En un sábado tranqui, Aguada derrotó a Leones de Quilpe de Chile con gran autoridad y aseguró su presencia en la siguiente fase del certamen continental.

Aguada marcó la cancha rápidamente explotando todo su potencial físico ante una pasividad defensiva que llamó la atención. Los contragolpes fueron rápidamente aprovechados por Jordan Adams quién se diviertió en la zona pintada. Con el constante movimiento del balón aparecieron los espacios para que Theo Metzger saque a relucir toda su jerarquía en el lanzamiento exterior. A la sinfonía rojiverde se le sumaron manos como las de Lucas Silva y Facundo Medina quienes desde su llegada desde el banco se sumaron al engranaje aguatero a la perfección. Leones mostró cierta rebeldía con muchas más ganas que ideas y siempre apostando a Cameron Naylor quién fue el único en dañar la defensa oriental a pesar de que Aguada se quede con el primer cuarto por 34 a 21.

Los dirigidos por Leandro Ramella mantuvieron la regularidad en el complemento de la primera parte con una buena conducción de Juan Santiso que lejos de ser egoista, se vistió de asistente y cedió la pelota a la perfección. Los errores defensivos pasaron para el conjunto uruguayo y eso provocó que Leones mejore notoriamente siendo importante el trabajo de Tyrone Lee con sus cortes al aro. La inoperancia en el ataque volvió a aparecer para el equipo trasandino cuando Aguada ultimó detalles en los cambios de marca. La vuelta de Silva le dio la inyección necesaria que le terminó de propinar lo necesario para romper todo los sistemas chilenos. La mano de Fuller volvió para que los rojiverdes gocen de buena salud y se vayan al descanso ganando 56 a 38.

Tras el descanso largo la intensidad del juego bajó notoriamente. Con una renta considerable a favor del equipo uruguayo el ida y vuelta fue en deterioro y eso repercutió en la sintonía del juego. Un buen pasaje de Gabriel Belardo logró encender alguna alarma aguatera que rápidamente fue apagada gracias a la mano de Fuller. El pick and roll de Eloy Vargas fue importante para seguir manteniendo la brecha que alcanzó el conjunto rojiverde. Con la distancia y el control del juego en manos rojiverdes el trámite del cotejo se tornó más accesible permitiendo que entre a jugar los últimos 10 ganando 70 a 53.

 El periodo final sirvió para cumplir con el reglamento. Aguada mantuvo la regularidad, sostuvo la diferencia y no le dio lugar a la reacción que podía pretender el equipo chileno. La rotación en el equipo de Ramella llegó como era de esperarse pero nada pudo cambiar el trámite que le terminó dando la victoria al conjunto de Aguada por 87 a 70 con una gran supremacía colectiva sellando la clasificación a la próxima fase del certamen. 

LO DESTACADO

La actuación de hoy de Santiso es para mostrar en la escuelitas bajo el lema "básquetbol: juego colectivo". Es que la jornada del sábado fue donde el pitu sacó a relucir todo su servicio a la orden de Aguada. 10 asistencias para sellar una actuación extraordinaria y colocar a Aguada en la siguiente fase del certamen. El capitán rojiverde dio clases decomo liderar un equipo. Chapeau. 

UNO x UNO

Santiso (7): Destacadísimo desde su rol colectivo. Fuller (6): Siendo su "peor" noche de las tres, fue de los mejores. Una lectura de juego envidiable y un entendimiento de este deporte llamado básquet de la hostia. Adams (6): Rendidor, siempre. Jugador bicho. Tiene todo. Se pelea con todos abajos y tiene la elegancia para lanzar desde afuera. Metzger (9): Bestial por donde se lo mire. El mejor por escándalo. Los bomberos de Nuñez fueron alertados por fuego y nadie les avisó que era la mano de Theo la que estaba encendida. Vargas (8): Un juego gigante y desde todo punto de vista. Dominó la pintura de verdad. Silva (7): Tiene un dinamismo y energía que es capaz de revivir un muerto. Se acopló al juego a la perfección. Medina (7): No desentonó. Se entregó en defensa y dio chispazos de su mano. Planells (6): Entró para dar descanso e imitó al base titular. Sus asistencias al servicip del equipo. Brun, Stoll (-): Minutos con juego liquidado. Ramella (7): Administró los minutos de sus jugadores y dio lugar a que todos asuman y participen de la fiesta.

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Belardo (5): Chispazos y poco más. No sirvió de mucho. García (3): Para el olvido. Pasó desapercibido en 15 minutos de juego. Jones (4): Se cansó de tirar e influyó casi nada. Naylor (6): Un primer tiempo para encuadrar y un segundo tiempo donde mucha gente se preguntó si volvió del vestuario. El yin y el yang. Lee (5): De menos a más. Creció más con dolores que cuando estaba sano. Amor (3): No logró nunca incidir en su equipo. Galaviz (3): Bajó algún rebote y poco más que eso. Rebolledo (4): Aportó ya con el encuentro casi definido. Samaniego (4): Su equipo jamás estuvo en juego. Nunca encontró soluciones y sufrió el partido de principio a fin. 

VAR

Johnny Batista (PR), Diego Chiconato (BRA) y Yezid Carreno (COL) (9): Correctísima labor en un encuentro que nunca se transformó en un juego de estas caraterísticas. 

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LO DISTINTO

En un encuentro que tuvo pocas cosas distintas, la labor de Theo Metzger en el primer cuarto aportando su granito de afuera desde afuera fue sublime. En un nuevo básquetbol, donde las posiciones están cada vez más modificadas, el interno uruguayo se lució pero más allá de los 6.75 aprovechando su potencial en el tiro exterior. El jugador número 7 sólo anotó desde afuera en los primeros 10 minutos con un exuberante 4 de 5. El quinto fue totalmente por inercia y no lo tomó de la mejor forma. Con muchísimo viento en la camiseta, el pillo Theo se animó sin dudarlo pero en seguida se dio cuenta que no fue la mejor decisión y miró al banco para pedir disculpas. Risas por doqier llegaron desde el banco pero todos en silencio. Y sí... si la quemó toda en los primeros minutos.