Con cardiólogos cerca y la tranquilidad que el corazón late fuerte pero nunca se quiebra, los hinchas de Cordón se acostumbraron a gozar de triunfos épicos en finales cerrados en los últimos 30 años.

La historia marca el rumbo de los clubes. El albiceleste es uno de los más ganadores del básquetbol uruguayo con ocho Federales. En los últimos años, además, se acostumbraron al placer de sufrir en finales cerrados donde la alegría terminó siempre abajo del puente.

Hubo muchas y va a ser imposible repasarlas todas, pero recordamos algunas de esas que hicieron estallar de felicidad a los cordonenses. En 1991 Cordón fue campeón venciendo 3-1 a Neptuno en las finales, con libres en la hora.

Más recordada es la definición de 1995, contra Hebraica y Macabi, en llave que terminó 3-2. En el juego definitorio puso libres fundamentales Jeff Granger y erró dos Marcelo Capalbo anteriormente, que en ese entonces defendía al macabeo, en uno de los cierres más infartantes de la última etapa de Federales.

El 2001 tiene un montón de hechos significativos que seguramente lo hagan el torneo más festejado en la historia de Cordón. No solo le cortó el quinqueño a Welcome, si no que fue con libres sobre el cierre de Gonzalo Caneiro. Además encestó un triple a tabla de Milton Bell. Aquel día, hubo una pérdida de Nicolás Mazzarino que terminó siendo fundamental.

En 2002 el torneo cobró un significado especial, se llamó Julio Zito tras el fallecimiento del ícono dirigencial de la historia de la institución de la calle Galicia. El albiceleste venció nuevamente a la “W” con una doble de Caneiro sobre la hora en juego de locos. El “Gonchi” recibió a falta de seis segundos y con conversión desde la esquina desató el delirio. Pero, además, había a la final con anotación agónica de Leonardo Vacca ante Defensor Sporting en quinto partido. De película.

En la DTA 2014, con brutal importancia por significar el año del retorno tras la suspensión de afiliación, Cordón le ganó a Larrañaga en cancha de Capitol con tiro de Nicolás Ibarra en suspensión desde el libre que picó un par de veces en el aro para entrar muerta de risa. Parecía imposible, pero se dio otra vez.

Anoche, sin conversiones de tal calibre, pero soplando hacia afuera los triples de Massa y Simmons el albiceleste volvió a festejar en final cerrado para sellar su vuelta a primera división.

La costumbre no evita el nerviosismo en este tipo de casos. Pero la experiencia da tranquilidad que el corazón no se va a quebrar en momentos de tensión absoluta. Más allá de todo, saben que al final siempre terminan festejando y descorchando, repletos de felicidad. Cordón, Cordón, que grande sos...