Cordón volvió al círculo de privilegio luego de muchos años, ese sitial que por historia jamás debió abandonar. Por distintos motivos, se demoró, pero en la vida todo llega.
Desde aquella quita de puntos luego de un partido con 25 de Agosto, que en medida de protesta jugó con juveniles la final ante Bohemios, y luego perdió en playoffs ante Capitol. Hasta festejar un ascenso en la madrugada y al despertar enterarse que el mismo en cancha de Tabaré ante Verdirrojo había sido un efímero sueño por un tema administrativo de una ficha médica. El hincha de Cordón vivió de todo en estos años repletos de ilusiones sin final feliz.
Se sumaron varios tropezones deportivos: Miramar en 2019, luego perder en el CEFUBB ante Urupán y el último campeonato en cancha de Larre Borges, quedando por el camino bastante antes de lo previsto en cuartos de final. Cómo dice el dicho: “Pasó mucha agua debajo del puente”.
¿Será este año? decian los hinchas albicelestes, que por historia y presente son unos cuántos en distintos puntos del país y también en algún rinconcito del Mundo, donde seguro alguna pilcha prendió la cantora o pudo ver el partido que tanto esperó y soñó. Porque sabía que este 2022 no se podía escapar, y no se escapó, se quedó en la calle Galicia hasta que el sol le tiró las primeras guiñadas al domingo.
El celeste predominó las calles del barrio. Abrazos de distintas generaciones, llantos de felicidad y la paz de que Cordón retornó a primera división.
Casi 1000 almas alentaron al equipo, empujaron en momentos donde la fiesta amagó a postergarse, pero juntos, todos se fueron caminando del Palacio Peñarol a “#miclub”, porque en épocas de redes sociales, hace rato el viejo Cordón juega en las grandes ligas.
Era la frutillita del postre que le faltaba a la obra social de ese club gigante que está creciendo en Galicia y Gaboto que sin dudas revolucionará el barrio y va atraer mucha gente identificada con la institución.
¡Volvió Cordón! Y por ende…volvió la felicidad abajo del puente, salú.