"Con el sexto pick en el Draft de 1996 de la NBA, los Boston Celtics seleccionan a Kobe Bryant, de la secundaria Lower Merion”. A veces la historia puede cambiar de maneras drásticas e inimaginables, como puede ser la idea de visualizar a una de las más grandes leyendas de los Lakers en su eterno rival. Esto pudo haber pasado, por más increíble que pueda parecer.
Con el Draft acercándose, un adolescente hijo de un ex jugador de la NBA era uno de los prospectos que despertaban más intriga. Con un talento ofensivo fluido y el potencial para convertirse en una estrella, Kobe Bryant había decidido pasar directo a la NBA sin pasar por la universidad. Había un tema: tenía 17 años y no se estilaba en aquella época seleccionar jugadores perimetrales desde el High School, lo que preocupaba a los General Managers de la liga.

Su padre, Joe “Jellybean” Bryant, se había ido a jugar a Italia cuando Kobe era un niño que desde Europa miraba los VHS de las Finales entre Celtics y Lakers de los ’80 que le mandaban sus abuelos desde Estados Unidos. Y a miles de kilómetros de su país, el niño se hizo de los Lakers y aprendió a odiar a los Celtics, a los que literalmente consideraba como los malos de la película. Pero llegó 1996 y en la previa del Draft, varios equipos con picks en el Top Ten tenían interés en ver al prodigio de cerca, entre ellos los Celtics.
Fue así que el joven crack entrenó con los Clippers, los Nets y los Suns, donde realizó exhibiciones nunca antes vistas por entrenadores y scouts acostumbrados a ver a muchos jugadores.
De todas formas, Kobe -al que sus padres tenían que firmarle los permisos para ir a estos entrenamientos privados por ser menor de edad- tenía algo muy claro: solo quería jugar en los Lakers, por lo que deslizó que se iría a jugar a Europa si lo elegía cualquier otro equipo. Ya saltaba a la vista ese fuego competitivo y la gran confianza en sí mismo que lo acompañaría a lo largo de su carrera.
Pero volvamos a la previa del Draft y todo lo que pasaba. Los Celtics tenían el pick 9, pero se movieron al 6 mediante un cambio con Dallas. Recordemos que en ese Draft había talento, mucho talento (Allen Iverson, Stephon Marbury, Ray Allen, Antoine Walker, Shareef Abdur-Rahim y Marcus Camby entre los más destacados a priori). Así llegó a entrenar a Boston aquel chiquilín que quería saltar del High School a la NBA sin escalas. Querían verlo de cerca y conversar con él para ver cómo jugaba y cómo pensaba.

Kobe la rompió en el entrenamiento. Las metió de todos lados, mostró un total dominio de los fundamentos y unas condiciones atléticas superlativas. M.L Carr, entonces entrenador de los Celtics, siempre dijo que fue el mejor entrenamiento Pre Draft que presenció en su vida y el Manager General Jan Volk declaró muchos años después en una entrevista con ESPN que si cerraba los ojos se imaginaba que estaba viendo a Michael Jordan. Aquel adolescente era excepcional y estaba dispuesto a demostrarlo.
En la entrevista con el entrenador, el hijo de Joe Bryant demostró un conocimiento de la historia de los Celtics que Carr (que había jugado en el equipo) nunca había visto. Además de mostrarse maduro, educado y bien hablado, Kobe dijo todas las palabas correctas en relación a cuánto le gustaría ser parte de una franquicia de tanta tradición. Muchos años más tarde, al recordar esto en diferentes medios, Carr dijo que fue la mejor entrevista que tuvo alguna vez con un jugador y que Kobe “sonaba como un Celtic”.
El potencial deportivo estaba ahí y la cabeza también, pero era arriesgado apostar por un jugador tan joven con un pick tan alto. En resumen, los verdes lo veían verde a Kobe. Red Auerbach, la leyenda Celtic, le dijo a Carr: "Creo que este chico va a ser un enorme jugador, pero puede salir bien o mal. Parece sólido, pero es un jugador de High School. Tenemos que decidir basados en lo que necesitamos hoy, pero creo que es un grandísimo jugador".
Ya finalizando su carrera, el propio Kobe declararía al recordar aquel entrenamiento con los Celtics que él no quería ir y su padre lo obligó. Recordó con una sonrisa lo que sintió cuando le dieron la ropa de entrenamiento con los colores y logo del equipo al que tantas veces había deseado lo peor desde Italia.

Luego de que le dijeron que no podía entrenar con la ropa que había llevado, se calzó la vestimenta de los verdes y pensó que estaba a punto de convertirse en profesional y tenía que hacerlo. Después de todo, entendía que estaba entrenando para una franquicia histórica.
Mientras tanto, Kobe también había entrenado dos veces con sus queridos Lakers y se había encargado de demostrarle a Jerry West (leyenda del equipo y entonces Manager General) que su talento era excepcional y que valía la pena apostar por él. Fue así que llegó a un acuerdo con Charlotte antes del Draft, por el que el pivot Vlade Divac se iría a los Hornets luego de que estos seleccionaran a Kobe Bryant con su Pick 13. Los Celtics no se animaron y fueron a la segura, eligiendo al más "hecho" Antoine Walker con el Pick 6. El Kobe juvenil se puso el gorro de los Hornets, caminó con una sonrisa hasta el escenario y saludó con un apretón de manos al Comisionado Stern. Ya sabía que no iba a jugar ni un minuto en Charlotte.

El resto es historia y duró 20 años como emblema de los archienemigos de los Celtics, con los que sería 18 veces All-Star, integraría 15 veces los quintetos ideales de la liga y ganaría 5 anillos. Muchas de sus más épicas batallas, incluidas dos finales, fueron contra aquel equipo que seguramente deseó poder volver el tiempo atrás y hacer las cosas de manera diferente en el Draft de 1996. En una entrevista en Boston durante su gira de despedida de la NBA, Kobe recordó el día en el que su padre le dijo que tenía arreglada la prueba con los Celtics.
Y dijo: “Yo quedé diciendo ‘¿Qué? ¿Por qué me hacés esto?’ ¿Qué clase de padre hace algo así? No podía creer que tenía que probarme con los Celtics. De todas formas, quería impresionarlos por respeto a su legado. Si me elegían, iba a cargar con la franquicia de la forma que se merecía”.
En una dimensión paralela, la camiseta 8 y otra (porque la 24 está retirada en los Celtics) cuelgan del techo del TD Garden junto a las de Bill Russell, Larry Bird, Bob Cousy y tantos otros, Kobe es leyenda de los Celtics y desde el cielo se fuma un habano con Red Auerbach celebrando el Mamba Day (pero otro día, no el 24/8).