Sayago venció en la hora a Atenas 68-66 luego de ir perdiendo durante todo el partido y llegó a su segundo tirunfo de la Serie LUB.

Martin Rial y Mauricio Correa arbitraron el encuentro correspondiente a la serie LUB entre dos equipos que no comenzaron del todo bien el año.

El encuentro inició con Atenas mejor. De la mano de una intensa defensa y corriendo la cancha, las alas negras lastimaron al local y abrieron hasta 15 de renta. Bruno Fernández y Ezequiel Silveira eran las figuras para que los de Frydman comenzaran a ilusionarse con su primer triunfo en la serie LUB. En Sayago el mejor era el pivot Bruno Cassina. Los primeros 10 minutos se fueron 29-14 para la visita.

El segundo período fue distinto. El local comenzó a mejorar en tiro exterior y encontró en Andrade un buen organizador para desarrollar mejores ofensivas. En ese tramo achicó la desventaja y se colocó a 9 unidades. Atenas lo bancó con muchas visitas a la línea de libres y alguna bomba de Fernández. En el local comenzó a ser importante De León. Al descanso largo se fue arriba la visita 40-31.

El segundo tiempo ya fue otro totalmente distinto. Tomás de León comenzó a ser imparable para la defensa ateniense y sacando muchísimas faltas en la pintura acercó a su equipo. La visita se quedó sin gol y abusó de un tiro de tres puntos que no fue efectivo. De todas formas, el tercer cuarto terminó con ventaja para Atenas de ocho unidades. El ingreso de Lucas Bonet en los de Ariel y la Vía le dio un aire necesario en defensa que vino bárbaro para el resto del juego.

El último período fue el de la confirmación. A las alas negras definitivamente no le salió nada y el local tocó la puerta de la remontada. Muchísimos libres tirados en ambos equipos hicieron del partido uno largo y cansino. A falta de 24 segundos, la visita ganaba por dos unidades, pero la pelota era de Sayago. Increíblemente apenas un segundo después de que repusiera el local, Santiago Prato cometió una tonta falta sobre Mateo Dogliotti para que este igualara el encuentro. Ahora la responsabilidad era de la visita. De todas formas, y contra todo pronóstico, luego de quemar los 20 segundos que quedaban, las alas negras fallaron en su ataque y con una corrida bárbara de Gabriel Torales con sólo 4 segundos en el reloj sufrieron un gol y foul enorme que hizo levantar a los familiares que acompañaron el encuentro y todo el banco de suplentes. Sólo con una décima en el reloj, Torales tiró a errar y el triunfo se quedó en la vía.