Miramar ganó el clásico ante 25 de Agosto y festejó en su casa. Maximiliano Botta fue un pilar fundamental del triunfo y tras el juego habló con Básquet Total.

Volver a ganar después de tres derrotas y hacerlo en tu casa frente al tradicional rival tiene un sabor diferente: "Es un triunfo muy importante, por suerte los dos de locales lo ganamos. Veníamos de tres derrotas de visitante, no sé si jugando bien, sentía que nos faltaba algo. Hoy se nos dio para toda la gente y para nosotros más que nada es un lindo empujón".

El clásico se vivió los 40 minutos con enorme intensidad, tanto dentro como fuera de la cancha y eso al jugador le hace sacar un extra de energía cuando la fuerza ya no da: "Los dos equipos viven el clásico de barrio y eso te lo transmiten hacia dentro. Se jugó con una intensidad bárbara y sabíamos que no podíamos perder, estábamos medio flojos en la concentración, sobre todo al entrar en el tercer cuarto. Eso hoy no podía pasar, el triunfo no se podía escapar y por suerte se dio".

Y fue justamente el tercer cuarto en donde se da el quiebre del partido y Miramar comienza a dar vuelta esa historia, sobre la charla del entretiempo Maxi dijo: "Principalmente hablamos de no volver a repetir los errores de los partidos anteriores, donde entrábamos dormidos y no sé muy bien qué era lo que pasaba. Hoy se logró cambiar eso, justo en este partido que te da un envión anímico gigante para lo que viene". 

Botta ya es parte de la familia de Miramar, en su tercera temporada y con un título a cuesta disfrutó del triunfo clásico: "Me siento identificado con el club, me tratan como de la familia, más allá de haber salido campeón hay un cariño recíproco con la gente. Este es un triunfo más que importante en lo deportivo, por lo que nos vamos muy contentos". 

Para finalizar habló del objetivo del equipo en este torneo: "El primer objetivo es meternos entre los ocho. No sé sinceramente para qué más podemos estar en este momento. Ese es el primer objetivo y luego que vaya fluyendo."