Contundencia pura

El partido comenzó impreciso por parte de ambos equipos, donde ninguno de los dos lograba terminar de imponer su juego sobre el rival y terminaban con muy pocas decisiones acertadas. Esto recién se pudo romper cuando Bélgica logró encestar los primeros triples del partido en las manos de Julie Allemand y Hanne Mestdagh. Australia logró descontar apostando al juego interno con jugadoras más atléticas para cerrar el primer cuarto con una desventaja de cuatro puntos y un marcador de 21 a 17 favorable a las europeas. Para el segundo cuarto las oceánicas encontraron en Ezi Magbegor y Cayla George a las jugadoras que inclinaron la balanza a su favor, logrando ponerse en ventaja. El conjunto belga apostó por una presión más alta que le permitió robar varias pelotas en la salida australiana para alternarse el liderazgo del score, pero Australia cerró mejor el primer tiempo yéndose al descanso largo ganando 41 a 37.

En el segundo tiempo Bélgica salió con otra predisposición. Buscando bajar las revoluciones del juego y en ofensivas largas en las que se movía mucho la pelota buscando a la compañera mejor ubicada o el hueco en la defensa rival para atacar el aro, el tercer cuarto se fue con victoria australiana por 57 a 56 pero era apenas un espejismo. Ya en los últimos diez minutos Emma Meeseman y Kim Mestdagh terminaron de tomar las riendas del juego, haciendo que el equipo europeo jugara a lo mismo que en el cuarto anterior pero a otra velocidad, lo que terminó por ser demasiado para una defensa australiana que no pudo responder acorde a lo que proponían las rivales. Los últimos tres minutos ya daban muestra de que no había reacción posible y el triunfo belga terminó con cifras definitivas de 85 a 70.

Desde el arranque del partido China mostró un ritmo de juego arrollador que apenas le dio tiempo de reacción a las boricuas. El conjunto asiático brindó buenas jugadas colectivas, puntería al buscar el triple, casi perfección al ejecutar los libres y una gran transición defensa-ataque, por lo que los primeros diez minutos se los llevaron por amplio margen, 32 a17. En el segundo cuarto la tendencia fue más de lo mismo, por más que Puerto Rico quiso bajar las revoluciones del encuentro. Cuando China volvió a pisar el acelerador, se llevó la primera mitad 53 a 26.

En el complemento, Puerto Rico cambió la estrategia. Pasó a una presión elevada y robar la pelota para anotar lo antes posible, sin dejar jugar a China. Funcionó muy bien durante los primeros dos minutos en los que las boricuas pusieron un parcial de 7 a 0 a su favor, pero fue cuestión de que las chinas volvieran a anotar para poco a poco volver a sentirse en control del score y del partido para irse al último cuarto ganando 71 a 39. Ya sin ganas de sustos ni de pasarla mal, China salió decidida a llevarse el partido y liquidarlo lo antes posible en los últimos diez minutos con un marcador final de 95 a 55 para las asiáticas.