Argentina y Uruguay jugarán un partido de gran atractivo en Olavarría en el camino a China 2019. Analizamos al rival, nuestras ventajas y lo que puede pasar dentro del rectángulo.

Quizá el quinteto que más nos pueda complicar -y puede ser el inicial- sea el que conformen Laprovittola, Brussino, Deck, Scola y Delía. La ventaja física en el 2-3 exigirá un esfuerzo adicional por parte de los defensores para neutralizar el tiro de Brussino y los recursos varios del “Tortuga”.

La generación y tiro de “Lapro”, o del mismo Balbi, pueden ser controladas por Parodi o Vidal, pero el juego de pick and roll será uno de los grandes desafíos para la defensa uruguaya. Poder mantener a Calfani en esta defensa sería muy positivo, así como la concentración a la hora de las rotaciones para llegar a los tiros especialmente estando en cancha Redivo y Brussino. Saiz y Mainoldi también pueden complicar en este rubro, aunque obviamente no manejan los mismos porcentajes que los anteriormentes nombrados.

Calfani tendrá la dura tarea de comenzar con Scola, y sin dudas es el indicado para la tarea por su gran capacidad defensiva. Los momentos en que Deck vaya como alapivot quedarían mano a mano Batista y Scola, y seguramente ambos buscarán evitar desgastarse y cargarse de faltas. Los minutos de Hatila pueden rendir en esta situación.

Indudablemente la mayor ventaja celeste pasa por Batista en el poste bajo, claramente superior a Delía. Seguramente en pos de dar ayudas los del “Oveja” soltarán al “4” o al alero, y esto puede ser castigado por tiradores como Ducasse, Cáceres e Iglesias.

Uruguay buscará constantemente a Fitipaldo en salidas de indirectas para su triple, el posteo de Batista o el pick and roll entre ambos como generador de desequilibrios.

Otra ventaja puede generarse en el jugador defendido por Brussino o Fjellerup, quienes no tienen su contención de uno por uno como una fortaleza. “Panchi” jugando como escolta puede causar grandes estragos en una de esas noches inspiradas del mercedario.

Será fundamental manejar el ritmo de juego, primero para no permitir puntos de corridas o transiciones fáciles especialmente por parte de Deck o Fjellerup, pero también porque la rotación Argentina indudablemente pasará por al menos diez jugadores, al tiempo que Uruguay tendrá tres jugadores sobre los 35 minutos seguramente.

La chance está. Argentina puede ser superior pero no es el rival imposible de unos años atrás. Una buena estrategia planteada por Signorelli y una buena noche de nuestros compatriotas nos puede dar un punto que nos daría un enorme empujón en el camino a China.