Aguada se consagró vicecampeón de la Liga Sudamericana en 2013 en Montevideo, siendo la mejor actuación histórica de un equipo uruguayo en ese campeonato.

El aguatero venía de ganar la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB), luego de vencer 4 a 3 a Defensor Sporting en la final, y así cerrar una herida de 37 años sin llegar a lo más alto. Eso también le permitió volver al plano internacional. Y regresó en gran forma. Si bien no fue campeón, quedó en la puerta y realizó una gran campaña que muy pocos esperaban.

Primera ronda

Participaron 16 clubes. Los mismos se dividieron en cuatro grupos de igual cantidad de equipos. Los dos primeros de cada zona avanzaban a los cuadrangulares semifinales.

Aguada formó parte del grupo D junto a Argentino de Junín, El Bosque (Perú) y Guácharos de Maturín (Venezuela). Justamente la ciudad venezolana fue la sede. Allí empezó el camino. El conjunto rojiverde se trasladó al país caribeño y no lo hizo solo: un grupo de hinchas también se tomaron el vuelo para darle su apoyo a un club que es más que popular en el básquetbol uruguayo.

El debut no fue bueno. Marcó una derrota con Argentino de Junín por 65 a 60 que complicaba las cosas. La recuperación llegó con una victoria ante El Bosque, el rival más débil del grupo, por 75 a 54 para llegar a un mano a mano con el local, que había vencido a los peruanos y caído ante los argentinos. Una parada difícil como siempre es enfrentar al anfitrión con la hinchada en contra.

Tras un gran partido que fue para el infarto y además se disputó en condiciones anormales con un piso imposible de transitar donde hubo muchas caídas y resbalones, el aguatero abrochó la clasificación con un 89 a 88 tras dos alargues en 67 y 76. Así terminó avanzando en segundo lugar atrás de Argentino de Junín que ganó los tres cotejos.

Completaron el libreto de los clasificados Uniceub, Boca Juniors, Baurú, Caquetíos de Falcón, Sao José y Peñarol de Mar del Plata. El otro representante uruguayo, Defensor Sporting, no pudo seguir el mismo camino y quedó eliminado. Integró el grupo B. Perdió con Caquetíos 97 a 91, después le ganó a Universidad de Concepción 87 a 80 y cayó ante el local Baurú por 89 a 73 para quedar tercero y fuera de zona de clasificación.

Segunda ronda

Aquí los ocho clasificados se dividieron en dos series de cuatro. Los dos mejores de cada una clasificaban al Final Four, donde se enfrentarían en semifinales forma cruzada los primeros contra los segundos. Los ganadores pasaban al match por el título y los perdedores disputaban el tercer puesto.

Aguada se ilusionaba con hacer historia. Por eso redobló la apuesta y no se conformó con participar: también hizo el esfuerzo por traer su serie a Montevideo. Y lo logró. Y la hinchada acompañó. Fueron tres jornadas muy disfrutables donde copó el escenario brindando apoyo al equipo y tirando la presión de la localía a los contrarios.

El Palacio Peñarol fue testigo de uno de los cuadrangulares semifinales que tuvo la presencia del aguatero, Argentino de Junín, Peñarol de Mar del Plata y Uniceub de Brasil. El primer partido ponía enfrente al mismo rival que la fase anterior. Esta vez el desenlace fue otro. Aguada se vengó de la derrota y lo doblegó por 84 a 69.

La segunda jornada puso como adversario a un grande de Argentina y de América como es Peñarol de Mar del Plata, que venía de caer en el debut contra Uniceub por 88 a 61, y con muchas figuras más allá de la baja importante de Facundo Campazzo.

El score final a favor de los uruguayos fue de 81 a 72 para sacarse de encima a un gran rival y encaminar la clasificación que no se pudo dar matemáticamente esa noche porque Argentino de Junín dio la sorpresa al derrotar a los brasileños por 79 a 68.

La tercera parada tenía a Uniceub, otro equipo durísimo. A primera hora se midieron los argentinos con triunfo para Peñarol por 74 a 64 lo que selló la clasificación aguatera. De esa forma salió a jugar ya sabiéndose clasificado y con menos presión.

