Seguimos conociendo las formativas de cada club, viajamos hasta Vilardebó y Porongos para visitar al Club Atlético Goes. Una institución de barrio, muy popular, que año a año fue creciendo y apostando a los chicos, es por ello que hoy en día asisten una gran cantidad de jóvenes promesas, cargados de sueños.
Fuimos con el objetivo de conocer en profundidad como se llevan a cabo las formativas en la plaza de las misiones. En el aspecto institucional Pablo, Sebastián y Daniel son los directivos que se dedican y trabajan para formativas, cabe destacar que el año pasado se generó un espacio denominado “Goes aprende y enseña”, donde se les brindó apoyo académico a los chicos de las formativas del club. Se le dió un lugar muy importante a los estudios, para de esa manera incentivar el aprendizaje a través del deporte.
Tuvimos la oportunidad de charlar con Andrés Borroni, y Gustavo “Colo” Reig. Dos entrenadores, relacionados fuertemente con la camiseta azul y roja, que tienen su lugar dentro del club formando a varios chicos que pasan desde escuelita hasta llegar al tan anhelado lugar en el plantel principal.
Con respecto a la idea de juego que se plantea dentro del club, ambos entrenadores nos plantearon lo mismo: “Tratamos de jugar la misma idea en todas las categorías, de que todos los chicos tengan buenos fundamentos y hacemos mucho trabajo sobre eso para poder tener más variables a la hora de atacar”.
Andrés nos contó: “Los lineamientos deportivos se establecen en común acuerdo entre los entrenadores donde cada uno aporta para un fin común”. Son cuatro los entrenadores que trabajan en formativas, y es de común acuerdo establecer de qué forma trabajar de acuerdo a las características de los chicos.
Posteriormente ambos entrenadores expresaron que es lo que más les gusta de trabajar en la formación. Gustavo Reig resaltó lo siguiente: “En general lo que más me gusta es la parte defensiva”.
Por su parte Andrés Borroni expresó: “El trabajar en formación reúne muchos aspectos, lo primero es la responsabilidad de saber que muchos padres ponen a sus hijos en manos de los profesionales de la institución para que se formen y desarrollen tanto deportivamente como socialmente”.

Siguiendo con las preguntas, nos adentramos en la importancia que le da el club a ganar partidos. Tanto Gustavo como Andrés sostuvieron que no es lo más importante, si bien se juega para ganar, se apuesta a que el resultado sea parte del trabajo que se viene haciendo. Con respecto a las categorías más pequeñas se apunta a la diversión y el aprendizaje.
En lo que refiere a la parte física Andrés expresó: “El profe es quien se encarga de individualizar los trabajos para el desarrollo de cada chico a determinada edad”. Mientras que Reig añadió: “Los más chiquitos es mucho en cuanto a la coordinación, mientras que los más grandes ya se apunta a fuerza, velocidad y coordinación”.
Finalmente, pudimos charlar con uno de los tantos chicos que asisten al Club Atlético Goes. Conversamos con Sebastián Sosa, tiene 18 años y se encuentra transitando su último año de juvenil, no obstante ya tuvo participación en el plantel principal. Por ello nos cuenta lo siguiente: “Mi camino sigue, este es mi último año de juveniles, pero espero poder seguir aprendiendo y disfrutando como lo vengo haciendo”.
Le preguntamos en qué aspectos creció el club y él como jugador y persona, contó: “En todo el transcurso que tuve en formativas, han salido buenos jugadores y eso habla del club, obviamente hay que mejorar. En su momento también se hicieron entrenamientos específicos para mejorar aquellas debilidades que jugadores de diferentes categorías teníamos. Ojalá siga creciendo y más de grande se pueda ver jugadores de Goes jugando a nivel profesional”.
Con respecto a las formativas en general, opinó lo siguiente: “El tema de los pases a otros clubes, me parece un poco complicado para algunos jugadores que quieren elegir seguir su carrera en otra institución”. Por último expresó que como la mayoría de los chicos, sueña con seguir jugando varios años en el mejor nivel que pueda.
Allí, en Vilardebó y Porongos, un club de barrio le abre las puertas a un montón de chicos, brindándoles un espacio, una pelota, un aro, un lugar para realizar ejercicio físico, un entrenador y hasta un soporte educativo. Un club popular, que como tantos, crece año tras año, desde el pie.