Tabaré se sobrepuso a las adversidades, derrotó a Colón 75-68, llevándose así un durísimo punto y una peleadísima serie por 2-1. Los del Parque Batlle volverán a la Liga tras ocho años de ausencia.
Como podía esperarse, la paridad fue constante durante todo el primer cuarto. Colón arrancó con la mano caliente y sus primeros quince puntos llegaron desde el triple (tres de Álvarez y dos de García); mientras el Indio conseguía sus puntos en la cercanía del aro con Medina y Glenn. Gianfranco Espíndola no sólo anulo a Bowman en el primero, sino que apareció junto a Casey Jones con corridas para cerrar el primero con la ventaja de 24-21.
El Indio salió decidido a cargar adentro en el amanecer del segundo, pero nuevamente se fue quedando ante la excelente defensa del equipo de Dorrego. Un muy buen ingreso de Amaral en ambos costados fue fundamental, así como la ayuda de todos sus compañeros para disimular la desventaja adentro. El Gris del Parque Batlle pasó su peor momento ofensivo, apenas con algunos puntos de Cousté y Bowman, mientras Jones y Scaramuzzino aparecieron para que Colón se vaya al descanso largo ganando 41-38.
La cosa se empezó a complicar más para Tabaré, cuando Bowman cayó sentido en el tobillo al comienzo del complemento. Casey Jones y Espíndola siguieron dañando para mantener la ventaja del Verde, hasta que Palacios mandó una zonita en defensa que le dio resultados inmediatos, ya que consiguió frenar la arremetida de Colón y encontró un decisivo pasaje del “Gatito” Perdomo con corridas poniendo nueve al hilo para el Indio, seguido de una bomba de Bowman Jr. literalmente en una pata, para cerrar el tercero con una ráfaga de 14-1, que fue un durísimo golpe para Colón y dejó a Tabaré liderando por 59-52 al cierre del tercero.
En el comienzo del último, Tabaré alcanzó su máxima ventaja de doce y parecía que todo se encaminaba para el equipo de Palacios; pero no todo estaba dicho, porque en un abrir y cerrar de ojos nuevamente Colón se ponía a siete y Tabaré veía como Glenn se iba inocentemente descalificado por doble técnica. El verde se venía y el Indio debía afrontar el cierre sin una innominada y con la otra maltrecha. Sin embargo, allí apareció Bowman con lo que le quedaba para meter puntos fundamentales, y Colón no tuvo las ideas ni la claridad necesaria. Aún así, a impulso individual de Sebastián Álvarez llegó a arrimarse a sólo tres, pero un golazo de penetración de Medina terminó de cerrar el juego, que Tabaré ganó finalmente por 75-68. Un merecido premio para el equipo de Palacios por lo hecho durante todo el torneo, con más valor aún por haberse hoy repuesto a pesados contratiempos en su integración, pero también enaltecido por la durísima batalla que le plantó Colón toda la serie, un dignísimo rival que no debe ser pasado por alto. Pero el objetivo cumplido fue de Tabaré, y la fiesta se fue para el Parque Batlle, que como manda su historia volverá a la Liga tras una prolongada ausencia de ocho años. ¡Salud Tabaré!
LO DESTACADO
Reconocimiento compartido, porque más allá que lo de Medina fue parejito a lo largo de la noche y hasta el cierre que lo ganó, cuesta no quedarse con esa ráfaga mortal del “Gatito” Perdomo, en el momento más chivo del encuentro. Esa racha de 14-1 liderada por Martín para cerrar el tercer cuarto fue el momento bisagra de la serie, cuando Tabaré realmente le dio un duro golpe al mentón a Colón. Más allá que como un boxeador porfiado, el Verde siguió peleándole de pie hasta la última campanada.


UNO x UNO

Perdomo (8): Aparición determinante en el tercer cuarto del "Gatito", cuando las papas quemaban y Tabaré se estaba jugando su séptima vida, lo agarró decididamente para él. Pernas (4): No estuvo en su noche. Ofensivamente no sumó y le costaron sus emparejamientos atrás. Como jugador de la casa la alegría igual no se la saca nadie. Medina (9): Enorme partido de Octavio. El más regular de su equipo a lo largo de toda la noche, y por si fuera poco metiendo la bola ganadora. Tranqui el hombre. Bowman Jr. (8): Durante el juego alternó buenas y malas, por momentos estuvo bien defendido. Pero en una pata, se la jugó por el equipo y volvió para ser fundamental. Más no se le puede pedir a un foráneo. Glenn (6): Se impuso, quizás menos de lo que podría con su ventaja. Fue tontamente descalificado, en una acción al menos discutible. Rusch (6): Importante en su ingreso, se ganó sus minutos en ambos costados. Cousté (6): Aunque no estuvo en su mejor versión, fue valioso en un mal momento del cuadro. Abdala (-): Instantes en juego. Palacios (7): Tras un flojo primer tiempo de su equipo y con algunas decisiones discutibles, se recompuso notablemente en el segundo, con una zona que le rindió muchísimo y disimulando ausencias indisimulables.
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García (4): Bastante entreverado y muchas veces tomando malas decisiones, pero siempre entregándose al 100%. Álvarez (7): Si en el principio y en el final Colón estuvo en partido, fue por él. En el medio no pudo mantener. Jones (6): Correcto partido. Algo intermitente en su aporte. Espíndola (6): Hizo un gran trabajo defensivo sobre Bowman la mayoría del juego. En ataque quiso muchísimo pero no estuvo tan fino. Scaramuzzino (3): Discretísimo para un innominado en un juego decisivo. Aun así sorprendió tanto tiempo afuera. Aristimuño (4): No logró ser el revulsivo que venía siendo, resolviendo todos los problemas con su ingreso. No tuvo un buen partido. Amaral (6): En pocos minutos, hizo mucho. Hasta demasiado por momentos. Dorrego (5): Teniendo en cuenta como se dio el partido, se le escapa un juego que perfectamente pudo ganar. Sorprendió tanto tiempo sin internos en el cierre. Aún así estuvo muy cerca.
VAR
Andrés Bartel, Alejandro Sánchez Varela y Christian Barreiro (6): Buen partido de la terna en líneas generales. Quizás lo único discutible sea sacar a un jugador de una Final descalificado por algo tan tonto, aunque el reglamento los ampare.
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LO DISTINTO
Diego Palacios había utilizado durante todo el campeonato la misma campera gris, a tono con los colores de la institución y obviamente por un tema de cábala. Luego de su última derrota ante Colón, el coach del Indio decidió no modificar su quinteto inicial, sino su vestimenta, metiendo una camperita de nylon negra, facherita. Creer o reventar, la campera debutó con triunfo. A guardarla bien hasta el próximo desafío, nada de llevarla a dar clases ni andar metiendo facha por ahí.
