Yale le ganó a Urunday Universitario 73 a 42 en un partido que le fue encontrando soluciones a la zona rival.
El comienzo del partido mostró un Urunday Universitario duro atrás con una buena defensa en zona 2-3 que le cerró los caminos a la pintura al equipo de Yale. Adelante buenos ataques al comienzo le permitieron a las estudiosas arrancar por delante en el marcador, hasta que Yale comenzó a destrabar la zona con el tiro exterior de Sofía Podestá y Mariangel Santana. Tras una buena primera mitad, el equipo del Prado decayó, su juego ofensivo ya no fue ordenado y eso provocó corridas en las de Jacinto Vera que aprovecharon muy bien para pasar en el marcador, pero una vez más las estudiosas con Antonella Ormando y Natalia Suárez volvieron a acercarse en el marcador, hasta que un triple de Santana volvió a darle ventaja a Yale, para dejar un marcador de 15-10 al final del primer período.
Con un triple de Sandra López comenzó el cuarto para Urunday, que rápidamente en una distracción ofensiva perdió la bola y tras corrida de Podestá el equipo de Yale comenzó a destrabar el juego a su favor. La pelota empezó a pesar mucho en las estudiosas. Más que nada en la salida en los momentos que Ormando estuvo en el banco. Urunday siguió defendiendo en zona y eso llevó a que el juego de las azules pasará mayormente por los tiros de tres puntos. Además, Yale tuvo un gran ingreso de Silvina Paez en el bajo, ofreciéndose de espaldas al aro para que el juego fuera hacia ella y descargara hacia el perímetro para el tiro en soledad de sus compañeras. La ventaja sacada por Yale en este rubro anuló por completo a Urunday en ataque, esto provocó que las azules sacaran diferencias y comenzará a cerrar el juego. El marcador al final del segundo cuarto indicaba que las de Jacinto Vera ganaban 40 a 18.
El comienzo del segundo tiempo fue igualmente llevado por ambos equipos, Urunday continuó con la zona 2-3 en defensa y eso volvió a incomodar a Yale que debió volcar su juego al tiro exterior. Hasta que pudo correr y el azul de Jacinto Vera recuperó pelotas en la salida del verde del Prado las diferencias volvieron a estirarse. De la mano de Podestá en la salida y con Elena Ramírez y Milagros Ferreira culminando en el tiro al aro. El marcador luego de cara a los últimos 10 minutos marcaba que Yale ganaba 58 a 32.
El juego siguió siendo de la misma manera, Urunday fiel a su zona, con algunos buenos réditos y Yale apostando al tiro exterior y logrando correr la cancha en varias oportunidades para convertir con facilidad. Luego el equipo de Briñon pasó por fases de defensa en zona 2-3, defensa con presión extendida y marca personal que descolocó bastante a las jugadoras de Urunday. El juego continuó así hasta el final y el resultado fue de 73 a 42 a favor de Yale.
LO DESTACADO
Rodrigo Briñon leyó de gran forma el partido y logró destrabar un encuentro que no comenzó bien para Yale. La defensa en zona propuesta por Urunday le llevó a cometer numerosos fallos al equipo los primeros minutos. Fallos que fueron resueltos por el juego de todo el equipo. Con las bases atacando el aro y descargando hacia el bajo para Techera o Paez y estas descargando hacia el triple, encontrando siempre una jugadora libre para el tiro. Luego la presión alta, otra arma que le funcionó muy bien a Briñon, es que fue un As bajo la manga que le permitió al equipo correr y obtener puntos importantes para abrir cada vez más diferencias.
UNO x UNO
Ormando (6): Siempre rendidora, los minutos que no estuvo en cancha el equipo la extrañó. Molina (5): No fue su noche, fue la referencia de Raviolo y no la pasó bien, siendo anulada en varias ocasiones, el equipo sintió su ausencia. Caldas (6): Enérgica para marcar y sacar del pozo anímico a sus compañeras, inteligente a la hora de ver huecos y atacar el aro. Arispe (5): Gran primer cuarto, haciendo valer su juego en el bajo, luego fue decayendo con el pasar del partido. Suárez (5): No le fue nada fácil jugar en la pintura, debió atacar más el aro cuando vio los espacios. López (6): The shooter, su especialidad, se planta y tira. Aunque a veces se apura demasiado. Cassinelli (5): Poco aporte en un juego donde se vio superada en defensa y ataque. Rodríguez (5): Debe asumir más en ataque, atrás fue aceptable. Gianini (5):Cumplió. Gonzalez (4): Defendió bien 10 minutos en zona, luego le encontraron la llave a su defensa y no modificó, mantuvo la zona 40 minutos y terminó siendo contraproducente para las aspiraciones de su equipo.
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Podestá (7): Rendidora por demás, ella fue la primera en abrir la zona del rival y a partir de ahí su equipo creció. Santana (6): Correcto partido en la generación de juego y espacios para tirar al aro, sobre todo de tres puntos, pero abusó con el tiro en una mala noche. Mott (6): Buen juego defensivo, fue de las más acertadas en defensa. Raviolo (8): No desentona nunca, da soluciones en todos lados, atrás anuló a Molina y no la dejó jugar. Además, nos dejó el distinto. Techera (7): Buena resolución en la pintura, gran juego defensivo y descargas constantes a sus compañeras. Risso (6): Dio soluciones en los ataques rápidos del equipo. Ramírez (6): Correcto juego, salió bien en las transiciones de defensa/ataque. Lizzazoain (5): Aportó su juego, fue consistente atrás. Paez (7): Jugó un gran partido en el bajo, fue la descarga constante en ataque. Aguilar (6): Cumplió con la tarea defensiva casi a la perfección. Ferreira (6): Todavía la están corriendo, la velocidad que maneja esta muchacha. Briñon (7): Encontró las soluciones a la zona rival tras un mal arranque. Luego el juego fluyó los 40 minutos sin desesperarse.
VAR
Nicolás Revetria y Christian Barreiro (7): Llevaron el juego con tranquilidad sin influencia en el resultado.
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LO DISTINTO
En una jornada con poca actividad para el distinto de BT, vaya desde ya el saludo y agradecimiento para Laila Raviolo. Es que la argentina vio como la tenía de complicado el redactor y salió a la ayuda. Es que faltando 4:35 para el final protagonizó una jugada pocas veces vista, recibió la pelota del árbitro Christian Barreiro para reponer desde abajo y en vez de pasar la bola, Laila salió picando la pelota. Esta incidencia provocó la risa de la propia jugadora, junto con la de los demás presentes, sin dudas un hecho distinto.
