Trouville pasó por arriba a Urunday Universitario 106-60 en su gimnasio y de esta forma se aseguró entrar en la liguilla de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Resumen del partido
Buen marco de público en Pocitos para observar a la escudería de Álvaro Tito de gran ascenso en su rendimiento en el Clausura. Al revés que su rival de turno que comenzó muy bien la segunda rueda, y terminó muy flojo.
Naranja al aire impulsada por Andrés Bartel, comenzó parejo hasta que los Red Bull apretaron el acelerador y no pararon más. Parcial de 8-0 promediando el primer chico, para el rojo que jugó un gran partido, muy concentrado, sólido atrás, solidario adelante y teniendo como figuras a todos en escena.
Cambios de hombres constantes, hicieron confundir al quinteto inicial de Urunday, que no hace mucho tiempo atrás, era muy fuerte y de lo mejor del torneo. Bajísimo porcentaje de tres puntos con un claro 0/8 en los primeros 20 minutos.
Básquetbol moderno implementó el local, con mucha velocidad de ejecución, cada jugador en cancha ocupaba los espacios de gran forma, los perimetrales no abusaban del tiro perimetral, rompían y descargaban para el compañero mejor ubicado, culminando el primer tiempo con un juego en equipo excepcional, 50-22.
El complemento se esperaba una reacción del verde de la Avenida Suárez que nunca llegó. Lo único positivo es que fue competitivo en ese cuarto, con insinuaciones de Emilio Taboada, algo esporádico de Chaz Crawford –que fue el más regular en el primer tiempo-, y nada más, no hubo ninguna solución desde el banco de suplentes para Héctor Da Prá, que debe ocuparse y preocuparse por el rendimiento de sus dirigidos.
Álvaro Tito rotó el plantel y el ritmo de juego no cambiaba, no bajó la intensidad ni tampoco dejó que el adversario pudiera pararse en cancha. Lo pasó por arriba y desprendió muchos aplausos de las tribunas en el gimnasio de Chucarro, quizás, sin exagerar una de las mejores exposiciones de Trouville desde que remodeló sus instalaciones.
La escudería Ferrari es italiana, específicamente de Maranello, hoy cambió la base a la calle Alejandro Chucarro, Pocitos, Uruguay.
UNO x UNO
TROUVILLE
Marotta (6): Su reingreso fue mejor al arranque, se acomodó. Robinson (5): No lo necesitó con luces encendidas, sólo con balizas prendidas. Catalá (6): Correcto, como su corte de pelo. Ruiz (5): Un obrero que siempre cumple. Harrison (7): Generoso, y ganó todo en la pintura ofensiva. Mayora (7): Marcando es peor que mosquito en verano, gran ingreso en ataque. Galletto (5): Pocos minutos, mucha magia. Massa (6): Siempre cumple. Soto (5): Correcto. Barriola (6): Trascendente y en sintonía desde el banco. Martínez (4): Aportó lo suyo en el costado defensivo. Cáceres (8): Lamentablemente hay un gran jugador que no arranca a entrenar en Uruguay. Anota Magnano, 09…”Ah, ah, ah, ah” dijera Susana Giménez. Tito (8): Hasta se sentó de piernas cruzadas, es de esas noches donde el DT se siente gratificado porque los jugadores cumplen a la perfección en el rectángulo de juego.
URUNDAY UNIVERSITARIO
Zubiaurre (4): Flojísimo PT, levantó en el complemento. Brown (3): Apresurado, malhumorado, impreciso. Taboada (4): Se fue descalificado, no repitió su gran temporada hasta el momento. Lee (4): Pasó por la peluquería y maquilló sus números al cierre. Crawford (5): El mejor estudioso. Romero (2): No pudo cambiar mucho. Morena (4): Correcto, debió entrar antes y jugar más. Medina (3): No pudo dar su salto de calidad. Miller (-): Entró con el partido liquidado. Pomoli (4): Muchas ganas, no pudo cambiar mucho. Da Prá (3): No encontró soluciones en el banco, quizás Morena era un revulsivo defensivo como ya lo hizo el año anterior. Ni los Globetrotters podían con Trouville.
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Lo destacado
Ansiedad, presión por ganar y evitar esperar resultados favorables para lograr el objetivo, eran algunas de las cosas que podía tener Trouville. Fue todo lo contrario, tranquilidad absoluta en cancha, cada uno cumpliendo su rol de gran forma, es imposible destacar a uno, por eso el premio hoy es en colectivo, ya que cumplieron el objetivo jugando a gran nivel.

Lo distinto

Quinnel Brown comenzó con unos championes de color verde fluorescente que mareaba a cualquiera que estuviese mirándolo fijo cinco minutos, se veían desde la rambla más o menos. Se dio cuenta rápido que mareó el gran juego que tuvo Urunday en el campeonato y se los cambió, pero claramente el problema no eran los “pepos” de Quinnel. Sino que Trouville era una aplanadora. De todos modos estaban pitucos los del arranque, para alguna domita de la barra de Básquet Total. ¡Están buenísimos!
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