Yale sacó un partido durísimo ante Albatros, con un gran cierre de Leandro Taboada, para ganar por 77-73.

El Ave impuso el ritmo en el arranque, forzando a un juego de media cancha en el cual inició muy efectivo de afuera y con un buen balance para no permitir al azul explotar su ataque rápido. A pesar de que Abdala castigó con bombas ante buenas rotaciones de balón, Suárez mantuvo la mano caliente del otro lado para sostener la ventaja. En la medida que la visita no encontró el gol perimetral, el de Jacinto Vera empezó a imponer sus condiciones, con Borrallo clave, soltando contraataques desde sus rebotes y muchas veces finalizando. Suárez parecía darle la ventaja al cierre del primer chico a su equipo con un triple largo, con mano arriba. Pero Leandro respondió del eje sobre la chicharra, para que los de Briñón lideraran 21-12, los primeros diez minutos.

Albatros volvió a quitarle vértigo al partido, pero Yale sobrevivió a este pasaje con una bomba de Borrallo a tabla y una de Meinero de la esquina. A una bomba más de Suárez, se sumaron puntos de frente de los internos visitantes para pasar. Briñón optó por bajarle la talla al equipo con la salida de Borrallo y el reingreso de Emilio, nutriendo a Meinero de puntos de ataques rápidos. La lucha de Machado niveló otra vez las acciones en un partido que bajó su ritmo, al elevarse los foules que provocó varias visitas a la línea. El de la Avenida Luis Alberto Herrera se fue ganando por 1 al entretiempo.

Emilio abrió el chico con bomba, pero Cabillón respondió con la suya en un partido que Ellis lo siguió manteniendo de media cancha. Agustín tomó protagonismo con su tiro de medio rango, mientras que tras una falta, más antideportiva a Prego, el Ave abrió 10 con una bomba posterior de Suárez, una vez más con la mano arriba. La lesión de Mateo y un triple posterior de Cavalli marcó interrogantes en el score.  La polémica se empezó a hacer presente en la cancha y técnicas se repartieron para ambos lados. El de Jacinto Vera fue algo más efectivo con libres y con un triple y falta de Meinero, lo devolvió al partido, desatando un interesante duelo en las tribunas. Los de Ellis entraron a los diez minutos finales, ganando por 3 (60-57).

Leandro puso dos tempranas bombas, convirtiendo la calle Gallinal en una caldera. En el mejor momento rival, apareció la de Machado, que jugó un papel fundamental ante Leandro, que tras su racha inicial, asumió las ofensivas Yalenses. Emilio y Cavalli aparecieron con triples en momentos calientes, que marcaron dos veces el empate. Leandro fue clave en el desenlace, generándose un doble difícil ante un ofensivo de Borrallo y después yendo a la presión de Machado, para robar y quedar a tiro del punto. Con faltas para dar, el Ave mandó a su rival múltiples veces al lateral, pero en un fallo de cálculos, Machado dio una en media cancha, ya en colectivas que puso a Emilio con la posibilidad de cerrarlo. A pesar de mandar los dos adentro, un doble fugaz de Cabillón dejó abierta la historia, pero Leandro se terminó coronando con los dos libres que le dieron a Yale su primer triunfo en casa.

LO DESTACADO

Cuando tenés jugadores de clase y experiencia en este torneo, muchas veces te resuelven situaciones complejas. Leandro Taboada volvió a Jacinto Vera para liderar y sin dudas lo hizo en un final ultra caliente. El "0" cargó con dos triples grandes en el arranque del último cuarto y en el desenlace, a pura carpeta, asumió, anotó, forzó pérdidas y por si fuera poco, a la hora de ir a la línea, no le tembló el pulso para darle a los suyos, el primer éxito en casa.

UNO x UNO

L. Taboada (8): El destacado. E. Taboada (7): Lejos de ser su noche con el triple, puso uno GIGANTE para que el equipo siguiera con vida. y generó por el resto. Nunca lo des por controlado, en algún momento aparece y te mata. Fontes (5): Bien en su rol defensivo. Abdala (5): Sumó dos bombas en momentos de aro cerrado. Borrallo (6): Tuvo una lucha titánica en el bajo. Cuando el equipo fluyó en contraataque, fue pieza clave. Meinero (8): Tuvo un ingreso bárbaro. Sacó de ritmo al rival con la presión sobre el Manzana. En cancha abierta se nutrió de puntos y llevó notable la base para liberar a Leandro del rol y que pueda generar. Además, en la remontada se puso la capa y rescató a Yale de una situación que pintaba jodida, corriendo la cancha. Noche redonda. Cavalli (6): Puso una bomba enorme. Dio soluciones de la banca. Astramskas (4): Algo entreverado. Díaz (5): Dio minutos de descanso. Briñón (6): Si bien fue de a poco entrando al juego que propuso Ellis, acertó en los emparejamientos y en su banco encontró las claves para torcer la historia.

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García (3): No pudo ante Meinero. Gonzalvo (3): Lo persiguieron constantemente. Le costó hasta tirar. Suárez (9): Tuvo una noche infernal. Jugó con los hacks activados, no hubo forma de hacerle errar un triple, encima la gran mayoría con mano arriba. Si no hubiese salido lesionado, quizás la historia era otra. Cabillón (8): Tuvo un montón de herramientas para resolver adelante. Cuando cambió con Emilio hizo un laburón. Prego (6): Desde su lucha en el bajo fue clave para anotar. Machado (7): Fundamental para apagar el buen momento de Leandro y puso bolas importantes. Iba rumbo a figura, pero en el final tuvo errores que definieron el juego. Viacava (3): Desapercibido. Barrios (5): Buen relevo en la base. Sansone (-): Correcto. Ellis (7): Logró sacar de ritmo a su rival. A pesar de la lesión de Suárez encontró buenos ingresos del banco. Propuso una buena defensa de cambio que no generó desajustes. Terminó perdiendo por detalles, sin su figura durante un gran tramo del partido.

VAR

Marcelo Galli, Damián Orrico y Erick Cedres (5): El arbitraje se fue desdibujando con el correr del partido. Orrico desentonó con algunos pitazos fuera del critero que sostuvo la terna durante el partido. En el cierre levantaron permitiendo que el partido lo definan los jugadores.

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LO DISTINTO

En 2019, Nicolás García disfrutó de tener como compañero de equipo en Reducto, a Santiago Meinero, a quien inició en este deporte. Muchas veces decimos que el alumno supera al maestro y esta no fue la excepción. Hoy con la camiseta de Yale, ingresó con la clara intención de sacar de juego a quien lo tiró por primera vez en la cancha y lo hizo de lujo, además de anotarle en multiples ocasiones. Seguro el Manzana estará masticando bronca esta noche, pero con el paso de los días, seguro este duelo le despertará alguna sonrisa y orgullo, del jugador que supo formar.