La ronda de notas a los entrenadores de la DTA comenzó por Layva, donde charlamos con Franco Cocchi, quien se hizo cargo de liderar desde la dirección técnica el proyecto de la institución que vuelve a la competencia oficial.
¿Cómo viene la preparación del equipo?
Venimos muy contentos, entrenando bastante, con el equipo completo con la suma de Leandro García Morandi después de los playout de El Metro y de Marcelo Rosas que fue la última incorporación. De todas formas el resto venía entrenando hace tres o cuatro semanas.
¿Estás conforme con la conformación del plantel?
Híper conforme, fuimos por un equipo jóven, dinámico, que puedan jugar todos en varias posiciones y creo que dentro de las capacidades que tenía el club logramos cumplir el objetivo de armar el plantel más competitivo que nosotros queríamos?
¿Cómo están viviendo la expectativa en un club que hace mucho que no compite oficialmente?
Muy felices. El club apuesta a volver a mover el básquet. Jugamos un amistoso con Juventud de las Piedras y se acercó mucha gente. La directiva quedó súper emocionada porque no se esperaba tanta convocatoria.
¿Cómo es la relación con la dirigencia del club?
Tenemos lo indispensable para jugar y entrenar. Ellos se pusieron el objetivo de conseguir todos los materiales, la cancha acorde, funcionarios que nos ayudan en la tarea. Todo lo que necesita un equipo de básquetbol. Eso ayuda a que la preparación sea la que nosotros esperábamos.
Apostaron a un plantel muy jóven...
Todos tenemos que dar un paso adelante. Desde el cuerpo técnico, a las fichas y los juveniles. Desde el día uno venimos trabajando al máximo, asumiendo roles nuevos. Vamos generando hábitos. Hacemos lo que el grupo necesita para estar mejor. Estamos en búsqueda de una oportunidad, y eso tiene que estar acompañado de trabajo. Por eso, si hay entrenamiento, ellos están.
¿Cómo tomás el desafío de volver a ser entrenador en jefe?
Pensar un poquito más en mi desarrollo y tener una oportunidad nueva de mostrarme, esta vez en la DTA. Tratar de hacer el mejor torneo posible para tener nuevas oportunidades y seguir creciendo.
¿En qué creciste luego de tu pasaje por Lagomar?
Estoy más maduro. El pasar del tiempo y las enseñanzas de otros entrenadores con los que trabajé en Liga Uruguaya me han curtido en algunos aspectos. Lo que más aprendí es que el trabajo te pone en el lugar que tenés que estar. Trabajamos todo el tiempo para llegar al mejor lugar que podamos.
¿Cómo te estás sintiendo en un rol donde tenés que estar en contacto con varias partes de la organización?
Es una enseñanza, estoy aprendiendo. En Lagomar tenía otro rol, en Sporting muy distinto también. Estoy aprendiendo junto con los directivos de Layva de como encarar este proyecto.
¿A qué querés que juegue tu equipo?
Al ser un equipo jóven donde todos tenemos que dar un paso adelante, tenemos que empezar por defender y correr. Va a ser nuestro sello. Tenemos que acortar las brechas desde ahí. La diferencia nuestra a favor es que tenemos un promedio de edad de 22 años, donde todos están con su primera o segunda oportunidad. Las ganas de mostrarse de los jugadores se van a poner en defensa.
¿Qué objetivos se plantean?
Como equipo llegar lo más lejos posible y ser el grupo más competitivo que podamos ser. No vamos a dar ningún partido por perdido antes de que empiece. Vamos a dar batalla hasta el final. En cuanto a club es volver a acercar a la gente vinculada con la institución a ver a un plantel de Layva a competir.
¿Jugar en su cancha para toda esa gente es especial?
Sin dudas que queremos hacer la localía lo más fuerte posible. Hablamos con los hinchas, nos involucramos en actividades del club. Ellos van a ser parte importante con su apoyo para el desarrollo del equipo. La gente nos dio total libertad para trabajar. Nos acompañan en nuestro laburo y nos brindan lo máximo que pueden. Nos apoyan desde la acción.
¿Cómo te imaginás el final de esta historia?
Espero que terminemos contentos, que todos hayamos aprendido algo; el club, el cuerpo técnico y los jugadores. Tener la intención de dar el paso completo. Después si pudimos o no es otra historia.