Con gran partido de de Andrés Piñeiro, San Telmo derrotó a domicilio a Yale y de esta forma consiguió una victoria impostergable.
Resumen del partido
La paridad reinó en un arranque que fue digno de la divisional. Con ambos elencos cerrados en la zona, la vía de gol eran ataques rápidos o bien, desde media o larga distancia. Promediando el primer período el perímetro del Santo se encendió y con Piñeiro organizando al equipo de gran manera abrieron siete de renta, y parecía seguir. Sin embargo Luis De León no permitió que eso sucediera. Cargando en la pintura y consiguiendo el doble y la falta en repetidas oportunidades, guió al cuadro a poner un 10-0 que lo dejó al frente culminado el chico, 20-17.
En el descanso corto Riera tomó la decisión correcta en cuanto a la marca. La extendió a toda la cancha y de esta manera no dejó que su rival estuviera cómodo, perdiendo balones y tomando tiros bajo mucha presión. Con este planteamiento los de la calle Cardal pasaron nuevamente en el tanteador y abrieron la máxima de ocho. Pese a que los de Jacinto Verá hicieron lo posible por acortar diferencias, 45-37
A la vuelta del vestuario, San Telmo salió decidido a quebrar el juego a su favor. Con un buen ingreso de Pons, excelentes minutos de Piñeiro y una defensa insoportable abrieron casi sin problemas una máxima de 17 unidades, ante un Yale que reaccionó minutos más tarde de la mano de Carvidon. Una bomba de Sánchez sobre la chicharra levantó a la tribuna y le dio esperanza a la gente de cara al cierre, estando solo nueve abajo, 69-60.
El envión anímico del triple empujó al local a continuar con la racha. Buscando el juego en la pintura y tratando de molestar a su rival en la otra mitad de la cancha, logró su cometido, poniéndose a cuatro puntos con tres minutos por jugar, y desatando la locura en la visita, que no aprovechó los libres que tuvo para cerrar el encuentro tempranamente. De todas formas la experiencia pesó más, y cuando parecía no haber luz al final del túnel, aparecieron Ignacio Pons y Johnny Rodríguez para sentenciar la primera victoria de los de Riera, por 87 a 77.
UNO x UNO
YALE
Briñón (4): No pudo repetir actuaciones previas. Sánchez (7): Buen juego en ambos lados de la cancha. Motivó a sus compañeros. Maggiari (5): Fue de menos a más. Carvidon (7): Fue un pilar fundamental en la remontada. De León (8): Fue el responsable de que los de Jacinto Vera estuvieran en partido en el primer tiempo. Martínez (3): Poco ayudó su ingreso. Yozzi (4): No cumplió. Borges (-): Pocos minutos. Arhancet (6): Se vio superado por el banco rival. Acertada decisión de extender la defensa para la reacción.
SAN TELMO
Rivas (6): Correcto juego. Piñeiro (9): Defendió como si no hubiera mañana. Puso orden en el ataque, asumió y fue clave. Pereira (4): Flojo partido. Rodríguez (7): Apareció cuando las papas quemaban. López (4): No incidió demasiado. Pons (8): El mejor de la cancha. Su ingreso cambió al equipo en todos los aspectos. Marchelli (6): Aceptable juego ingresando desde el banco. Giano (6): Dio intensidad defensiva. Pernas (4): Se esperaba más. Riera (8): Fue inteligente con los cambios, y la estrategia. Dirigió y animó a sus jugadores.
EL VAR
Daniel Borio, Mauricio Correa y Jorge Araujo (5): Tomaron un protagonismo innecesario. Pese a pitazos dudosos, no influyeron en el resultado.
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Lo destacado
En los partidos, cada equipo busca sacar una ventaja de su rival, ese plus que lo lleva a ganar. Puede ser la localía, el aliento de sus hinchas, una jugada específica o hasta una cábala. Si bien hoy fueron cinco en el rectángulo, el santo contó con un sexto jugador muy cerca a la línea, y fue Rodrigo Riera. No solo utilizó los minutos de tiempo para hablar con sus dirigidos, sino que en cada posesión les marcó lo que podían cambiar, mejorar, o simplemente los alentó. El técnico fue uno más dentro de la cancha, siendo ese plus que se necesitaba para la victoria.
Lo distinto
Siempre hablamos de copiar las cosas buenas de otros torneos o equipos. Equívocamente esperamos que esos cambios ocurran en la máxima categoría, pero todos están en condiciones de hacerlo. Por más pequeño que se vea, Yale demuestra un interés mayor por sus jugadores con una simple pregunta al llegar al banco. La consulta es para saber qué quieren tomar. Así es, no es agua lo único, sino qué hay para todos los gustos. Para la próxima podrían acordarse de estos humildes servidores y tenernos algo para matar el frío 
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