Escolta de Selección, recién terminó su etapa juvenil y encara los desafíos que vienen: el TNS23 con Malvín y la próxima Liga de Ascenso con Tabaré. Promesas presenta a Gonzalo Díaz.
Nombre: Gonzalo Díaz
Edad: 19 años (10/07/97)
Puesto: Escolta
Altura: 1.91
Club: Malvín
Apodo: “Gonchi”
¿Cómo empezaste a jugar al básquetbol?
Jugaba al baby fútbol en Playa Honda, en Malvín. Mi padre me dijo para probar en el básquetbol, porque él había jugado un tiempo en Capurro y Malvín, y empecé a entrenar. Arranqué a los 10 años, me empezó a gustar y no paré.
¿Qué entrenadores tuviste en Formativas que te hayan marcado?
Primero que nada Augusto (Pons) que fue quien me enseñó a jugar desde chico, y es de lo que más te queda. Luego estos últimos años tuve al “Chato” (Horacio Martínez) que también me ayudó mucho.
¿A qué edad decidiste que querías dedicarte al básquetbol?
Después del Premundial con Uruguay, que no tuve un buen torneo. Tuve un tiempo en que no sabía qué hacer, y luego empecé a entrenar mejor, a tomarlo más en serio. Ahí justo fue cuando empecé a entrenar con Primera, empecé a ver cómo era y decidí ser jugador de básquetbol.
¿Cambiaste algo de tu forma de hacer las cosas desde entonces?
Más que nada los hábitos. La alimentación y la seriedad a la hora de entrenar, tanto físicamente como en cancha.
Me hablabas de cuando empezaste a entrenar con el Primero, ¿qué diferencias notaste ahí?
Tenía 16 años, y las diferencias centrales era lo físico. Todos eran más fuertes y más rápidos. Aparte en lo basquetbolístico entendían mucho más que yo. A mí la selección me había dado una muestra de eso, porque se tomaba más profesional.
¿Qué te aportó ese pasaje por las Selecciones formativas?
Ver cómo era un equipo que peleaba por cosas serias, fue lo que me despertó el interés realmente por el básquetbol. Jugador con y contra jugadores mejores me gustó mucho.
Y estás en el grupo de Selección Sub 23 desde el inicio del proceso Signorelli…
Es lindo estar y que te tomen en cuenta para un proceso como este. Siempre es lindo estar en la Selección, por más que no sea un grupo definido. Pude viajar a Salto para jugar amistosos con equipos argentinos y personalmente me sumaron bastante, era otro juego y otra intensidad. Ellos tenían jugadores de primer nivel, recuerdo a Jonatan Slider en Estudiantes de Concordia era muy bueno. Como anécdota, en una de las primeras jugadas el base de ellos se fue y yo quise saltarlo a tapar y me la hundió en la cara (risas). Pero fueron buenos partidos, y me dejaron muchas cosas.
¿Cómo te definirías vos como jugador?
Soy un escolta que le gusta hacer de todo. Me gusta terminar, tomar el tiro de tres, pero también ir para el aro, asistir o jugar el pick and roll para generar para mis compañeros.
Vas a jugar la LUA en Tabaré, ¿cómo se dio?
Estoy muy contento, antes tenía la ansiedad de poder arreglar. Tuve una oferta de otro equipo también, yo lo de Tabaré vino por Jesús Rostán que es mi representante. Me pareció la mejor decisión.
¿Qué expectativas personales tenés para este torneo?
El Metro es para tener minutos. Voy a tratar de codearme con jugadores de Primera que tienen un poco más de roce. No sé aún cuál será mi rol, supongo que vendré del banco para ayudar al equipo en lo que necesite. Me gustaría poder dar una sorpresa, creo que tenemos un buen equipo.
Estando en Malvín tenés la oportunidad de tener a Pablo López como entrenador. ¿Qué te suma eso en tu formación?
Soy un afortunado de estar acá, sé que es de los clubes que trabaja mejor. Pablo es un entrenador muy intenso y detallista, uno se va acostumbrando y aprendiendo cómo es, y suma mucho.
¿Cómo ves a Malvín en esta edición de la Liga?
En este último tiempo el equipo se ha estabilizado, ganamos el Super 4, y sentimos que hay una buena química y estamos jugando mejor. Ahora se da el cambio de extranjero, que aún no lo conocemos, pero creo que nos puede dar para pelear hasta el final.
El año pasado jugaste en Torneo Sub 23 y fueron campeones, ¿qué expectativas tenés para la edición que empieza ahora?
Personalmente, va a ser mi primer torneo con un rol más importante. Voy a intentar soltarme, porque jugas contra jugadores más grandes y eso está bueno. Como equipo, si bien todos somos jóvenes, con el “Postre” (Santiago Pereira) que es ’96, vamos a pelear cada partido.
Cambiando un poco de área, ¿cómo has ido conciliando el básquetbol con los estudios?
Este año volví a empezar la Facultad de Ciencias Económicas, el año pasado había empezado pero no me fue bien, me costó organizarme con el doble horario y con un viaje que hice a Estados Unidos para buscar opciones de becas. Este año estoy encarándolo mejor, yendo de tarde y estudiando en casa también.
¿Quiénes son tus referentes en el básquetbol?
Nicolás Mazzarino, que juega en mi posición y es un privilegio tenerlo al lado. Entreno con él, me defiendo e intento mirarlo porque es increíble lo que juega. Además de da consejos y lo escucho siempre.