Sebastián Izaguirre fue una de las figuras del Hebraica y Macabi que vapuleó a Aguada 102 a 78 en su recinto y le sacó el invicto que tenía el rojiverde en la Avenida San Martín. Además el equipo macabeo quedó puntero del torneo junto al aguatero.
Por Gonzalo Botta
El equipo de la calle Camacuá planteó un partido perfecto desde lo táctico y supo sacarle rédito durante los 40 minutos de juego. El ir a jugar a la cancha de Aguada frente al locatario que no conocía la derrota no era un partido más para los dirigidos por Leo Zylbersztein: "Habíamos hablado antes del partido que era fundamental, que teníamos que venir con la energía correcta y creo que eso fue lo que hicimos y pudimos sacar esta diferencia. Nos vamos contentos".
Hebraica nunca se vio incómodo en el campo de juego ni su victoria pasó sobresaltos. El partido para el macabeo terminó siendo soñado: "Supimos manejar la energía que tienen ellos. Es un equipo energético, juegan muy agresivo durante todo el partido, nosotros intentamos emparejar eso y además tuvimos una gran efectividad desde el tiro. Eso fue lo que nos dio la victoria".
Izaguirre fue fundamental desde el minuto cero tanto en defensa como en el ataque. El interno explicó por qué se dio el quiebre entre ambas instituciones tan rápido: "Desde el principio sacamos la diferencia. Entramos y marcamos la cancha, jugamos al básquet que es lo que sabemos y desde la línea de tres se nos empezó a abrir el partido para nosotros".
El macabeo no tuvo una buena primera fase pero en los momentos importantes aparece el potencial, colectivo e individual del equipo. El sanducero tiene claro para que está la institución: "El objetivo nuestro siempre fue ser campeón. Si salís campeón un año tenés la obligación de repetir lo hecho y vamos por buen camino".