Trouville consiguió una victoria vital ante un rival directo como Nacional con un gran rendimiento colectivo por encima de sus individualidades.

El arranque del cotejo tuvo un iluminado Federico Pereiras quien con su tiro exterior rápidamente abrió una distancia interesante para el equipo visitante. Al festín se le sumó Brandon Nazione como actor de reparto y siendo clave con sus bombas desde afuera. En la otra vereda era Guillermo Curbelo era el único que buscaba alguna opción en ofensiva ante las distracciones defensivas de la visita. El ingreso de Gianfranco Espíndola cuando Nacional doblegaba a Trouville fue crucial para igualar las acciones y ponerse a tiro en el juego. El perimetral fue fundamental en cada corte al aro sacando soluciones y faltas en más de una oportunidad. El cierre de Gary McGhee le terminó dando el periodo al tricolor por 25 a 22.

En el complemento, apareció Santiago Fernández para cambiar rotundamente el engranaje colectivo del rojo de Pocitos. El base se hizo cargo de la pelota, asumió desde la conducción e hizo jugar a todos además de aprovechar los espacios que se generó. Tati se sumó al buen rendimiento de Espíndola y mediante su velocidad colocaron al equipo arriba en el marcador. La pasividad defensiva de Nacional obligaba a Trouville a meterse en la pintura constantemente y fue Tavrion Dawson quien agigantó su figura en esa zona de la cancha. El catch and shoot de la llave se convirtió la primera opción a la hora de lastimar y junto a Andrés Ibarguen hicieron estragos con su tiro rápido. Juan Andrés Galetto intentó desequilibrar con su desfachatez pero ya era tarde y el local se fue al descanso largo ganando 48 a 44.

Luego del parate se mantuvo la intensidad de los minutos finales del primer tiempo. Nacional siguió hipotecando sus chances con una defensa que nunca logró estar a tono y potenció los momentos de los protagonistas de Trouville. Junto a Espíndola, creció el colombiano Ibarguen y con cancha abierta empezaron a aumentar la distancia. La vuelta de Pereiras y de Miguel Barriola a la cancha presentó una pequeña reacción pero el nivel colectivo de los dirigidos por Marcelo Signorelli fue más y su equipo nunca tastabilló en el rectángulo de juego. Fernández siguió siendo clave con la pelota en las manos y su presión defensiva fue el arma sorpresa que mostró el rojo de Pocitos para cortar todos los sistemas que intentó el bolsilludo. Con la humedad y el calor haciendo su juego, Trouville entró a jugar los últimos 10 minutos ganando 74 a 66.

En el periodo final Trouville mostró todas sus credenciales colectivas y sacó a relucir todo su potencial colectivo. A los nombres de Fernández y Espíndola se le sumó Federico Bavosi quién fue crucial para terminar de balancear el juego a su favor. La experiencia del mono le permitió anotar con facilidad y gravitar cada vez que le cedieron los centímetros necesarios. Nahuel Amichetti se fajó junto a Nazione en un momento donde el extranjero estaba en pleno ascenso, ganándole la batalla y haciéndolo entrar en el juego que proponía el jugador rojo. La humedad terminó de desvirtuar el final y con el cansancio acumulado fue le poderío del equipo completo de Trouville quién selló las acciones por 95 a 82. 

LO DESTACADO

Lo de Gianfranco Espíndola fue monumental. En el peor momento del equipo sacó la cara por todos y revirtió un panorama que estaba duro de verdad. Sus constantes idas al aro terminaron dando vuelta el cotejo y sirvieron para no volver a estar debajo de su rival. Por el que menos se preocupó Nacional, fue quién le terminó dando el dolor de cabeza más grande. ¡Que Liga eeeh!

Liga Uruguaya 2023

UNO x UNO

Bavosi (6): Un comienzo magro totalmente distinto al final del juego. De Mono a King Kong, tremendo último cuarto. Curbelo (6): Su arranque fue sublime para estar a la par del equipo rival. Por momentos jugó solo. Davis (4): No fue su juego pero ni siquiera su equipo lo necesitó. Fue controlado por los tricolores. Ibarguen (7): El tiro desde la llave lo tiene medido, no falla jamás. Sin tener un físico privilegiado, domina la pintura como si nada. Dawson (6): Hace un trabajo silencioso sublime. Lee a la perfección, mueve con orden y ordena absolutamente todo. Espíndola (8): Destacado. Fernández (8): Fue una bestia desde todo de punta de vista. Conoce a este plantel como su palma de la mano. Hace lo difícil, facilísimo. Amichetti (6): Se fajó con todos y ganó más de lo que perdió. Gómez (3): A dar aire y poco más. Signorelli (7): Logró reaccionar a tiempo. Cargó la pintura y encontró lo necesario para balancear a su favor. La presión defensiva impuesta fue crucial

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Acosta (3): Lejos de ser su mejor versión. Lo defendieron bien y nunca logró gravitar como de costumbre. Le cortaron todos los sistemas. Prieto (4): Defensa y un poco más. Le costó constantemente generar en ataque. Pereiras (7): El hombre de Nacional. El que quiso algo distinto siempre. Nazione (6): Se despertó tarde. Lo extrañó el equipo y regaló los primeros 20 minutos. McGhee (5): Perdió constantemente en defensa y no logró ser la vía en ataque como habitualmente lo es. Falló demasiado en situaciones imposibles de fallar. Galleto (5): Sin ser su mejor presentación le inyectó dinamismo y desfachatez a un equipo que abusó de su pasividad ofensiva y defensiva. Safar (2): Nunca entró en el engranaje del partido. Izaguirre (3): Hizo poco ante una pintura que estuvo en su noche indicada. Barriola (4): Más ganas que ideas. Intentó algo distinto pero Trouville fue más. Ponce (4): Equipo irreconocible. Falló en defensa, pilar en su ideología como DT. Noche fatídica, para el olvido. Difícil rescatar algo.

VAR

Andrés Sánchez Varela, Gastón Rodríguez y Martín Pedreira (8): Correctisimo arbitraje que no incidió ni en en el desarrollo ni en el resultado de juego. 

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LO DISTINTO

El calor en la calle Chucarro era insostenible y por eso Nacional se avivó a tiempo y para no pasar sobresaltos durante el entretiempo, le encomendó a Lucas Fernández una misión. El sub23 se apropió de uno de los ventiladores para combatir la humedad y en un abrir y cerrar de ojos, se lo llevó al vestuario. Consumado los 15 minutos, fue parte del staff quién lo terminó devolviendo para que el segundo tiempo se complete con normalidad.