Con otra noche soñada de Gastón Semiglia Unión Atlética derrotó 98-82 a un Auriblanco que arrancó bien pero se desdibujó rápido.
Noche calurosa, Nuevo Malvin reluciente, a pasitos de la rambla el clima era ideal para ir a la cancha con abrigo liviano a disfrutar del básquetbol de El Metro. Ante algun osado que se la jugó a ir de bermuda comenzó el partido sin ataques en las primeras dos posesiones, en señal de protesta proclamada por la BUA.
Arrancó mejor la visita, con un Camilo Colman atrevido dañando de afuera y en penetraciones, además Andrés Jones inició certero de cara al aro rival. Poco recibió Rod Goncalvez, pero se las ingenió para sacar un par de faltas y colocar libres, 13-2 ganaba el papal que movía bien el balón adelante y rotaba perfecto atrás centrando la defensa en Gastón Semiglia.
Minuto de Martín Sedes y los primeros alientos tibios de la tribuna llegaron para romper la monotonía silenciosa. Ya con ambiente de partido oficial levantó Semiglia y con él, el equipo. Dos bombas y un gol a campo abierto colocaron a la UA rápidamente en juego. Colman fue el mejor del visitante que careció de paciencia para atacar la zona que implementó el local. En la última el goleador juntó marcas y dejó solo a Alonso que puso un triple que generó la primera explosión del gimnasio de la calle Velsen, 19-15 arriba el del barrio Bella Vista.
El segundo se inició con un 5-0, mucho más metido el azulgrana que arrancó a defender y correr la cancha. Auriblanco se mantuvo con puntos aislados de Joaquín Jones y Goncalvez. Pero le duró poco al papal, que atacó muy mal, no leyó bien los ataques, perdió balones sin tirar y nunca logró efectivizar el balance. La UA jugó a placer, defendiendo y corriendo se hizo un festín con Alonso y Semiglia como principales exponentes. Además fue muy buena la conducción de Fernando Ferro y la lucha interna de Alfonso Arrillaga. Auriblanco casi no dio faltas que cortaran goles fáciles, el local creció y su gente festejaba, 43-33 al descanso largo.
El complemento comenzó con Auriblanco mostrando mayores argumentos para atacar la zona. Álvaro Taibo fue el mejor dentro de un equipo que pasó a tener dos problemas: el bajísimo porcentaje de libres y la toma de rebotes ofensivos del rival. Tirando dos y hasta tres veces el local mantuvo la renta, Alonso fue importante. Semiglia clavó tres triples al hilo y los de Sedes se fueron 72-57 al último.
Cuarto final donde Auriblanco se llegó a colocar a 11, pero pese a que su entrenador alentó desde el banco y festejaba cada conversión en busca de iniciar una reacción, el papal nunca tuvo argumentos sólidos para ir por el partido, erró muchos libres. Unión dominó todos los aspectos del juego, gozó de un enorme Semiglia y con una bandeja de Ferro selló la victoria cuando todavía restaban algunos minutos para el final.
Para la anécdota queda el debut de Joaquín Dios Reyes que con 14 años tuvo sus primeros minutos en primera, noche inolvidable de quien lució la número 4 azulgrana. El destaque además para Matías Martínez que pese a no estar en condiciones sanitarias pidió para jugar y lo hizo muy bien.
La terna no influyó en el resultado pero tuvo algunos errores importantes en el segundo tiempo. Goncalves barrió un balón luego de que tocó el aro, lo sancionaron doble cuando la acción del brasileño fue correcta, después una zona en contra del Auri cuando claramente el último en tocarla fue Ignacio Cambón.