Hebraica Macabi perdió ante Malvín en un final que no estuvo a la altura, donde la terna arbitral revisó una falta a favor del playero y luego cuando el macabeo la última, estos lo desestimaron. Esta situación no cayó para nada bien en el equipo de la calle Camacuá que se fue sobre los árbitros cuando se retiraban de la cancha. No solo los jugadores quedaron muy enojados, la dirigencia también se fue sobre la terna que decidió terminar el juego y darle el triunfo a Malvín. Cuando los ánimos y las pulsaciones bajaron, Básquet Total habló con el argentino Federico Marin, que se refirió a la situación y su futuro en el básquetbol.

Al ser consultado sobre lo que pasó al final, el jugador macabeo dijo: “Esta fue una serie muy linda y emotiva para ver como espectador desde el hogar. Pero hubiese sido bueno que terminara de una manera clara para los dos equipos. Primero que nada dejar de lado el ego, de los árbitros principalmente, porque si ellos le dan la chance de revisar que supuestamente hay una falta en la zona pintada, ni siquiera el hombre de la pelota y nosotros lo aceptamos, lo justo sería que si nosotros pedimos que se vea que hay una falta en el rebote, nos merecemos la misma oportunidad”.

“Además, que si no es falta, porque los árbitros están seguros que no fue falta, lo veían y nos iban a decir que no es falta y ahí bueno, se perdió, vamos, saludamos y listo, todo bien. A ver, los árbitros se pueden equivocar al igual que nosotros en protestar o los técnicos y hasta los dirigentes desde atrás. Pero en una definición donde estás peleando seguir o irte a tu casa, lo mejor hubiese sido que la serie terminara de forma clara con la decisión de los árbitros” continuó diciendo.

Sobre que pide que se revise por parte de la terna, Marin dijo: “Lo que pedimos fue que se revise una falta en el rebote. Porque (José) Alessio dice que está seguro que Kiril (Wachsman) lo agarra en el rebote, que está seguro, no es que está inventando. Lo mismo que del otro lado, que le pitan una falta en la pintura, ni siquiera revisan el foul cuando yo le voy a contestar el tiro a (Nicola) Pomoli. Ojo, repito, puede ser que los jueces tengan razón, pero si ellos le dan la derecha al otro banco cinco segundos antes, por qué no le vas a dar la mano derecha al otro de revisar. Tampoco se entiende porque se van y se encierran en el vestuario cuando no se tienen que ir, porque tienen que decidir dentro de la cancha, nunca vi que los árbitros se vayan y se encierren”.

El argentino fue claro en no culpar personalmente a los árbitros, pero a la vez mostró su frustración por el final: “Pero no quiero caer con ellos, podrían haber sido otros jueces u otra situación, pero si que da un poco de impotencia perder así. No es nada personal con ellos tres, porque podrían haber sido otros. Tal vez lo que fue el juego, tanta protesta, se habló demasiado y eso los superó. Pero la verdad es que siento que no fue justo la forma en la que quedamos afuera. Sabíamos que teníamos muchas chances de quedar afuera, porque éramos cinco jugadores, uno que se lesionó en el segundo cuarto, Cáceres que salió del Covid y solo entrenó un día. Y te puedo asegurar que después del Covid no es vuelvo y ya está, yo lo tuve y cuesta uno o dos meses volver a la plenitud y toda esta situación que vivimos al final da impotencia. Pero el básquetbol es así y siempre da revancha, se aprende de lo bueno y mucho más de lo malo”.

“Lo que nos define como personas y jugadores no es el resultado, sino cómo afrontas lo que estás viviendo. Personalmente siento un orgullo bárbaro por los jugadores que estuvieron adentro de la cancha, el entrenador, el preparador físico, que nos hicieron creer que podíamos sacar esto adelante ante un equipo bueno y con todo el plantel completo. Siento mucho orgullo por lo que hicimos y me puedo ir tranquilo a casa porque dimos todo y más” resaltó Federico sobre lo que fue esta serie para su equipo y la forma en que la afrontó a pesar de las bajas.

Sobre su futuro en el básquetbol y si volvería a Uruguay dijo: “Me trataron muy bien en este mes, pero estoy en un momento de mi vida donde estoy poniendo en la balanza cuestiones más allá de las económicas. Por mucho tiempo priorice la parte económica y mi familia siempre me apoyó. En este momento cuando ya estoy cerca de los 40 pesa cada vez más lo familiar, tengo una hija que cumple en octubre los 15 años, mi hijo ya casi de 12 y tengo que sentarme y hablar con ellos. Si eso es así seguiré jugando desde mi ciudad, que es jugar en la segunda categoría, no jugaría por la plata, lo haría más por amor.”

“Obviamente que amo jugar al básquet, pero cuando te vas lejos de tu familia por mucho tiempo y casi no los ves, es claro que lo haces por un beneficio económico, son prioridades y momentos de la vida. No me quiero adelantar mucho, porque siempre dije de volver a jugar en Olavarría y nunca se dio, quiero disfrutar este momento y luego veré, puede haber sido mi último partido, sí, nunca se sabe, pero no me quiero adelantar a nada” Terminó diciendo el argentino que se va con impotencia por el final, pero se queda con el cariño y la hospitalidad uruguaya y macabea en este caso, que fue el club que lo arropó el último mes.