En el estreno del Metro, el clásico fue para el león de Villa Dolores que se impuso a Miramar.

En los primeros minutos, lo que más lucía era el piso de Larre. En cuanto a las acciones, ninguno fluía. Un par de penetraciones de García y Della Mea, sacaron el cero del electrónico. A partir de Cousté, Miramar mostraba algo mejor. Al veinte le costaba, llegando a estar 120 segundos sin anotar, para quedar abajo 7-2. Los puntos de Pennacchiotti, los colocaron a uno. Nobile no lograba organizar al equipo y se comprometía temprano con sus personales. Con el argentino como principal arma, Vázquez colaboró para que pasaran al frente. Los de Santiago Gadea cayeron en una sequía importante, producto del paso al frente de la defensa ajustando especialmente con Xavier. La racha se rompió con el doble de Núñez al filo del cierre del primero, que se fue 20 a 16 para Bado.

Para arrancar el segundo chico, 25 sacó ocho de renta. El buen ingreso de Núñez y el regreso de Cousté al goleo, volvieron a disminuir la brecha. Aparecieron algunos espacios para tiros cómodos de los dirigidos por Olivera. Pese al pedido de tiempo de Sedes, Ottonello con triple y corrida amplió el parcial a 10-0 en tres minutos. Regresó Wineglass con sus faltas a cuestas, para demostrar que posteado daña, y sacar seis. Más duros con el bahiense, las mañas de Silva ayudaban a que siguieran cerca en el tanteador. Los ánimos se caldearon y los roces aumentaron, como para darnos la bienvenida al torneo. En el entrevero, Héctor se las rebuscaba como pez en el agua. De su mano, llegó otro cambio más en el liderazgo. Los encontró el descanso largo, estando el león tres arriba.

En el complemento, los puntos de Tessadri dejaron las cosas como al principio. Silva seguía influyendo en ambos costados. El extranjero de Sedes se involucró con las ofensivas, para sacar cinco promediando el periodo. García Morandi vio acción, muy lúcido en sus decisiones. Con puntos y asistencias, la ventaja se amplió a siete. Otra vez Héctor y algo de Brian, resultaron para bajar la desventaja a la mínima. LGM confirmó su buen momento, tirando con confianza. García encestó su primer triple en el epílogo del tercero. La monada estaba al frente, por mínima.

Entrando al último, 25 aprovechó para revertirlo. Un par de desatenciones, lo dejaron cuatro arriba. Muy cortado por las faltas, cuando tenían chances de tirar se dañaban mutuamente. Aristimuño y Morena abrieron sus cuentas personales, al igual que Nobile. Quedaron los dos en colectivas a siete del epílogo, pero extrañamente no lo usaban para ir a la línea. Cousté y Silva seguían produciendo. El 11 tuvo tiempo y espacio, para clavar otra buena bomba. El argentino continuaba machacando en la pintura, ampliando a seis a falta de cuatro minutos. Tras una pérdida y penal errado por Silva, el baldosa forzó hasta tener premio. Bien marcados los generadores, el pelado resolvió bien la penetración. El veinte se había olvidado del argentino, encima con la ventaja de los libres ante cada roce. Fue justamente Franco el que entregó cinco de aire. Un insólito rebote que cayó en la mano de Della Mea sirvió para bajarla a un triple. La corrida de Cousté sin oposición, los dejó a uno con 35 segundos por disputar. La bola fue abajo con Pennacchiotti que giró muy fácil hacia la derecha, para ponerla y quedar al frente por tres con 20 segundos restantes. Lo tuvo Della Mea para descontar, pero marró. El rebote fue del león que no soltó la punta. Sacudió la melena, para ganar el clásico por 85 a 80.

 

EL GRITO

“Goooool, goooooool, vamos nosotros”


Vaya que se extrañaba el clásico. Había sed de festejar y eso hizo Diego Olivera, tras la bandeja de Ottonnello que los puso 4 arriba. Metiéndose a la cancha y todo, casi como abrazándose con los que aún siguen sin poder estar en las canchas.

UNO x UNO

Morena (3): Para lo que había hecho en Liga, se esperaba más. Sin aportar en el goleo. Mejor en rebotes y asistencias. Cousté (7): De los perimetrales, el mejor de la cancha. Sorprendió con ataques en transición, sin dejar que su defensa se plantara. Della Mea (4): Arrancó bien y después le costó volver a meterse. Con la entrega de siempre. Ottonello (8): Se puso el overol para bancarse al argento. Encima colaboró con su doble decena. Wineglass (3): Complicado con las faltas de entrada. Se nota que es duro de aguantar de espaldas y que tiene fundamentos de frente, aunque tendrá que adaptarse rápido a la divisional. Tessadri (4): Ante la ausencia del extranjero, dio un paso al frente inicialmente. En las que dolían, le costó mantenerse firme. J. Núñez (5): Otro que saltó a la cancha para dar una mano. No estaba en los papeles y apareció interesantemente. García Morandi (5): En poco tiempo hizo bastante. Será importante cuando le otorguen más protagonismo. Cancela (-): Poco en el rectángulo. Olivera (4): Encontró soluciones en el banco, que no se sostuvieron en el final. Necesita mayor funcionamiento, al no contar con tantas figuras.

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Nobile (3): Pasaba desapercibido en la noche de Villagrán. Puso dos bombas que le suben un punto. García (6): Errático en su tiro en el primer tiempo. Sabiendo su rol en la ofensiva, quiso ponerse el equipo al hombro y terminó siendo pieza clave. Vázquez (3): Aún falto de ritmo. Seguramente la inactividad le haya pasado factura. Igual va a aportar su experiencia. Álvarez (3): Le costó acomodarse. Algunas cortinas, sin concretar sus roles con conversiones. Pennacchiotti (10): Puntaje perfecto en el primer partido??? Ver destacado. Silva (9): En su salsa. Se arremangó y remó con sus armas. Fundamental ingreso, arañando la perfección. Aristimuño (5): También llevaba mucho sin competir. Especialmente en el complemento, se hizo grande con la marca y las asistencias. Capalbo (2): No fue el revulsivo de otras veces, en esta misma institución. Condiciones le sobran. Erroizarena (-): Escasos minutos. Perez y Fletitas (-): Segundos en cancha. Sedes (7): Las individualidades le dieron aire. Cuando el equipo defiende, sabe que cuenta con hombres pesados para imponerse.

VAR

Gonzalo Salgueiro, Valentina Dorrego y Christian Barreiro (6): Para la cantidad de roces que tuvieron que pitar, la llevaron de taquito. Nunca se les fue de las manos el encuentro.

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LO DESTACADO

Vino un argentino, oriundo de Bahía. Y no podía ser malo. Pennacchiotti fue el más claro de la fría noche de Larre. Siempre claro y con lectura de juego, redondeó un debut recontra auspicioso. 31 puntos, 15 rebotes, 4 asistencias y el doble que cerró el match. Hizo todo el bueno de Franco, que seguirá dándole alegrías a 25. Ah, encima descansó sólo 10 segundos, se merecía esa misma calificación.

EL TERMÓMETRO

Si hay que buscar un momento caliente y representativo del regreso de El Metro, tiene que ser el ringui ranga. Atacaba 25 y Vázquez se le quería postear a Cousté. Primero se engancharon y cayeron ambos. Luego de levantarse con el siga-siga de Barreiro, volvió al piso Cousté.