A pesar de venir de una familia marcada por el básquet, comenzó a jugar recién a los 17 años. Poco después es protagonista de este Metro defendiendo a Capitol. Promesas presenta a Federico Soto.

 

 

Nombre:              Federico Soto Mera

Edad:                    19 años (17/09/97)

Puesto:                 Ala-Pivot

Altura:                 1.95

Club:                     Trouville

 

¿Cómo empezaste a jugar al básquetbol?

De chico jugaba al fútbol en el Club Náutico, a pesar que mi abuelo y mi padre fueron jugadores de básquetbol. A los 17 años, había dejado el fútbol y estando en el club se me acercaron y me sugirieron que jugara al básquet y ahí empecé. En Mini había jugado seis meses en Trouville, pero nunca más había practicado.

 

O sea que empezaste en Náutico…

Sí, nos dirigía Sebastián Martínez y tenía amigos en el club. Nos fue muy bien además, ascendimos de Serie 5 a la 4 y luego a la Serie 3. Jugaba en cadetes y juveniles, y me gustó bastante. Al final de ese año Augusto Pons me dijo que no podía ser que con mi padre siendo ídolo de Trouville yo no jugara ahí, y para juveniles ya me cambié.

 

¿Qué Entrenadores tuviste en Formativas que te hayan marcado?

Sebastián Martínez en Náutico fue quien me enseñó a jugar, todo lo básico. A pesar que el club no tiene plantel de Primera y es más social que deportivo él me enseñó a ganar. En Trouville con Augusto (Pons) era como ir a clase todos los días, todo lo que es fundamentos era como ir a una academia, fue cuando me desarrollé como jugador.

 

¿Cómo te definís vos como jugador?

Este Metro estoy jugando como “4”, más interno. A mí me gusta jugar de “3”. Soy un jugador muy enérgico, que defiende, que salta. No me caracterizo por el tiro, aunque puedo tomarlos. Mi característica principal es estar físicamente bien y darle presión a la defensa, también rebotear.

 

¿Estás trabajando para mejorar especialmente en algún aspecto?

Desde que estuve con Pablo Morales en Sub 23 trabajé mucho el tiro y el pique, en un grupo de entrenamiento matutino. Me sirve más que nada pensando en jugar de alero en el futuro.

 

¿Al haber arrancado tarde se te hizo más difícil?

Es como que vengo corriendo de atrás. A nivel de fundamentos he tenido que trabajar mucho la mano izquierda, por ejemplo. En los dos años en Trouville también cambié mucho el tiro, el pique y el movimiento de pies, que Augusto (Pons) me insistía mucho.

 

Aparte sacabas mucha ventaja en el juego físico…

En Náutico jugaba en serie 5, y el juego era muy físico. Además no había tanto nivel ni altura, entonces se me hacía más fácil. Después en serie 1, e incluso en Primera, me di cuenta que no podía ser sólo físico, porque había jugadores mucho más grandes que yo y no podés ir a chocar.

 

¿A qué edad decidiste que querías dedicarte al básquetbol?

Cuando empecé en el Náutico pensaba sólo en jugar, por mis amigos y para hacer deporte. Pero cuando fui a Trouville empecé a cambiar la cabeza ya desde la pretemporada. Augusto (Pons) siempre me dio mucha confianza y me proyectó, y cuando empecé a jugar en Sub 23, a verme con otro nivel de jugadores me di cuenta que estaba la posibilidad de dedicarme a esto.

 

Entrenaste con el Primero en Trouville, ¿qué te sumó?

Lo primero era tener a Izuibejeres de capitán, que es un líder por excelencia. Se aprende mucho con jugadores de ese nivel, que han ganado todo, especialmente en la forma de entrenar. No me gusta llamarlo trabajo porque no veo el básquetbol así, pero si la dedicación. Y aparte la mayor diferencia la noté en lo táctico.

 

Ya jugaste dos torneos Sub 23, y clasificaron a la final para este año nuevamente. ¿Cómo ves al equipo?

El año pasado éramos un equipo con muchos juveniles, pero teníamos a “Nando” Cáceres que era determinante. Lo tomé más como para aprender y crecer como jugador, se nos dio llegar a la final pero lo central para mí era desarrollarme.

Este año los que éramos juveniles tenemos un papel mucho más importante, y creo que podemos ganar el campeonato. Hay equipo para eso y tenemos la espina de la final del año pasado, se sumó Galletto que es un gran jugador y tenemos mucha confianza.

 

Estás jugando El Metro en Capitol, ¿cómo se dio esa oportunidad?

Era un objetivo, y lo hablé con Facundo Hernández que lo conocía de Trouville. Yo quería jugar El Metro sí o sí. Surgió la oportunidad de Capitol y conocía a Wenzel, me gustó y estoy muy contento, es un club muy lindo. Somos un equipo joven, con muchos Sub 23, por eso podemos correr y presionar bastante. Confío mucho en el equipo.

 

Cambiando un poco de área, ¿cómo has ido conciliando el básquetbol con los estudios? 

Estudio en la ORT para Contador, estoy en 2º año. No es fácil, pero con esfuerzo se puede hacer. En época de Liga he tenido la comprensión de Trouville con el tema del estudio, y con sacrificio se hace. El estudio en casa es fundamental, y es una prioridad para mí.

 

¿Quiénes son tus referentes en el básquetbol? 

Izuibejeres es uno, no sólo como jugador sino como persona, por los valores que transmite como capitán del equipo. Pensando más en mi juego, Kawhi Leonard es un fenómeno por la humildad y como defiende, lo admiro. A nivel local Parodi es un fenómeno, y el “Pica” Aguiar como alero me gusta mucho.

 

¿Cuánto te marca tu familia en la construcción de tu carrera? 

La experiencia de mi abuelo me marca mucho, él fue olímpico en 1956 y siempre estuvo muy presente desde que empecé a jugar, me va a ver, no se pierde un partido. Es muy exigente conmigo, siempre me está marcando los errores y lo que estoy mejorando, y con eso aprendo constantemente. Mi padre es un plus, por lo que significa para Trouville, que es como mi segunda casa, soy hincha desde chico y estaba siempre en el club. El hecho de que él haya sido ídolo suma, pero él es él y yo soy yo, y quiero formar mi nombre y mi carrera más allá de lo que él hizo.