Diego Martinez fue fichado recientemente como el nuevo técnico del Ab Temuco de la Primera División de Chile. Sobre su llegada al conjunto trasandino y su pasaje por España habló con Básquet Total.
Acerca de su arribo al básquet chileno y cómo se fue gestando, el DT comentó lo siguiente:“Yo en realidad había vuelto a Uruguay más que nada por un tema personal que de básquet después de haber estado trece años en España. Ya estando en Montevideo empecé a trabajar en un divino proyecto de las formativas de Nacional con muy buena gente y un excelente equipo de trabajo. Después por medio de Carlos Roca me llegó la posibilidad y yo hace un tiempo que quería entrenar en Primera División. Si bien había tenido una que otra experiencia en España, no tuve ofertas que me hayan seducido mucho y sentí que no era mi momento ahí. Luego con este llamado, empezamos a ver y a escuchar propuestas y finalmente terminó saliendo.Hace tres semanas que estoy trabajando con el equipo y planificando todo.”
Consultado si hay muchos aspectos en que nos puedan diferenciar con Chile, Martinez dijo: “La principal diferencia qué hay entre el básquet chileno y el uruguayo es que las canchas acá son municipales (como en España). En nuestro basquet, la mayoría de los equipos tienen su gimnasio. Esto es que pese a que el terreno sea de la Intendencia, el club lo utiliza todo el tiempo. Que sea municipal a veces nos complica porque en determinadas épocas del año se practica mucho deporte federado en Temuco y por ende hay pocas canchas disponibles. Yo me estoy adaptando a eso y a los jugadores que van llegando.”
Diego no se dejó estar en lo que respecta al estudio del equipo. Además, nos comentó cuál es el proyecto que quieren llevar a cabo en el club.“Por mi parte vengo estudiando e informándome de todo con videos hace más de un mes. Yo estoy acá todo el tiempo para eso y estoy muy contento cómo se viene dando eso, pese a que nos faltó un poco más de cancha en la preparación. Este es un proceso a medio-largo plazo y la verdad que me gusta mucho porque también es un proceso formativo y aunque yo no soy partícipe directo en ese trabajo, estoy dando una mano en formativas como un asesor de esa área. El proyecto está genial porque Temuco es como el equipo grande de la región, pero a nivel formativo es uno de los más flojos. Estamos buscando que el club no sea referente solamente en los alrededores, sino que también lo sea en la región.”
La actividad no va a parar para nuestro compatriota, ya que sale de una competencia para entrar en otra.“El básquet acá en Chile es muy fuerte en el centro y más que nada en el Sur, pero no en el Norte. Acá hacemos bastantes viajes largos y ahora estamos con la Copa Chile (lo que vendría a ser la Copa Uruguay de fútbol) donde por primera vez se juega con equipos de Primera y Segunda. En este torneo podemos tener un extranjero por equipo y esta Copa arrancó la semana pasada y va hasta diciembre. En enero arranca la Liga hasta junio/julio y ahí podemos tener hasta tres extranjeros por equipo.”
También tuvo tiempo para hacer valoraciones sobre el nivel de juveniles, el cual piensa que tiene margen de mejora. “A nivel organizativo y de competencia en juveniles te puedo decir que están verdes, tienen mucho potencial. Han hecho varias cosas pero no lo han sostenido en el tiempo. Nosotros capaz que en Uruguay con menos recursos o posibilidades hemos hecho proyectos con más continuidad. Acá hay mucho talento y pibes realmente interesantes. Si bien he visto poco de la competición, te puedo afirmar que podría ser más fuerte.”
Por último haciendo referencia a su actualidad en Chile, se animó a comparar el ritmo competitivo entre uruguayos y chilenos. “El nivel de acá es más lento y hasta te diría que menos físico. Los extranjeros de acá van rotando y hacen la ruta “Argentina-Chile-Uruguay” y son viejos conocidos en Uruguay (Wadell, Tyron Lee, etc), y hay muchos que andan por la vuelta yendo y viniendo. Quizás los mejores de la Liga Uruguaya son mejores que los de acá. También hay mucho jugador veterano pero con buena calidad, y quizás sea por eso que no se le da tanta oportunidad a los jóvenes, aunque ahora de a poco están tomando más protagonismo.”
