No estaba en una gran noche, pero Taboada apareció con toda su clase y definió un partido durísimo para Unión Atlética sobre Danubio, en cifras finales de 82-80. De la mano de Emilio, la UA se ilusiona.
La UA comenzó mejor a partir de una zona 2-3 defensiva, al ritmo de las corridas de Bivins y con un Ambrosoni picante puso un 13-3 demasiado rápido, que forzó el tiempo de Guido en menos de tres minutos de básquet. La franja corrigió a tiempo atrás, con goles de “Tati” volvió a meterse en juego, e incluso igualó porque Unión abusó del tiro exterior, y se secó; pero Bivins volvió a aparecer sobre el cierre del primer chico para dejar las cosas 19-15 para el azulgrana.
En el segundo no vimos un gran básquet, pero sí un match muy parejo y disputado. Danubio se refugió en una zona que le dio respuestas, le permitió correr y encontrar buenos tiros de tres a pie firme hasta pasar con Chervo. Aunque Bruno Acosta entró notable con penetraciones para romper la zona y acompañar a Bivins, eso duró poco; porque fiel a su estilo, en el entrevero Nicoletti se sintió como pez en el agua y el capi danubiano lideró al Danu a la ventaja de 32-31 de cara al entretiempo.
El juego mantuvo la tónica en el arranque del complemento, parejo y poco vistoso, pero con cada pelota disputada como si fuera la última y alternancia constante en el marcador. Chervo empezó a hacer sentir su ventaja adentro y también lastimando a distancia, a lo que se sumó Álvarez, en una noche iluminada con tres bombas al hilo que le dieron una interesante renta de siete a Danubio. Seba Álvarez fue decididamente la figura del tercero con 15 puntos, que guiaron a los de Guido al 59-52.
La UA salió a presionar en toda la cancha aprovechando los brazos largos y activos de Bivins, igualando casi inmediatamente el juego con un 9-2. Emilio empezó a tomar las riendas del partido, sin anotar tanto pero leyendo y generando mucho; mientras los franjeados dependían casi exclusivamente de lo que generara Álvarez, que seguía endemoniado. Pero el que se había metido el juego en el bolsillo era Taboada, haciendo de todo para los suyos y entendiendo más que cualquiera cómo se cierra un partido parejo. Danubio nunca se entregó, con otro triple del argentino volvió a inquietar, llevando la definición al terreno de los libres; pero allí el azulgrana no falló y terminó ganando por 82-80.
EL GRITO
No podés jugar, está el lampacero
UNO x UNO
Dios (7): Otro gran partido del pibe que cada vez juega más. Enorme en el cierre con los libres para definirlo. Ambrosoni (5): Arrancó para matar, se fue quedando. Taboada (8): Con la carpeta bajo el brazo. Destacado. Bivins (8): Aporta muchísimo en ambos costados. Abusa un poco del triple. Martínez (5): Le tocó dar el paso al frente sin el Tico, y en defensa aguantó muy bien. Trusich (5): Importante entrando con confianza. Acosta (6): En pocos minutos, dejó su huella en el ataque. Sansone (5): Entró a fajarse y alargar un poco la rotación. Lovera (7): Desde las variantes defensivas le cambió indudablemente la cara al equipo.
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S. Fernández (4): Alternó buenas y malas, aunque más de las segundas. Álvarez (8): Endemoniado es poco. Mantuvo a su equipo con vida, casi sin ayuda por momentos. C. García (5): Jugó poco y no desentonó. Mejor atacando que defendiendo. Nicoletti (6): Muchas ganas y muchísimo de aquello. Chervo (5): Por momentos impuso condiciones, aunque era una noche para desequilibrar. Abusa del tiro exterior. Varela (4): Errando un montón, aportó desde otros lados pero no fue suficiente. Planells (5): Sin el protagonismo de otros juegos. Mujica (4): Le costó entrar en juego. Rossiello y Da Costa (-): Instantes en cancha. G. Fernández (5): A pesar de que siempre estuvo en juego, faltó pienso en la ofensiva. No aprovechó ventajas.
VAR
Vivian García, Washington Chamorro y Carlos Peralta (5): En un partido complicadísimo estaban notable. Erraron en el último foul sobre Dios, no era falta.
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LO DESTACADO
No estaba en su mejor noche, de hecho hasta el tercer cuarto Emilio estaba en una floja performance. Pero en la hora señalada sacó toda su experiencia para guiar a su joven equipo a un punto fundamental. Primero generando para otros, luego metiendo sus bolas clave e incluso dejando alguna notable defensa; el hombre que tenía que adueñarse del cierre lo hizo para la UA.
EL TERMÓMETRO
Nicoletti se llevó un duro codo de Emilio al rostro, aparentemente sin mala intención. Cuando todos temimos que el termómetro de Matías se dispare de mala manera, el capi respondió con goles y básquet. Va por ahí.