Hace cuatro temporadas Defensor Sporting llegó a una final, cayó en manos de Malvín y eso generó un nuevo proceso con Gino Alderete al mando. Dos finales en tres años y un plantel que se afianzó, potenció y creció desde todas sus aristas.
La derrota ante Malvín en la pasada edición constataba que las violetas iban por la senda correcta pero en un abrir y cerrar de ojos las disyuntivas crecían. El buen momento mostrado por Camila Kirschenbaum generaba que su salida era inminente. De a poco se corría el rumor de que Aldana Gayoso partiría a España y dejaría las instalaciones de Jaime Zudañez. Con unas formativas en pleno ascenso parecía que era el momento de explotar en primera división.
Todas las especulaciones fueron saldadas por Alderete. Con la audacia que lo caracteriza a un joven de su edad no mostró falencias ante las adversidades y brindó tranquilidad a sus dirigidas para afrontar el futuro.
Un poco más acá en el tiempo, y con Gayoso en el plantel. Defensor se dedicó a jugar a su forma y a su tiempo. Con la experiencia en la conducción Sylvie Bouissa que manejó su equipo a la definición. Sofía Acevedo llegó para acoplarse a un plantel muy bien estructurado y consolidado. Como a todos, la pandemia le pegó. Gayoso asumió el rol ofensivo y la quemó. Tiscornia aparecía siempre cuando su equipo la necesitaba. Todas estaban con el mismo objetivo: ganar.
La posible vuelta, la asamblea, las reuniones y la postura firme de Defensor de jugar estaba a la orden del día. La tranquilidad estaba garantizada con un montón de chicas que vienen en pleno ascenso y que el techo parece estar cada vez más lejos. Cada integrante del equipo tomó el rol que el técnico pedía y lo cumplió a la perfección.
Los partidos continuaban y las modificaciones en los quintetos eran asiduos. Todas estaban prontas para entrar y dar todo para cumplir lo que se le pedía. La proyección y el trabajo diario daban sus frutos en el mejor momento y cuando más se lo necesitaba.
Hoy las violetas festejan su primer campeonato. Hoy todos hablamos de Gayoso, de Tiscornia, de Panetta, de Schiavo, de Bouissa, de Cordara, de las Rivera, De Ezquiaga, de Gutiérrez, de Perchman, de Hernández y de Gutiérrez. Pero esto no se ganó ayer, se ganó hace años y el futuro también parece estar lleno de triunfos. El camino sigue siendo la recompensa.