Yendo hacia su estadía en el viejo continente, Martínez nos dejó la siguiente reflexión y comentó cómo está organizado el básquet por allá.“El otro día estaba viendo la final que España jugó en el Eurobakset y pienso: cuanto más pasa el tiempo, más agradezco y valoro el haberme formado allá. Una cosa es lo que se ve y lo que te cuentan y otra cosa bien distinta es vivirla en el día a día. Ver cómo se mueven las formativas, la organización que hay, entre otras, es algo único. A mí me tocó estar en Catalunya y la verdad que todo es maravilloso a nivel organizativo, federativo, competitivo, arbitral, entrenadores. Las dos primeras series (lo que sería Liga y Metro en Uruguay) son excelentes en todo. Si bien tienen pocas cosas para mejorar, siempre están buscando la forma de cambiarlo con muchas charlas y cursos de formación para árbitros y entrenadores. Siempre fui creciendo en el nivel y de equipos que me llaman para trabajar y me ha tocado estar en ambientes buenos y quizás en otros más familiares pero que igualmente eran competitivos.”
También dejó claro cuáles son las claves de porqué España tiene procesos de selecciones juveniles tan exitosos. “Veo que hay mucha diferencia en relación a nuestro básquet. Por ponerte un ejemplo: ahí en Uruguay en Mini no se lleva el tanteador y allá en Premini ya usan marcador, hay tabla de posiciones, presión deportiva, etc. Algunos dirán “pa, es mucho”, pero los resultados están a la vista: desde el 2000 tanto la rama masculina como femenina del básquet español están en la conversación, sea en torneo de mayores o de juveniles. Yo estaba mirando el otro día y me tocó jugar tres o cuatro años contra Joel Parra (jugador del Joventut de Badalona y de la selección española). Ahí es cuando uno toma dimensión de que jugaste contra tipos que están jugando la Liga Endesa o mismo que juegan EBA, Leb Oro, LEB Plata. También hay entrenadores con los cuales he coincidido, ya sea en Clínicas o dentro de un mismo club, como también Campus. Es algo cultural y muy fuerte.”
Diego es consciente de que el haber estado en Europa varios hizo que se le abrieran varias puertas.”A nivel personal es increíble y me permite tener un buen currículum, porque por ejemplo antes de irme para Uruguay tenía dos ofertas muy buenas para trabajar en España. Incluso me llegó una oferta de Primera, pero por un tema de título no pude aceptar el cargo. Lo de Chile me salió porque mi currículum está en España, de eso estoy seguro. No digo que no me hubiese salido, pero no tengo una trayectoria en Primera para que me llame un equipo del exterior. La gente al ver que te formaste en España te ve de otra manera. Yo he ido a Campus en Italia y la gente al ver que yo me formé en España y se paran para preguntarme cosas, me escuchan, me piden consejos de cómo se trabaja. Como que al haber estudiado allá, la gente te mira con cierto respeto o admiración.”
El entrenador celeste sabe que no es lo mismo ser entrenador de formativas en España que en Uruguay y se valoran de distintas formas.“En Uruguay es distinto. Vos por ahí entrás formativas y la gente te lo tira para abajo en vez de prestigiarlo. En España hay muchísimos entrenadores que hicieron únicamente formación y tienen muchísimo prestigio porque allá le dan muchísima importancia a las formativas y por eso quieren estar ahí y no en Primera quizás. En Uruguay entrenás de Infantiles para abajo y es un embole para el entrenador porque no tenes ese bichito competitivo, que allá si lo tenes. El respeto y esa admiración que te ganas al hacer formativas allá es tremendo.”