Lo que si no pudieron fue defender el primer puesto porque los norteños terminaron ganando por 88 a 83 y desplazaron a los dirigidos por Javier Espíndola al segundo lugar. De esta forma Aguada y Uniceub se metieron en el Final Four junto a Bauru y Boca Juniors que lo hicieron por la otra zona.

Final Four

La dirigencia nuevamente hizo el esfuerzo por traer la definición a Montevideo y lo volvieron a conseguir.

El gran clima que se vivió en la ronda anterior dejó muy contentas e impresionadas a las autoridades de la Asociación de Baloncesto Sudamericano (ABASU) y de la Federación Panamericana de Baloncesto (FIBA Américas) que vinieron y eso inclinó muchísimo la balanza para que les volvieran a dar la sede.

La semifinal encontraba a Baurú como contrincante. Un partido memorable donde Aguada llegó a perder hasta por 22 puntos, lo trajo y lo ganó por 82 a 80 con un triple de Pablo Morales sobre el cierre y otro excelente juego de García Morales para darle el histórico pasaje a la final. Allí esperaba Uniceub, que había derrotado a Boca 81 a 69 y se veía nuevamente las caras con el aguatero.

La misma ya se palpitaba mucho en las horas previas con entradas agotadas y un Palacio Peñarol que iba a explotar más aún que en las etapas precedentes. Allí se dio la lógica. Uniceub era el favorito, tenía un gran plantel con figuras como Alex García (quien no disputó ese encuentro), Guilherme Giovanonni, Nezinho, Marcus Goree, Martín Osimani y la dirección técnica de un entrenador de elite, multicampeón como Sergio “Oveja” Hernández. Y lo terminó demostrando.

El primer tiempo finalizó 53 a 38 arriba con gran actuación de Osimani y parecía que lo quebraba pero el rojiverde reaccionó en el tercer cuarto de la mano fundamentalmente de Leandro García Morales y Jeremis Smith para llegar a igualar el cotejo en 55 con un parcial de 17 a 2.

Pero los norteños se despertaron y con un Goree encendido se fueron seis arriba al último, donde el trámite fue parejo hasta las últimas dos vueltas del reloj. Luego Uniceub lo cerró definitivamente con un score de 93 a 81 para terminar con la ilusión de los de la Avenida San Martín. Por el bronce Bauru superó a Boca Juniors 79 a 71 para completar el podio.

Aunque no logró el objetivo final, no se opaca la gran campaña que realizó el rojiverde. Llegó a la final cuando casi nadie lo daba, se transformó en el primer club ni argentino ni brasileño en lograr ese privilegio en Liga Sudamericana, le plantó cara a los grandes del continente y le dio el gusto al país de ser testigo de dos series, una de ellas nada menos que en la definición.

Vale mencionar a su hinchada que en cada partido copó el Palacio Peñarol, empujó, alentó y cuando finalizó el cotejo decisivo le reconoció y agradeció el esfuerzo y la actitud a los jugadores. Además cuando se realizó la premiación aplaudió a Uniceub cuando recibieron las medallas y el trofeo de campeón. Un ejemplo a imitar sin ninguna duda.

El plantel estaba conformado por Leandro García Morales, Federico Bavosi, Rodrigo Trelles, Pablo Morales, Pablo Ibón, Iván Arbildi, Lucas Vassaluchi y los extranjeros Jeremis Smith, Greg Dilligard, Dwayne Curtis, Cedric Mc Gowan, Brandon Hunter y Keving Palacios.

Vale la pena resaltar que algunos no estuvieron en todas las fases sino que reforzaron al equipo en algunas de ellas. En el caso de Hunter fue cortado durante la competencia.

Los vicecampeonatos no se festejan, la gloria solo la tiene el campeón. Pero sí se reconocen y este fue un subcampeón muy digno del que muchos se van a acordar. Por eso nuestro merecido reconocimiento en “Más de un siglo de historia”.