En 1967 se llevó a cabo por primera y única vez en la historia hasta los días que corren el Campeonato Mundial de Basquetbol en Uruguay. La celeste finalizó en séptima posición.

Fue la quinta edición de este certamen y también en América del Sur: Brasil en 1954 y 1963, Argentina en 1950 y Chile en 1959 habían sido las anteriores. El seleccionado nacional dijo presente por cuarta vez: ya lo había hecho con un sexto puesto en 1954, noveno en 1959 y décimo en 1963.

Doce años más tarde llegó la oportunidad de organizar el Mundial siendo el cuarto país de este lado del mundo en hacerlo. Inicialmente la idea de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) fue hacerlo en 1966 pero la coincidencia con las elecciones generales obligó a postergarlo a 1967. Se llevó a cabo del 27 de mayo al 11 de junio y las sedes uruguayas elegidas fueron Mercedes y Salto, además del Cilindro Municipal de Montevideo que sería reservado para la ronda final.

También se había designado una subsede en la ciudad argentina de Bahía Blanca pero la misma debió ser cambiada porque el gobierno del país vecino (que en ese momento era una dictadura bajo el mando del general Onganía) no otorgó las visas de ingreso para la delegación de Unión Soviética.

En su lugar fue designado el Palacio Peñarol como segunda sede en la capital. Lo que si se jugó al otro lado del Río de La Plata fue la fase de consolación, que tuvo lugar en Córdoba.

Participaron 13 selecciones: Argentina, Brasil (vigente campeón), Perú, Paraguay, México, Estados Unidos, Puerto Rico y Uruguay por América, Yugoslavia, Italia, Unión Soviética (URSS) y Polonia por Europa mientras que Japón fue el único representante de Asia.

Primera fase

El régimen de disputa fue el mismo que en la edición pasada: con doce selecciones divididas en tres grupos de cuatro. Las dos mejores de cada zona se metían en la ronda final, además de Uruguay que como anfitrión ingresaba directamente en esa instancia.

El grupo A se disputó en el Estadio del club Praga de Mercedes con México, Yugoslavia, Estados Unidos e Italia con la clasificación de yugoslavos y norteamericanos.

La serie B se llevó a cabo en el Palacio Peñarol. Compitieron Argentina, Perú, URSS y Japón donde los soviéticos y los vecinos rioplatenses demostraron su superioridad y pasaron de fase.

La zona C tuvo lugar en el gimnasio del club Universitario de Salto y fueron parte Puerto Rico, Polonia, Paraguay y Brasil. El pasaje lo obtuvieron brasileños y polacos.

Ronda consolación

Se jugó en Córdoba con las seis selecciones que quedaron eliminadas en primera ronda para definir los lugares del 8 al 13. Era una liguilla todos contra todos donde las posiciones quedaron de la siguiente manera:
8-México
9-Italia
10-Perú
11-Japón
12- Puerto Rico
13- Paraguay

Ronda final

La disputaron siete selecciones (los seis clasificados más Uruguay). Constaba de un heptagonal todos contra todos donde el mejor se consagraba como campeón.

Se jugó en el Cilindro Municipal, que fue adaptado como estadio con la colocación de tribunas para ese campeonato. Después de toda una Primera fase viendo a los visitantes, había mucha expectativa por presenciar a la celeste. Y era lógico, más tratándose de un Mundial

La actuación no fue la esperada con una sola victoria ante Yugoslavia y cinco cotejos perdidos. No obstante, ese triunfo fue más que resonante por el rival, una potencia europea que peleó el título.

El debut marcó una abultada caída ante Brasil 63 a 45. La segunda presentación fue otra derrota más estrecha ante Argentina 79 a 75. La tercera parada tuvo un nuevo amplio revés contra Estados Unidos 88 a 53.

Luego llegó el turno de URSS. La celeste por momentos le dio batalla pero no alcanzó y perdió 60 a 54. De todas formas mostró otra imagen que daba esperanza de poder lograr al menos una victoria en los últimos dos cotejos.

