Previo a lo que será la participación de Uruguay en el PreMundial U16 en México, charlamos de todo un poco con Marcelo Capalbo, el entrenador celeste.

Nos comenzó hablando sobre cómo viene la preparación del equipo:“La verdad que se vive con mucha alegría. Estamos disfrutando mucho este proceso largo de volver a un pre-mundial. Es el tercero que logramos poder participar, en uno no se pudo por la pandemia pero este es el tercero. Creo que es la forma más clara de poder alterar la participación de los chiquilines a nivel internacional. La generación ha sumado bastante, estamos bien y van aprendiendo muchas cosas que creo que ese es el gran desafío.”

Luego se refirió a una particularidad; varios jugadores de la categoría jugando en el exterior: “No se había dado una generación así pero los tiempos van cambiando. A día de hoy hay algunos que están afuera por migración de sus padres, otros por temas de estudios y alguno que otro que han sido reclutados ya que a diferencia de antes, los equipos del exterior empiezan a reclutar cada vez más jóvenes. Por eso se da esta particularidad. Nos tenemos que ir acomodando, sobretodo agradecer a los chicos el sentido de pertenencia y motivarlos e incentivarlos para que sigan con ganas de venir.”

Continuamos charlando sobre las diferencias entre ser jugador y DT e hizo hincapié en las bases de su rol actual: “Esta es la séptima generación que me toca dirigir. Tengo arriba tres pre-mundiales, finales de sudamericana… ya ni me acuerdo cómo se vive como jugador jajaja. Lo que sí puedo es transmitir mis experiencias y la importancia de las formativas. Yo particularmente enfoqué mi vida en especializarme en esa área y creo que cada vez el mundo de los entrenadores va hacia ese lado.
Tenemos que enseñar hábitos, el sentirse vivo dentro del deporte y poner el básquetbol como móvil para que el día de mañana puedan llegar a ser profesionales.”

Por otra parte, analizó lo que se viene en cuanto a la preparación: “De los equipos que nos medimos en el sudamericano nos toca solo Brasil. Del resto tenemos alguna información, de Canadá y EEUU no porque van directo y sabemos que son muy difíciles desde lo colectivo más allá de conocer los perfiles de algunos jugadores.
Ahora estamos afinando detalles, pudimos poner a Ismael (Suárez) que llegó unos días antes que Conrado (Heilmann) ya que este último tiene ya un recorrido internacional importante con nosotros. Y (Valentín) Curbelo también, que por sus compromisos decidimos que viaje directo para que llegue mejor físicamente y pueda integrarse rápido ya que nos conocemos. A su vez, agregó: “Los grupos intergeneracionales son la mayor fortaleza que podemos tener. Tenemos algunos chicos 2006 que se han ido sumando a entrenar y van entendiendo la preparación que se viene después. El día a día de los chiquilines es lo más importante porque el torneo al fin y al cabo es de una semana.”

Para cerrar, dejó en claro una de los puntos fuertes que puede tener el básquetbol nacional de aquí en más: “La migración de los jugadores es una clave importante, ya sea de los chicos del interior a Montevideo como al exterior. Siempre que se ponga el sentido común por delante y se haga lo mejor para los chicos me parece que es lo mejor que puede pasar. Me genera una gran alegría poder ser parte de su proceso formativo.”