El partido comenzó con ambos equipos imprecisos en ofensiva y planteando buenas defensas para evitar tiros cómodos del conjunto rival. Hebraica buscó hacerse con el juego en las dos pinturas aprovechando la altura y fuerza de Ana Paz, pero no logró concretar esta idea de juego, siendo las perimetrales quienes más anotaron. Mientras tanto, Aguada apostó por ofensivas que se caracterizaron por el constante movimiento de balón, buscando siempre el hueco en la defensa rival por donde penetrar la defensa macabea, lo que les permitía sacar una mínima ventaja pero que después no podían mantener, siendo los libres cedidos su mayor dolor de cabeza. Sobre el cierre, un triple de Antonella Ugolini le permitió a Hebraica llevarse los primeros diez minutos por 17 a 16.

En el segundo cuarto, un arranque enchufado de Hebraica le permitió robar muchas pelotas en ofensiva de Aguada para correr la cancha y sacar 8 puntos de ventaja, pero todo cambió tras un minuto de Joel Pose las aguateras volvieron a encontrar a Kelly Orejuella para descontar y ponerse a un doble, forzando a Luis Pierri a pedir minuto para reorganizar a las macabeas. El encuentro se tornó de ida y vuelta, con cada equipo aprovechando cada error del rival pero sin ninguno llegar a sacar una diferencia mayor a los cinco puntos. Ambos equipos se fueron al descanso largo con el marcador en 35 a 32 favorable a Hebraica.

Ya en el complemento, Hebraica volvió a encontrar su mejor versión en los primeros minutos capitalizando todas las oportunidades generadas por méritos propios como por errores de Aguada. Las macabeas controlaron el partido a su antojo en base a una gran presión tanto en defensa como en ataque, ante lo cual las aguateras a penas encontraron respuesta. La ventaja macabea terminó siendo de 55 a 43 de cara al último descanso.

Los últimos diez minutos fueron una continuación del tercer cuarto. Aguada encontró algún hueco por donde agredir, pero no fue constante. Por parte de Hebraica, se dedicó a cuidar y ampliar la diferencia por un lado y a jugar con el reloj a su favor por otro, al mismo tiempo que aprovechaba cada mala salida aguatera para hacer daño corriendo la cancha si se daba la oportunidad. Finalmente fue triunfo de Hebraica por 71 a 56.