Con un gran partido de Luciano Planells, Atenas venció 68-66 a Larrañaga en un partido en el que la polémica no faltó.

En cancha de Larre Borges, Atenas ofició de local ante Larrañaga. El equipo de Palermo llegaba de una dura derrota ante Deportivo Paysandú, mientras que el “milrayitas” venía de tres victorias consecutivas.

El marcador se abrió recién al minuto y medio de partido, con un doble de Nicolás Piñeiro para Larrañaga. Atenas respondió recién un minuto después, de la mano de Luciano Planells. Ambos equipos plantaron defensas que tenían como objetivo evitar goles en la pintura, liberando el triple. A partir de Camilo Colman, quien insistió con rompimientos, Larrañaga mejoró un poco el rendimiento y abrió una leve diferencia. A falta de 4 minutos, Rovira movió el banco y puso un quinteto más chico (con Santos y Amaral), con el que pasó a defender en zona. Si bien el equipo perdió mucho en el rebote en su propio aro, a nivel general el cambio de estrategia dio resultado. Finalmente, el primer cuarto se cerró con victoria para Atenas por 19 a 15.

Se podría decir que el segundo cuarto se dividió en dos. La primera mitad fue favorable a Atenas, que lastimó mucho a partir de su segunda unidad (gran pasaje de Rivas, Santos y Amaral). La segunda mitad del cuarto fue toda de Larrañaga. Atenas cambió la estrategia defensiva, y lo pagó carísimo: tras sacar la zona, le cayó una enorme reacción de su rival, comandada principalmente por Joaquín Sosa, quien aportó dos triples seguidos con los que Larrañaga consiguió ponerse en ventaja. El parcial de los últimos 5 minutos fue de 15-0 a favor de los dirigidos por Sergio Delgado. Finalmente, el segundo cuarto terminó con ventaja para Larrañaga por 33 a 28.

Luego del entretiempo, Atenas mejoró muchísimo, sobre todo gracias a Agustín Amaral y Héctor Silva, quienes se hicieron fuertes en la pintura y lastimaron constantemente con puntos cerca del aro. Un buen ingreso de Enzo Delgado en Larrañaga equilibró momentáneamente el partido, pero el regreso de Couñago, acompañado por Planells, devolvió la ventaja a Atenas. Martín puso un triple (el primero de Atenas luego de 13 fallados) y el cuarto se cerró 49 a 44.

El último cuarto fue una absoluta locura. Los primeros minutos fueron parejos, con ambos equipos intensos en defensa, pero con bajísimos porcentajes en ataque. Cuando faltaban alrededor de 4 minutos, Larrañaga encontró dos triples seguidos (de Cabillón y de Sosa), con los que el equipo tomó ventaja de un doble. Del lado de Atenas se dio el notable ingreso de Hakeem Da Silva, que puso cuatro puntos seguidos que le dieron un aire tremendo a su equipo. A falta de 18 segundos, con Larrañaga ganando por dos, Luciano Planells anotó un doble agónico con el que Atenas empató el partido. En la recarga se dio la jugada de la polémica: Nobile fue hasta abajo y descargó para Enzo Delgado, quien al momento de elevarse recibió un contacto por parte de Joaquín Jones, en el que los árbitros debieron sancionar falta. Sin embargo, la jugada continuó: el propio Jones contraatacó y recibió un manotazo de Delgado cuando se elevaba para lanzar un triple. Tras unos segundos con el ambiente muy caldeado, Joaquín pudo tirar los libres: embocó dos de tres y el partido terminó con ventaja para Atenas por 68 a 66.  

LO DESTACADO

¿Quién mejor que Luciano Planells para llevar la base de Atenas en una temporada tan importante para el club? Un hombre totalmente identificado con el equipo, que lo vio debutar con tan solo 16 años. Que sabe lo que siente el hincha, y que defiende la camiseta desde el amor por los colores.

Si bien en los números no brilló, Luciano fue importantísimo para la victoria. Su equipo jugó mejor siempre que él estuvo en cancha, y por si fuera poco, anotó el doble agónico con el que Atenas empató el partido sobre el cierre.

UNO x UNO

Planells (8): De lo mejor de Atenas, como siempre. Destacado. Couñago (4): No fue su tarde/noche. Jones (7): Si bien le costó meterse, mejoró su rendimiento en el último cuarto. Suma un punto extra por embocar los últimos libres, con los que Atenas logró la victoria. Silva (6): Luchó y luchó. Dio una mano tremenda cuando al equipo no le salía nada. Monteverde (2): No tuvo un buen primer cuarto. Después no volvió a entrar. Amaral (6): El mejor viniendo desde el banco. Se siente muy cómodo defendiendo en zona. Rivas (4): Su primer ingreso fue bueno, pero le faltó regularidad. Da Silva (6): Otro que tuvo un ingreso notable: en el primer tiempo aportó un montón en defensa, y en el último cuarto puso cuatro puntos seguidos cuando la pelota quemaba. Santos (4): Muy entreverado. Por momentos insistió con su tiro. Nunca logró encontrar su juego. Gallardo (-): Escasa participación. Rovira (5): Por un lado, no pudo evitar que su equipo recibiera un lapidario parcial de 15-0, con el que Larrañaga creció (muchísimo) en confianza. Los bajos porcentajes del equipo son algo que escapa a su voluntad. 

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Lewis (2): Bajísimo rendimiento. Nobile (6): Tuvo un buen partido, a pesar de la derrota. Hizo todo lo que estuvo a su alcance. Colman (4): Estuvo bien defendido. Nunca logró meterse en partido. Piñeiro (3): El enorme ingreso de Delgado desde el banco opacó todo lo que pudo llegar a hacer en el partido. Cabillón (7): El mejor en Larrañaga, por lejos. No pudo descansar ni un segundo. Delgado (6): Tremendo ingreso desde el banco. Mereció que le cobraran la falta en el último segundo. Sosa (6): Otro que tuvo un ingreso espectacular. Puso varios triples en los momentos más calientes. Cancela (3): Le costó muchísimo meterse debido al enorme partido de Nobile y de Sosa. Abdala y Pintos (-): Escasa participación. Delgado (6): Manejó el equipo a la perfección. Si Larrañaga no ganó, no fue por errores en el uso de la rotación.

VAR

Aline García, Martín Guberna y Agustín Ortiz (1): No venían teniendo una gran noche, y la coronaron con un error enorme: debieron cobrar la falta de Joaquín Jones sobre Enzo Delgado a falta de 4 segundos para el cierre del partido.  

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LO DISTINTO

Mucho se habla de la nueva era del básquetbol, en la que el triple se ha convertido en el arma fundamental. Todo el tiempo aparecen nuevos informes, plagados de estadísticas, que refuerzan la idea de que un equipo que tiene bajos porcentajes en triples no puede tener éxito. Nada de eso le importó a Atenas, que ante Larrañaga firmó un bajísimo 2/20 (10%), pero de todas formas se llevó el partido.