en los momentos importantes y que la presión no haga estragos. Sonó el teléfono de la responsabilidad y atendió y cumplió con las peticiones a la perfección. Serrés (7): Fundamental en momentos donde nadie la quería. En el primer tiempo fue quién sacó la cara por todos y mantuvo a Uruguay en juego. Calfani (5): Sin encandilar cumplió a la perfección y se adaptó a lo que el equipo necesitó. Wachsmann (4): La constante rotación y el buen momento de los internos generó que pierda el terreno. No logró incidir en el juego. Rojas (8): Si le ponen un poncho en el hombro izquierdo y lo paran en la puerta de la Ciudadela, automáticamente es nuestro prócer. Obdulio estaría orgulloso de vos. Jugó con muchísimo de aquello para no perder ningún 1x1. Viejo, nos representas. Barrera (6): Es el compañero que no lo vas a sentir hablar nunca, pero cuando le dan la chance no te perdona. Buena toma de decisión en ataque y defendió a la perfección. Iglesias (6): Dio respiro a los titulares y cambió el sistema de juego ofensivo. Obligó a salir constantemente a los internos rivales. De espaldas al aro no defraudó. Zanotta (4): No logró entrar en el engranaje del juego ofensivo. Tuvo poco chispazos en defensa. Capalbo (5): Minutos para dar aire. Su velocidad se impusó en sus pocos minutos en cancha. Jauri (7): De menos a más. Siempre mentalidad ofensiva y nunca permitió que el juego se quiebre. Las alternativas en defensivas le terminaron dando la derecha. Los minutos finales en defensa fueron sensacionales. 

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Roque (5): Manejó los hilos a la perfección y encontró siempre soluciones en sus compañeros. Potenció a todo el equipo. La baja efectividad desde afuera le baja un punto. Jackson (7): ¡Que player!. El hombre cafetero. Si Colombia soñó en algún momento con quedarse con el juego fue por él. Jugó solo el último periodo. Atencia (4): Gracias a Dios faltó al juego. Supimos sufrirlo en más de una oportunidad y hoy pasó desapercibido. Ibargüen (5): De más a menos. En el arranque Colombia dependió de él y luego de los primeros minutos se logró contenerlo. No fue el mismo que el de Trouville. Echenique (6): Es una bestia en el bajo. Su supremacía física causó pánico en el primer tiempo. La defensa zonal lo terminó controlando. Almanza (3): Perdió por todos lados. Le cambiaron los atacantes constantemente y todos se hicieron un picnic con él. En ataque nada. Peña (4): Paso desapercibido en el rectángulo de juego. Montaño, Valencia, Muñoz (-): Poco en cancha. Moreno (5): El primer cuarto dominó, el segundo batalló, el tercero lidió y el cuarto lo padeció. Nunca logró romper una zona que los ato de pies a cabezas.

VAR

Dominguez (MEX), Dos Santos (BRA) y Ronconi (ARG) (7): Buen rendimiento en un juego que recién se quebró en el final. Dejaron jugar sin perder el control del cotejo.

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