Al pasar mucho tiempo en el exterior, Martínez fue consultado sobre si no extrañó el hecho de estar fuera de su país.“Me pasó de volver porque tenía muchas ganas de estar en Uruguay y no sé si era porque sabía que me iba a volver rápido o que, pero disfruté muchísimo el haber estado ahí. Estuve con mi familia, con mis amigos y compartí esos momentos que a uno después le quedan: ir a tomar mate, salir a tomar una cerveza, un café, pasear con un amigo, tomarte un bondi y disfrutar el paisaje, etc. Para uno que vive en Montevideo quizás son cosas normales y que las haces todos los días, pero yo las valoré y las disfruté a full porque había estado un montón de años afuera y lo hice muy joven (me fui con 21 y volví con 34). Hay cambios del país que los fui viendo cuando iba y no es lo mismo vivir ahí que ir un mes de vacaciones. Cuando vas a es todo color de rosas: vas con plata, todos te quieren ver, parece Disney. Pero en el día a día ves lo duro que es vivir en Uruguay. Me costó un poco adaptarme, pero yo ya estaba mentalizado que iba a disfrutar lo viví a full. Después me fui a Chile y nunca es fácil despedirte de tu gente, aparte tengo a mi novia en Uruguay. Pero lo viví mucho más tranquilo porque cuando uno ya salió del país, ya perdió el miedo.”
Acerca de los planes que tiene a futuro, dijo lo siguiente:“A mí me gusta viajar, conocer otros países y hace tiempo tenía la idea de trabajar como entrenador en varios países, ya sea en Campus, con Clínicas o entrenando equipos. Se me dio esta oportunidad y también se me abre otra ventana porque tengo un buen curriculum en formativas y puedo trabajar en cualquier lado, pero al dirigir acá en la Primera de Chile hacen que se me abran otras ventanas más grandes. Sé que si me va bien acá se me abren varios mercados laborales.
El DT hizo una reflexión sobre los entrenadores en Uruguay, donde se ha dividido a unos por un lado y a otros por otro. También remarcó las pocas caras jóvenes en los banquillos de Primera. “Como entrenador todavía soy muy joven (35) y el otro día Carlos Roca me dijo que estaba tocado por la varita mágica porque no es nada fácil. Si te pones a mirar en Uruguay por ejemplo, la mayoría de entrenadores son grandes,salvo Diego Cal que es la excepción. Otro que le pasó algo más o menos similar es a Mathías Nietto, que con 26 años ya estaba dirigiendo a Verdirrojo en El Metro. Sacándolos a ellos dos tenes a Diego Palacios y ya no tenés tantos entrenadores por debajo de los 40 años. Yo creo que la diferencia es que de hace unos años para acá se “etiquetó” o “encasilló” a entrenadores de Primera por un lado y entrenadores de Metro/DTA por otro. Por ejemplo tenes a Guido Fernández que hace Metro y DTA, pero fue asistente de Liga. Otros casos son los de Germán Cortizas, Martín Sedes. Yo por más currículum que tuviera no me iban a llamar de un cuadro de Liga, ya lo sabía. Ahora la ecuación cambia: si a mí me llega a ir bien acá, clasificó a un equipo a Playoffs o algo parecido y ya es otra cosa porque eso de “es bueno pero no tiene experiencia” no corre más.”
Para finalizar, dejó entrever cuál sería su hoja de ruta de acá a un par de años.“Estoy muy cómodo acá, estoy muy contento con el club porque me tratan fenomenal, la política y los dirigentes del club son muy buenos y hay una energía espectacular. Calzo perfecto en el momento de vida profesional que estoy con este gran proyecto. Me gustaría quedarme dos o tres años por acá y si es en este club mejor, pero uno nunca se puede cerrar a nada. Yo voy a estar acá dependiendo como se marquen los resultados. Es diferente a formativas porque ahí estás cinco o seis años y te vas cuando queres o porque hiciste las cosas muy mal. El mundo de la Primera tiene ese riesgo de que si me echan, rápidamente tengo que ver que hago con mi situación laboral. A mí me gustan tomar esos riesgos y quizás no los veo tan grandes porque yo ya me fui una vez y perdí ese miedo porque confío bastante en mí y lo tomo.”