Luego de su experiencia en el Ab Temuco de Chile, Diego Martínez habló con Básquet Total sobre su experiencia en el país trasandino y sus próximos objetivos.
Consultado sobre las vivencias que tuvo en el básquet trasandino, el DT respondió: “La verdad que la experiencia fue espectacular, tanto a nivel profesional como personal. A nivel profesional me sirvió porque fui a otro país y vi otra realidad. Me encontré con un club que tenía problemas de organización y económicos, por lo que tener una base de trabajo sólida fue difícil porque teníamos que entrenar en varios gimnasios, a veces había, a veces no. Cada día a la mañana teníamos que ver si practicábamos de de noche o no. En la pretemporada llegamos a hacer triple horario en tres lugares distintos (dos veces cancha y la otra gimnasio). Tanto el cuerpo técnico como los jugadores estuvieron muy bien porque estaban dispuestos a laburar y a meterle horas. También tuvimos situaciones atípicas como por ejemplo que nuestro extranjero se tuviese que tomar bondis para ir a practicar, no lo iban a buscar como pasa habitualmente. Las condiciones eran bastante complicadas, pero como experiencia fue genial porque tuve que armar el cuerpo técnico de cero porque no conocía a nadie. Después sumé a otro asistente más para que nos ayudara; y allá tampoco tenían las estadísticas avanzadas y no sabían lo que era, también me pasó de juntarme con profes amigos para hablar de la planificación y cuando llegas allá todo es diferente. Está bueno adaptarse y sacar lo mejor de lo que te rodea.”
Yendo estrictamente a lo deportivo, Martínez comentó: “Empezamos la Copa Chile de mala manera en cuanto a los resultados, pero después el equipo se afianzó y ganamos los últimos 3. Después se venía la liga, en la cual básicamente íbamos a mantener la base con el adicional de dos extranjeros, tuvimos los problemas económicos y realmente no sabíamos si íbamos a poder jugar. Se fueron jugadores muy importantes, quedándonos con pocas fichas nacionales y dos extranjeros (uno de ellos es el Gatito Perdomo). Finalmente liberaron a los nacionales y terminamos jugando con U23, además de los extranjeros. La realidad del club fue en picada a nivel de jugadores e institucionalmente, pero desde el Cuerpo Técnico trabajamos lo mejor posible, incluso compitiendo hasta que me fui. Después que me fui quedó mi asistente y recién ahí pudieron meter la primera victoria. En cuanto a lo profesional hice una máster de 3 o 4 años en medio año (risas). En lo personal conocí mucha gente y el estar en otro país con otra cultura y otro estilo de vida es hermoso. Salvo en lo económico que aún me deben plata y que me pegaron solo al principio (lo cual hizo muy complicado el vivir el día a día), la balanza deja un saldo muy positivo.”
Sobre el aspecto económico y cuál fue el detonante de su salida, mencionó: “A mi me pasa (y creo que es en el deporte en general) que uno cree que puede con todo, que se viene lo mejor, que va a llegar un nuevo extranjero o un nuevo sponsor y la cosa va a mejorar. Yo por dentro pensaba “ta, estoy mal a nivel económico, aguantando como puedo, pero tengo toda la energía para que esto crezca y vaya para arriba”. Pensé que iban a comprar a otro extranjero y que pese al calendario complicado al inicio como lo fue en la Copa Chile, nos íbamos a acomodar y después levantamos el nivel. Lamentablemente eso no se fue dando hasta que un día nos reunieron y nos dijeron que no había más dinero. Nos comentaron que estaban contentos con nuestro trabajo, pero que si queríamos seguir tenía que ser de forma gratuita. Ahí les dije que gratis no trabajaba, que por más que quedaran pocos meses de competición y la situación pudiera levantar, no iba a ser así. Uno tiene que saber valorarse y es de lo más importante. Yo considero que hice bastantes cosas por el club, a veces dando más de lo que uno puede dar y no respetándose a uno mismo. Los directivos se rompieron el alma, pero gestionó mal desde el principio y además venían teniendo problemas del pasado.”
Acerca de cuáles son los próximos objetivos en su carrera, dijo lo siguiente:“Ahora estoy descansando un poquito, más que nada el cuerpo y la mente, porque es la primera vez que me pasa que estoy sin entrenar. También el hecho de haber estado lejos de mi pareja es algo que estoy analizando y viendo todas las posibilidades. Obviamente que quiero entrenar en El Metro y DTA como el objetivo que tengo a nivel profesional. Supongo que por temas de mercado, la vía más factible para entrar es por la DTA y hacer un buen torneo para después ir creciendo. Yo me voy a mover, además de lo que está haciendo Carlos Roca para ver qué es lo que sale. Ojalá que me pueda ir consolidando acá también.”
Para finalizar, fue consultado sobre si volvería a entrenar en el exterior pese al amargo cierre de su experiencia en Chile. Además, volvió a hacer énfasis en la posibilidad de dirigir en nuestro país y lo que eso significaría para él.“El ir afuera para mí siempre es una opción porque me gusta vivir en el exterior y tener diferentes experiencias. Obviamente que a uno le generaba ilusión esta oportunidad porque era la primera vez en Primera División. Ahora es diferente y tengo un poco más de experiencia (por lo menos en Chile). En realidad, por más que uno averigue todo sobre cierto destino, uno no sabe con lo que se va a encontrar hasta que realmente está ahí. Ahora voy a estar un tiempo acá y quizás en un futuro (y si sale la oportunidad), volveré a salir. Necesito estar acá y recuperarme a nivel emocional después de meses de mucho desgaste. Me gustaría dirigir en El Metro o DTA para irme consolidando en el medio, aunque se que es difícil entrar y más aún mantenerse en él. Eso es algo que me motiva mucho a nivel personal el tener la oportunidad y hacerlo bien para quedar en el ruedo.”