La ronda de notas a entrenadores de El Metro de Básquet Total pasó a cuadras de la plaza de los olímpicos a buscar la palabra de Juan Pablo Serdio, quien dirigirá a Unión Atlética en este campeonato.
Tenés un plantel con un montón de juveniles del club ¿cómo es trabajar con tantos gurises?
Son una banda. Más Felipe Trusich que ya es mayor pero también es del club, pero la mayoría tienen 19, 20 o 21 años. Lo importante es que, a parte del conocimiento que tengan para jugar, tienen que acostumbrarse a hacerlo con tipos como Emilio (Taboada), como el Tico (Nicolás Delgado), que la verdad son jugadores de otro nivel. Se están acostumbrando a ese juego que de repente no es el mismo con el que se cruzaban en formativas. Lo más importante de los gurises del club es, justo lo estaba comentando el otro día con la directiva, lo que empujan en el día a día. Tienen un gran compromiso con que las cosas salgan, están enchufados, quieren aferrarse a la oportunidad que van a tener, lo están haciendo con un compromiso brutal y eso entusiasma. Entusiasma y complica al entrenador porque están todos prendidos, ninguno se distrae y eso está bueno, pero genera la complicación de tratar de aprovecharlos cada uno en su momento y con sus características lo más que se pueda para el equipo.
¿Te rompe un poco el corazón ver a un guri enchufado y tener que decirle “vos quédate en el banco”?
(Risas) Sí y no. Ya lo hemos hablado con ellos. Es un tema de que las expectativas tienen que ser las más grandes, las más altas, y después prepararse para lo que toque. Porque en definitiva, formar parte de un plantel de primer equipo implica que después el resultado es lo que manda y hay que convivir con eso. Nosotros vamos a intentar de sostenerlo, que ellos tomen decisiones y que si ellos fallan o se equivocan tendrán un momento en el banco, pero van a tener otra oportunidad. No que prime el hecho de que hagan cualquier cosa, sino que prime el objetivo final que es que el equipo rinda y pueda jugar. Pero siempre se les va a seguir dando oportunidades, así comentan errores porque ese es uno de los objetivos que tiene el club y que nos comprometimos a llevar adelante este año. Vamos a tratar de sostenerlo, que tomen decisiones y se equivoquen. Para eso tenemos jugadores de calidad que nos van a sostener en momentos complejos del juego, o esa es la idea por lo menos.
¿Entonces la idea es darle mucho roce a los jugadores del club?
Sí, pero de acuerdo con lo que se pueda. Esto no es un campeonato de pre infantiles que tienen que jugar un cuarto cada uno. Los minutos se los van a ir ganando. Lo que les planteo es que ellos van a tener la oportunidad de estar en cancha tratando de generar un mix. No meter cinco gurises y que se manejen, sino que tengan su sostén también con jugadores de otra trayectoria. Las oportunidades las van a tener, después depende de cada uno si entran por tres defensas o por 15 minutos. Por mi parte no voy a tener problemas en hacer el juego del que ande bien sea el que sea. El rendimiento en la competencia dictará cuánto tiempo jugarán. Sí insistimos en que lo hagan, porque el que hace se gana una nueva oportunidad. Buscaremos competir con todos los rivales que tengamos en frente, pero siempre haciendo cosas y no buscar no equivocarse haciendo nada.
Hablemos un poco del extranjero, Antonio Bivins, ¿qué podés decir de él?
No era la primera opción, pero tuvimos un problema de salud con Felipe Rodríguez por una intervención quirúrgica que esperemos que llegue para el inicio del torneo. Pero como no era algo seguro, tomamos la decisión de cambiar el extranjero que buscábamos. Nuestro plan original era traer un extranjero más chico y tirador de tres puntos porque Felipe nos daba ese juego aéreo. Pero después se cayó lo del extranjero, que era Jessi Hardin (jugó El Metro 2018 en 25 de Agosto), y sumado a lo de Felipe, se dio de cambiar un poco la estrategia y trajimos un alero/alá pivot que sea atlético para que nos ayude a rebotear rápido y después correr. Por lo que pudimos ver, es bien lo que él hace. Esperemos que pueda cumplir bien esa tarea, no precisamos que nos solucione todo, pero sí que nos ayude a ser más atléticos, correr más la cancha, ser más intensos en defensa, jugar más arriba del aro. Esperemos que cumpla con lo que pretendemos.
¿Cuál es el objetivo de Unión Atlética en éste Metro?
A nivel de resultado deportivo, nosotros vamos a ir a buscar todos los juegos, pero también es relativo plantearse: “este año vamos a subir o vamos a hacer esto o aquello”. En realidad lo que hay que hacer es trabajar para que el equipo plasme en cancha la idea del entrenador, mejorar día a día y ser lo más competitivo posible. Cada partido que tengamos lo vamos a entrar a ganar. Los jugadores y el cuerpo técnico vamos a estar de lleno en eso. La dirigencia de Unión se plantea darle espacio a los jóvenes, pero entendieron que para eso era importante tenerlos contenidos, poder armar un plantel que fuera competitivo y no armar un plantel con los jóvenes del club y nada más. Lo entendieron así, lo conversamos antes de empezar los entrenamientos y hoy no somos aspirantes a ascender ni nada. Pero no vamos a ser jugadores sencillos de vencer, tenemos jugadores de muchísima calidad que han tenido una vasta trayectoria incluso a nivel de selecciones que nos van a ayudar mucho a jugar y si los gurises, como yo espero, se ponen a tono que vamos a ser competitivos con todos. Después los resultados irán diciendo dónde nos deja el cierre de la temporada.
Vos sos un tipo muy identificado con Malvín y ahora vas a cruzar a la vereda de enfrente a dirigir al rival de todas las horas. ¿Eso te trajo algún problema o alguna situación incómoda?
Lo primero es que voy a estar todo el tiempo cruzando de una vereda a la otra porque también voy a dirigir el femenino de Malvín al mismo tiempo que dirijo el masculino de Unión Atlética. Eso fue un compromiso con Malvín de dirigir la Liga Femenina y cuando Unión habló conmigo yo les planteé la situación, ellos entendieron que había un compromiso que no se iban a interponer y no había ningún problema. Después hay un poco de todo, pero lo que pasa es que yo me crie en el Michigan con la gente de Malvín y Unión Atlética todo el tiempo junta y a mí no me cuesta. Seguramente a alguna gente no le resulte cómoda la situación, pero con la pasión que corresponde a la tarea que voy a desarrollar y el compromiso que tengo con el equipo que tomó la decisión de respetar mi trabajo y que pudiera ser útil para ellos, para mí es a morir dentro de las dos situaciones. Dentro de lo mucho o lo poco que pueda saber de esto voy a poner mi 100% en cualquiera de los dos lugares porque me siento respaldado, tanto en el femenino de Malvín como en lo que estoy haciendo en Unión Atlética, eso es lo más importante. Entiendo que a los jugadores les gusta, lo están disfrutando, eso me reconforta y me exige a redoblar el compromiso. Alguna vez alguien me preguntó “¿dónde no dirigirías nunca?” y le respondí que nunca dirigiría donde no respetaran mi trabajo.