Y así fue. Yugoslavia apareció como el penúltimo adversario y en un partido memorable Uruguay se impuso 58 a 57 sorprendiendo a todos con un resultado que muy pocos esperaban. Fue la única alegría pero especial sobre todo por la envergadura del contrincante al que se le ganó.

La definición del título recién fue en la última jornada. Los celestes no pudieron repetir lo que habían hecho y perdieron 72 a 62 con Polonia quedando séptimos, últimos en la fase final y en la mitad de la clasificación general.

Los encuentros Yugoslavia-URSS y Estados Unidos-Brasil definían todo. Los soviéticos, norteamericanos y yugoslavos llegaban encabezando la tabla con cuatro victorias mientras que los norteños tenían tres triunfos.

El panorama seguía siendo favorable para los balcánicos pese al revés ante Uruguay. Si vencían eran campeones sin importar lo que sucediera en el otro cotejo pero volvieron a dejarla pasar. URSS se quedó con la victoria por 71 a 59.

Había que esperar lo que pasara entre Brasil y Estados Unidos. Si ganaban los estadounidenses se quedaban con el oro pero si el éxito iba para los sudamericanos serían los soviéticos los que subieran a lo más alto del podio.

Finalmente 80 a 71 fue la victoria para los brasileños que permitió que el título se fuera para el viejo continente. Yugoslavia seguía sin poder sacarse la espina y acabó segunda mientras que los norteños no pudieron revalidar el cetro pero obtuvieron la medalla de bronce desplazando a su último rival de turno al cuarto puesto.

Quinto fue Argentina mientras que Polonia y Uruguay resultaron sextos y séptimos respectivamente. Estos dos últimos acabaron con un solo triunfo pero por el resultado entre si los polacos se vieron favorecidos.

El plantel uruguayo era dirigido por Raúl Ballefín e intregrado por Ramiro De León, Walter Márquez, Julio César Gómez, Víctor Hernández, Omar Arrestia, Óscar Moglia, Sergio Pisano, Washington Poyet, Manuel Gadea, Daniel Borroni, Juan Ceriani y Luis García.

¿Mundial Argentina-Uruguay 2023?

Con el nuevo sistema de clasificación la Copa del Mundo se empezará a disputar un año después que la de fútbol, con el fin de que no coincidan ambas citas mundialistas. Por eso luego de lo que fue España 2014 la siguiente edición será China 2019, para la que en breve arrancarán las ventanas eliminatorias.

Ese es uno de los grandes objetivos: devolver a la selección a un Mundial, cuando desde 1986 no concurre, además por supuesto de recuperar la identidad con el público.

Esto último va camino a lograrse y ya quedó demostrado en la AmeriCup, donde se logró la organización de una subsede y en la que durante tres días la gente acompañó al combinado charrúa en el Palacio Peñarol.

Y está todo dado para que siga así ya que el nuevo régimen clasificatorio (ventanas eliminatorias de dos partidos de local y visitante) permitirá seguir viendo a la celeste en nuestro país.

Pero volviendo a la primera meta mencionada, se están agotando recursos para lograr verla en un Mundial. Además de China 2019, la Federación Uruguaya de Basketball (FUBB) decidió postularse junto a la Confederación Argentina de Basketball (CABB) para que ambos vecinos rioplatenses lo organizen conjuntamente en 2023.

Argentina tendría la mayoría mientras que habría una o dos subsedes en Uruguay, que espera con ansias la llegada del Antel Arena, un escenario de gran nivel que albergaría el campeonato en caso de que FIBA dé el visto bueno.

La decisión se conocerá en breve. Pero desde ya que todo el país y sobre todo los amantes del básquetbol se ilusionan con ver a la selección codearse con las potencias mundiales y ni que hablar si es en casa.

Todo es muy difícil pero si hay algo cierto es que cuanto más duro es más nos gusta. La máxima confianza en el trabajo de Marcelo Signorelli bajo el lema ¨Somos equipo, somos Uruguay¨ y en las autoridades que se esfuerzan día a día para que esos sueños se hagan realidad.

A 50 años del único Mundial……. y ¿a seis del próximo? Dios quiera que si, el tiempo dirá, pero es indiscutible que se está trabajando intensamente para que así sea.