Manuel Romero fue fundamental en el durísimo triunfo tricolor en el primer juego de la serie ante Defensor Sporting. Tras el mismo, el base conversó con Básquet Total.
Nacional se llevó un valioso triunfo, por ser el primero de la serie y además por cómo se dio el partido: “Un punto importantísimo, como siempre en estas series es clave empezar ganando. Jugamos sin un extranjero que seguramente estará debutando en el próximo, pero igual nos hicimos fuertes para llevarnos el partido que fue realmente una locura como se definió. Pudimos cerrarlo antes, aunque en el último cuarto se nos complicó, y después de dos alargues con un desgaste importante pudimos tomar la ventaja en la serie”.
Consultado sobre cómo disimularon la ficha innominada que el bolso dio de ventaja, Romero expresó: “Con un compañero de menos, y uno importante en la rotación para el juego interno pudimos controlar la situación para que se note lo menos posible. La zona que planteó Leo desde el principio para que se note menos la falta adentro fue muy importante en la estrategia del juego, la mantuvimos casi todo el partido y nos dio buenos resultados, más allá de algunas desatenciones que tuvimos y le dieron puntos fáciles”.
La zona estaba dentro de los planes, aunque quizás sorprendió manteniéndola durante casi toda la noche: “Estaba planificada, la entrenamos bastante en los últimos días porque era una de las armas defensivas que íbamos a utilizar. Desde el primer minuto la usamos y como nos fue funcionando para cuidar la pintura, la mantuvimos durante casi todo el partido teniendo referencias con los tiradores que nos dañaron por momento”.
El marco del partido fue algo poco común: “El Antel Arena es una cancha hermosa, somos privilegiados de contar con un estadio así, uno se siente en el mayor nivel jugando ahí. Es raro una cancha tan grande sin gente, hay un poco de aforo para dirigentes y otros miembros del equipo que se hacen sentir, aunque sean pocos. A nosotros creo que no nos beneficia jugar sin gente porque la hinchada que tenemos acompaña siempre y se hace notar. Después en el partido no importa donde sea ni quienes estén en la tribuna, somos cinco contra cinco y no importa si sea en el Antel Arena o donde sea, en el momento del partido sólo importa lo que pasa en la cancha, por suerte arrancamos bien y esperamos seguir así”.
Viniendo del parate, Zylberstein manejó el plantel con inteligencia para llegar entero a la definición, más allá del doble alargue y la ficha de menos: “Si bien no rotamos todos los jugadores, la rotación fue de ocho, pero con un muy buen reparto tanto de minutos como del goleo. La entrada de Carlos (Cabezas) fue fundamental, en el arranque cuando estábamos un poco entreverados, él entró muy enchufado y mostró la jerarquía que tiene, nos dio grandes armas ofensivas y nos las va a seguir dando. Tuvimos seis jugadores cerca de los 15 puntos, el goleo repartido nos hace un equipo peligroso. Hatila es desequilibrante lo que genera en ambos costados, contar con un jugador como él es una gran ventaja”.
Más allá de la importante victoria, Manuel sabe que aún hay mucho por mejorar: “De a poquito estamos volviendo a nuestra identidad, goleo repartido, correr la cancha, vamos a seguir mejorando, creo que en el porcentaje de tres puntos por ejemplo que fue una de nuestras armas, todavía estamos un poco en el debe. Tenemos grandes tiradores y creo que es cuestión de uno o dos partidos para que encuentren esa regularidad, más lo que nos pueda aportar nuestro nuevo compañero y vamos a ser ese equipo con grandes aspiraciones que somos”.