All In venció a Rebusk2 67-55 y se proclamó campeón de la Divisional B completando un año con dos títulos que lo consolidan como un equipo que llega pisando fuerte a la máxima categoría.

All In consolidó un 2016 perfecto en la LBM. Entró y sin dificultades consiguió el título de la C en el primer semestre, tras perder algunos jugadores importantes llegó a la Divisional B, el equipo demostró estar a la altura, fue creciendo y volvió a gritar campeón.

Rebusk2, que había sido el mejor equipo de la temporada, llegaba como favorito a las finales. Los dos equipos con el objetivo de ascenso cumplido, iban por la Copa.

El azul sufrió el golpe de la primer final, donde los oriundos de Olimpia pese a las bajas importantes de Pratto y Sánchez se quedaron con el triunfo. Ya para el segundo juego, el que tuvo ausencias importantes fue Rebusk2, que acortó la rotación. Los negros, con 11 jugadores a la orden propusieron una intensidad que su rival solo pudo soportar un cuarto.

A partir de ahí, con Pratto y Pasini como estandartes el equipo de Colón manejó el trámite. En defensa, Sánchez y Méndez se intercalaron para ir desgastando a Piedrabuena y Ferreyra hizo lo propio con Ferrín. Si bien Rebusk2 a base de su experiencia y oficio logró colocarse a 4, All In llegó entero al cierre, repartió el goleo y se quedó con cierta comodidad con el segundo título de su 2016.

Ambos equipos estarán en la máxima categoría en el 2017 y suben con intenciones de protagonismo. El campeón hizo escalerita perfecta y lo miran con ojos de atención, tiene un plantel compacto, de gente que se conoce hace mucho tiempo y funcionan con una química colectivo que hace diferencias pese a los buenos valores individuales con los que cuenta.