Un Lukitas bien Rubio

El partido arrancó con un ritmo anotador que era dificil de sostener para la albiceleste, más allá del buen inicio de Scola y Campazzo. Doncic empezó a mostrar su repertorio anotando sus primeros 15 puntos sin tirar, sí. Enfermo el niño maravilla. Su versatilidad de recursos complicó a la defensa de Garino que nunca lo pudo frenar. Los europeos cerraron el primero 32-24.

En el segundo, sin Doncic, Argentina metió rápido a su rival en colectivas y sumó desde la línea. Deck dio soluciones en campo abierto y Delía en las caídas al aro, pero los sudamericanos nunca pudieron imponer el ritmo de juego. El retorno de Luka, el trabajo a destajo de Cancar y los tiros a distancia de Prepelic fueron demasiado para la albiceleste. Eslovenia se fue 20 arriba al descano largo, con olor a juego sentenciado.

Y así fue. Porque en el complemento cambiaron gol por gol y, si bien los de Sergio Hernández emparejaron las acciones, nunca pudieron hilvanar defensas consecutivas como para soñar con una reacción que los pusiera en partido. Vaulet, Garino, Deck e incluso Campazzo y Vildoza sufrieron la noche soñada de Doncic, todos intentaron pero ninguno lo pudo frenar.

Eslovenia se fue de orejitas paradas, con un debut soberbio de Luka en los Juegos Olímpicos, y lo sacaron unos minutos antes del cierre, cuando pintaba que iba a batir todos los records.

España comenzó con un 7-0 de su clásico repertorio, el histórico. Juego por conceptos, cortes hacia el aro y dominio de la pintura con Marc Gasol. El minuto de tiempo de Julio Lamas hizo reaccionar al local que se plantó en zona y desde la fortaleza defensiva comenzó a tomar confianza, a los europeos les costó anotar ante la 2-3. Si bien los de Scariolo cerraron el primero 18-14, promediando el segundo con bombas consecutivas Japón logró empatar en 26 cuando faltaban 5.35 para el descanso largo.

Cuando parecía que los dueños de casa seguían de largo, los españoles elevaron los porcentajes, triples de Rubio y Llull iniciaron un lapidario 22-2 que quebró el trámite. Una vez que España abrió la zona, fue inteligente para encontrar espacios con las caídas de los grandes, especialmente de un inteligentísimo Pau Gasol. Ricky hizo funcionar todo a la perfección y desde sus manos regó de asistencias el flotante, los europeos arrasaron para irse 20 arriba al complemento (48-28).

La máxima llegó a ser de 24 en el amanecer del segundo tiempo, pero Japón nunca se dio por vencido y reaccionó desde lo anímico, mucha entereza para pelear el punto pese a las desventajas físicas y técnicas. De todas formas, los nipones nunca lograron bajar la renta a un dígito y, a tren controlado, España se quedó con el triunfo en el debut con cierta comodidad.