Peñarol superó a Danubio 91-68, en un juego que dominó de punta a punta, para iniciar el torneo invicto.

Resumen del partido

El Carbonero marcó su supremacía en el amanecer del partido. Dañó cuando la pelota fue al bajo con Alston y supo controlar de buena forma su pintura, obligando a mucho tiro perimetral del rival que no estuvo certero. Zuvich se sumó al buen momento del aurinegro, sumando desde más allá de los 6,75, pesando adentro y conteniendo de buena forma a Mathis. A pesar de buenos minutos de Nicoletti, Castrillón encontró un buen ingreso de García Morandi que sumó de tres para cortar la reacción. En el tramo final del primer chico, los locales, siguieron aprovechando su ventaja adentro, sumaron algún contraataque y rompimientos, con los que sin necesitar de un buen porcentaje de tres puntos, se fueron 11 arriba al primer descanso.

Dos tempranos bombazos de Álvarez abrieron el segundo chico con un 6-0. Sedes metió mano con minuto de tiempo y levantó el franjeado, que atacó más el aro con buenos resultados, con un Galletto fundamental en este rubro y creció en confianza para sumar tres bombazos, primero en manos de Grolla, después de Pereira y después uno grande de Nicoletti a marca contestada para descontar a 6. Castrillón contestó con su minuto y trajo a cancha nuevamente a varios titulares, sin embargo quien respondió fue Asaravicuis, con un triple para alejar la reacción, una tapa soberbia en su aro y encaminando un contraataque para disipar el buen momento de su equipo con un 5-0. Pero la visita terminó cerrando con un triple del Postre para terminar el primer tiempo 41-33 en desventaja.

Danubio mantuvo el envión anímico del final del cuarto anterior, castigó con puntos de segunda oportunidad y con un gran rompimiento más de Galletto se puso a 4. Bombazos de Zanotta y Álvarez le devolvieron a Peñarol dos dígitos de ventaja en un partido que creció en porcentajes, en el que ambos se intercambiaron anotaciones. La Franja lo llevó parejo, volvió a ponerse a 6 puntos, sin embargo un error de Mathis sobre el cierre del tercer cuarto, permitió al Mirasol conseguir un robo cerca del aro rival para irse 8 arriba al último descanso.

En un último cuarto que inició parejo, un par de antideportivas pitadas a favor de Asaravicius y el control del rebote ofensivo del aurinegro empezaron a inclinar el juego a favor del dueño de casa. A la visita le costó volver al juego ante bajos porcentajes de tres puntos y los de Castrillón lograron liquidarlo tempranamente, con Asaravicuis asumiendo, con un triple de Zanotta y un doble y falta de Alston que le puso la tapa al partido.

UNO x UNO

PEÑAROL

Zanotta (7): Jerarquía y pico para la divisional. Vuelve a aparecer en momentos complicados. Álvarez (7): Complementa una sociedad de lujo en la base. Triples en momentos claves. Wenzel (5): A tono del equipo. Zuvich (6): Rol fundamental. Control de la zona de la pintada. Alston (8): Vuelve a demostrar todo su talento ofensivo. Incontenible para una tabla como la de Danubio. Pérez (5): Errores y aciertos, suma adelante, permite rebotes del rival en el momento de la reacción. Blazina (3): Desapercibido. Asaravicuis (8): Destacado. García Morandi (6): Entró en momento complicado, puso un triple importante. Erroizarena, Gardiol y Pazos (-): Poco en cancha. Castrillón (7): Buena administración del banco. Llegó con más resto al final y si bien por momentos perdió el rumbo, supo enderezar a tiempo.

DANUBIO

Galletto (7): Rompimientos claves en la reacción. Pereira (6): Levantó sus porcentajes en el correr del partido. Nicoletti (5): Venía siendo importante. Una antideportiva tonta que terminó con el partido. Mathis (3): Una rafaguita. Está en deuda. Grolla (4): Perdió más de lo que ganó. Pons (4): Físicamente superado. Tuvo chispazos. Sánchez (4): No fue el revulsivo. Magnone (3): Poco. Miller (-): Pocos minutos en cancha. Sedes (4): Rumbeó al equipo con buenos minutos pedidos tras malos momentos. Su poca rotación de plantel costó en el cierre.

EL VAR

Adrián Vázquez, Martín Fernández y Mauricio Correa (6): No tuvieron grandes inconvenientes, Adrián Vázquez llevó bien el control del partido. Martín Fernández tuvo un par de antideportivos en los que no sostuvo el criterio, pero en líneas generales cumplieron una buena tarea.

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Lo destacado

Cuando el rival se venía, cuando metía presión, el momento de Asaravicius en el juego terminó siendo fundamental, encabezando un parcial con el que Peñarol frenó el buen momento rival. Sus buenos minutos hicieron que se ganara más entre los titulares y allí, no tuvo vergüenza, asumió, dañó y se quedó con las jugadas del quiebre del juego. Uno de los que conoce el técnico desde formativas y sabe que en el banco tiene un gran respaldo para momentos complicados

Lo distinto

Peñarol tenía una clara ventaja respecto a Danubio en la tabla. Tanto Zuvich como Alston se frotaban las manos previo al partido, pero no por la cantidad de puntos que podían anotar en la pintura, sino por quedarse con la primera pelota del partido. A la hora del salto, los dos quisieron pelear esa bola para el Carbonero, por lo que piedra, papel o tijera mediante, definieron quien tocaría la primera pelota por el aurinegro. La maña del uruguayo terminó ganando, pero quien terminó sacando ventaja fue Mathis, que entre la incertidumbre entre los internos Manyas, se quedó con la primera del juego. Clínico el ojo de BT como siempre.

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