Un base picante y divertido de ver, qué llegó desde Paysandú a Aguada y se destacó ya siendo infantil, para convertirse en una de las "Promesas" del rojiverde de cara al futuro. Nacho Stoll contó su historia y cómo siente el juego a esta tradicional sección de Básquet Total.
Nombre: Juan Ignacio Stoll Thomasset
Nacimiento: 15/03/2004
Puesto: Base
Altura: 1.84cm
Clubes: Paysandú Wanderers, Aguada
“Es un chico que siempre amó el básquetbol, es su pasión. En 2017 debutó ya en Primera, algo que buscamos en el club. Lo hizo muy bien, maduró mucho y llegó a Montevideo con un bagaje de partidos importante. El interior te da ese roce de jugar con chicos más grandes y les hace muy bien. Nos sorprendió mucho el avance que ha tenido, está muy entusiasmado en mejorar la parte física y estamos en contacto con sus entrenadores de Aguada para que siga su proceso y pueda cumplir su sueño de jugar en la Liga Uruguaya”.
Comenzó a entrenar a los 6 años en Paysandú Wanderers “porque mi padre jugaba ahí”, y si bien tuvo varios entrenadores “Fernando Soria y Jorge Cabrera fueron quiénes me formaron”. Además, desde su llegada a Aguada el año pasado tuvo a Joel Pose quien lo “ayudó a desarrollar mucho más mi tiro y la confianza”.
“Me gusta mi estilo de juego, ya que lo hago porque me divierte y siempre veo lo que me equivoco e intento mejorarlo” continuó diciendo, aunque reconoció que cuando él no lo ve siempre tiene alguien que le dice en que debe trabajar.
Sobre sus fortalezas destacó “la lectura del juego y no rendirme hasta que termine el partido”, y en cuanto a los aspectos a mejorar se refirió a la falta de confianza en su tiro y que “sin dudas físicamente necesito mejorar mucho”.
Si bien durante la cuarentena está en Paysandú con su familia, cuenta que “conseguí pesas y un horario en la cancha para poder entrenar”.
Por el contrario, su rutina habitual es en Montevideo, donde vive con su tía y sus primos. Habitualmente estudia de mañana, almuerza en su casa y luego va a la práctica, para luego volver a casa a descansar y hacer deberes. “El descanso es algo que debería controlar mejor”, admite.
A nivel de estudios, está en 5º Biológico, con intenciones de estudiar en el ISEF para ser profesor de educación física o algo relacionado al deporte, “aunque prefería hacer biológico y medicina por si cambio de opinión”.
“Después de recibirme me gustaría dedicarme 100% al básquetbol que es a lo que en realidad quiero, pero como nunca se sabe tengo el respaldo de recibirme” dice un maduro Nacho, que desde los 8 años anhela ser jugador profesional “porque es lo que más amo junto a mi familia y amigos”.
Al consultarle sobre las diferencias entre el básquet sanducero y el que encontró en la capital dijo: “Dicen que es la intensidad, pero para mí es más que los cinco que están en cancha o entrenando tienen buen juego, el mayor cambio fue la competencia”.
Siguiendo con lo que fue ese cambio en 2019, contó: “en la primera parte del año llegué a decirle a mis padres que me quería volver, porque estaba muy estresado por el estudio y todo”, pero se fue acostumbrando y con la experiencia aprendió a manejarlo.
“Siempre me gustó Aguada porque me gustan mucho las hinchadas, además que juega mi jugador favorito de la Liga Uruguaya” dijo en referencia a Leandro García Morales, al tiempo que agradecido dijo que en el rojiverde todos lo han tratado muy bien. La final de Infantiles 2019 se jugó a tribuna llena en el gimnasio de la Av. San Martín y terminó levantando la copa, alegría completa.
Si bien antes de su venida había jugado muy poco con mayores en Paysandú, resaltó que “pude jugar contra mi padre”. Además, el verano pasado volvió a Wanderers para ser importante en su equipo en plena definición del título: “pude jugar y tuve muchos minutos en las finales que perdimos por uno en el último juego contra Allavena”. Tendrá su revancha ya que volverá a defender al bohemio en el próximo torneo sanducero, tras terminar la temporada de formativas 2020.
En el interior pudo jugar contra gente más grande y “aprender a jugar con mucha más cabeza que con el físico, y desarrollar más mi confianza en el tiro de tres puntos”.
Para completar un año redondo, participó del proceso de selecciones formativas en el CEFUBB y eso le ayudó mucho “en lo técnico, concentración y esfuerzo”. Resaltó los trabajos de defensa y el tener que “hacer todo lo más perfecto posible”.
Al hablar de objetivos Nacho dijo que “me gusta ir año por año”. Luego de ser campeón en su primer año en el aguatero en la temporada pasada le gustaría repetir y también “poder tener un viaje con la Selección”, lo cual seguramente pueda cumplir en 2021 cuando su generación tenga el Sudamericano U17.
Cuando lo invitamos a proyectarse 10 años hacia delante analizó: “a esa edad estaría en mí mejor momento, generalmente es la edad de los bases”, y se animó a decir que le gustaría jugar en “una liga europea o en la NBA, ya que lo veo posible”.
Para terminar, nos comentó quiénes eran sus referentes, Stephen Curry y “la mentalidad de Kyrie Irving”.