Tras seis derrotas consecutivas Reducto volvió al triunfo de forma clara ante Montevideo por 105 a 84 con un gran partido de Nicolás Koster.

El encuentro comenzó parejo, con pequeñas rachas en cada equipo. Primero del lado de Montevideo y luego la reacción para que Reducto igualara las acciones. El duelo de Emiliano González con Maximiliano Botta se llevaba todas las miradas en un comienzo bastante complicado en cuanto al básquet mostrado. Las rachas continuaron, Reducto sacando diferencia en el bajo y abriendo una pequeña renta con los Koster comandando al equipo. Pero, rápidamente Montevideo lo trajo en base a buenos movimientos de pelota. Los primeros 10 minutos se cerraron con Reducto arriba por mínima, 25 a 24. 

Con un buen juego individual de Emiliano González, el equipo del Manicomio comenzó mejor y logró abrir una pequeña ventaja para destrabar un poco el juego. El conjunto de Montevideo se estancó en la buena defensa planteada por los celestes y no pudo atacar el aro con tanta facilidad. Además el equipo que hizo las veces de local en Marne tenía un buen pasaje de Joaquín Silveira en el bajo. Montevideo logró en su peor momento encontrar corridas de Botta e Ignacio Nuñez para recortar distancia. Hasta que apareció la bomba de Diego Silva para nuevamente abrir diferencias en el marcador, más aún cuando llegaron dos bombas más por parte de Agustín Ramírez y Joaquín Silveira. Montevideo intentó, pero perdió varias pelotas en ataque y eso el equipo del Manicomio lo aprovechó para abrir más ventaja y con doble polémico de Nicolás Koster cerró los primeros 20 ganando 55 a 40.

Inmejorable arranque de Diego Silva para abrir la máxima de 18 (60-42). Montevideo no encontraba salida por ningún lado, los ataques no eran muy claros, la defensa 2-3 que colocó Narbais le cerró el aro a la visita que apenas con libres podía cobtestar. En ataque, Nicolás Koster y Diego Silva eran las armas más claras en el celeste que de a poco le ponía el cierre al partido con un cuarto por jugar. La zona defensiva le dio posibilidades de correr la cancha y estirar la ventaja que a falta de 10 minutos era de 22 (81-59).

El último cuarto contó con un arranque flojo de Reducto, quizás por la diferencia misma del juego. Pero, el equipo del mercado no supo aprovechar del todo ese bajón y apenas con algunos chispazos logró recortar diferencias. De igual manera, cuando Reducto volvió a despertar, con el mercedario Nicolás Koster como figura el equipo del Manicomio volvió a estirar la diferencia. En el final y con los más jóvenes montevideo mostró otra cara y peleó el juego hasta el último segundo. El partido se lo llevó Reducto por 105 a 84.

LO DESTACADO

Cuando las cosas no salen y el torneo viene complicado, siempre la experiencia suma y da un plus cuando la pelota pesa toneladas. Y así fue en la noche de hoy, cuando el juego estaba parejo, de a rachas y no había un equipo claramente superior al otro, apareció Diego Silva. Tomó la pelota, calibró la muñeca, y clavó bombas en momentos claves del partido para que el equipo del Manicomio comenzará a sacar diferencia en el segundo cuarto y terminó de confirmarlo en el tercero, dónde además robó unas cuantas pelotas para salir en ataque rápido y culminar con gol o asistencia. Un jugador hecho para Reducto.

UNO x UNO

Koster (8): Partidazo del mercedario, las luchó todas en defensa y manejó los tiempos en ataque de gran manera. Ramírez (8): El mejor partido del torneo para Agustín, no le tembló la muñeca para tirar en momentos claves. Villafán (7): Arrancó peleado con el aro, pero se fue abriendo de a poco y terminó con un satisfactorio partido. González (7): Le sigue faltando ritmo, se lo nota por momentos cansado, pero tiene una lectura de juego y visión de cancha de lujo para la divisional. Da Costa (4): No sumó muchos minutos. Silva (8): Destacado. Silveira (7): Aprovechó muy bien los minutos, se posteo de gran manera y consiguió puntos que iniciaron un par de reacciones en el primer cuarto. F. Koster (7): Otro que desde la banca entró para sumar y lo hizo de gran manera, llevó la bola, repartió asistencias y se creó sus tiros. Altalef (6): Entró y mordió, bien pitbull. Lo sufrió Yari Acevedo. Cumplió un buen trabajo. Rodríguez (-): Poco en cancha. Narbais (7): Hoy sí se vio la mano del DT, segundo partido al frente de reducto y la actitud defensiva y la salida rápida para poder correr la cancha le dieron una ventaja que el rival no pudo contrarrestar.

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Midaglia (5): Comenzó bien, pero a partir de la mitad del segundo cuarto se fue apagando. Barroso (5): Le costó encontrarse en el partido. Acevedo (6): Dentro de lo mal que jugó su equipo, él jugó de aceptable manera. Savariz (6): Entrega innata por esta camiseta, pero a veces fue solo un cúmulo de entrega. Botta (5): Primer cuarto dónde fue la figura del equipo, segundo cuarto con un rol más correctivo mientras que en el tercer y último período desapareció. Real (6): Tuvo un buen ingreso desde el banco, pero no pudo plasmar lo bueno del ataque en defensa. Nuñez (5): Otro que tuvo buen ingreso, perdió algunas bolas insólitas que le restan puntaje. Cabrera (5): Intentos y no mucho más. Magalhaes (5): Poca participación en una buena cantidad de minutos. Masner, Corujo, Pereira (5): Minutos finales con el juego cerrado, aún así tuvieron buenas ocasiones. Gómez (5): No pudo ordenar la defensa, le corrieron la cancha y eso hizo que le llenen la canasta. Adelante el equipo funcionó, pero la diferencia no lo hizo notar.

VAR

Rodrigo Prando, Luis González y Sebastián Méndez (6): Más buenas que malas, pero sin incidencia en el juego. La más polémica, el doble de Koster en el final del segundo cuarto, pareció estar fuera de tiempo.

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LO DISTINTO

En una noche con poco público, podemos decir que hubo un hincha de Reducto que se hizo sentir. No solo en su aliento, además fue un vozarrón técnico abismal, por momentos era más escuchado él que el propio Narbais. "Muevan la bola", "Vamo a defender", "Levanta esa mano" y hasta se animó a desafiar al propio DT. "Cambio, tan cansados, hay que rotar", "Minuto, pedí minuto", "Mové un poquito ese banco". Protestas de alto volúmen a los jueces, pero por el volumen  de su voz, porque en ningún momento de la noche se le sintió solo insulto ya sea hacia la terna o hacia el equipo rival.