FIBA invitó al rojiverde a una nuevo certamen internacional. En “Más de un siglo de historia”, aprovechamos para recordar la campaña del 2014 donde Aguada consiguió en Río de Janeiro el tercer puesto de Liga de las Américas para continuar con el gran momento que estaba viviendo.

Al título de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUBB) 2012/2013 se le sumó el subcampeonato de Liga Sudamericana 2013 que le otorgó la invitación para este torneo.

Además de Argentina, Brasil y Venezuela, empiezaron a aparecer equipos de países como Puerto Rico o México en Liga de las Américas. Eso aumentó el nivel y la exigencia y también dignifica aún más la actuación que tuvo el aguatero.

Primera ronda

Jugaron 16 clubes que se dividieron en cuatro grupos de igual cantidad. Los dos mejores de cada una se metían en los cuadrangulares semifinales. Aguada quedó emparejado con Lanús, Uberlandia de Brasil y Leones de Ponce de Puerto Rico en una zona que lo tuvo nuevamente como anfitrión.

Si, una vez más logró la localía pero con una diferencia: lo hizo en su propia cancha ya que las dos anteriores en Liga Sudamericana habían sido en el Palacio Peñarol. El Estadio Aguatero se vistió de fiesta para la tercera serie internacional. En ella el rojiverde debutó con una clara victoria ante Lanús por 93 a 74, en lo que era el rival más débil de la zona.

La segunda presentación mostraba un adversario a priori más duro pero Uberlandia tampoco pudo con el conjunto uruguayo. Aguada ganó 87 a 71 en un encuentro que llegó a estar más de una hora detenido por goteras y humedad producto de la intensa lluvia que cayó sobre Montevideo.  Fue la única nota negativa de la organización, que fue muy buena con un clima espectacular, pero sin dudas ese hecho puntual dejó una mala imagen hacia el exterior.

La tercera y última parada fue con diferencia la más dura con un apretado éxito sobre Leones de Ponce 93 a 92 que permitió avanzar invicto a la ronda siguiente con un doble de Leandro García Morales en la hora que también festejó Uberlandia que con ese resultado abrochó su clasificación.

Completaron el libreto de los clasificados: Cocodrilos de Caracas, Pinheiros, Regatas Corrientes, Halcones de Xalapa, Flamengo y Capitanes de Arecibo.

Segunda Ronda:

Los ocho equipos se dividieron en dos grupos de cuatro. Avanzaban al Final Four los dos mejores de cada uno. Después se enfrentaban los primeros contra los segundos en forma cruzada y los ganadores jugaban la final mientras que los perdedores se medían por el tercer puesto.

En el primer cuadrangular donde estuvieron Flamengo (clasificó primero), Halcones de Xalapa (avanzó segundo), Uberlandia y Cocodrilos de Caracas.

Luego llegó el turno de Aguada. La historia se volvió a repetir y luego de nuevos incesantes esfuerzos de la directiva, volvió a ser el organizador, teniendo como rivales a Capitanes de Arecibo, Pinheiros y Regatas de Corrientes. Esta oportunidad la sede volvió al Palacio Peñarol.

El debut marcó una dificultosa victoria pero triunfo al fin ante Capitanes de Arecibo, el más débil de la serie, por 86 a 81 que permitía llegar con más tranquilidad a los cotejos más duros.

Pinheiros, que en el debut había derrotado a Regatas por 93 a 91, acabó con el invicto aguatero al vencerlo por 84 a 72. De esa manera llegaba a la última jornada mano a mano ante los correntinos que dieron cuenta de los boricuas por 93 a 80. Los norteños ya estaban clasificados y con el primer lugar asegurado.

Capitanes de Arecibo tuvo su premio consuelo y venció a los brasileños por 88 a 87 en la antesala de lo que prometía ser un partidazo.

Y así fue: un match no apto para cardíacos. Regatas tenía un gran equipo con muchas figuras, la más resonante: Paolo Quinteros, quien tuviera pasaje por Trouville y además fuera integrante de la Generación Dorada.

Fue un cotejo muy reñido, punto a punto y en el cierre Aguada ganaba por tres y parecía que se lo llevaba pero un triple de Pedro Calderón sobre la chicharra igualó en 65 y mandó al alargue. El mismo fue igual de apasionante y se definió en la hora. Ganaba el aguatero por dos unidades cuando Quinteros lanzó un triple para pasar pero falló y la clasificación quedó en casa con un score final de 72 a 70.

De esa manera se desató la locura en el Palacio Peñarol. Una vez más Aguada y el básquetbol uruguayo se metían en la definición, esta vez a nivel de toda América. Se venía lo más lindo.

Final Four:

Se disputó en Río de Janeiro en el Estadio Maracanazinho. Después de cuatro series siendo anfitrión (entre Liga Sudamericana y Liga de las Américas) hubo que volver a viajar al exterior. La última vez había sido en Maturín, Venezuela, cuando venció al local Guácharos para pasar de ronda.

La semifinal ponía un durísimo escollo enfrente: Flamengo. El rojinegro tenía todas las de ganar: era local por lo que contaba con un estadio abarrotado apoyándolo y tenía un gran plantel con figuras como Marcelinho Machado, el argentino Nicolás Laprovittola y Marcus Vinicius, entre otros.

Aun así el cotejo fue muy parejo hasta finales del segundo cuarto. Allí y en el comienzo del tercero una serie de hechos que derivaron en técnicos a Leandro García Morales, una anti-deportiva a Joaquín Izuibejeres y al propio García Morales más las expulsiones de Rodrigo Trelles y el entrenador aguatero Javier Espíndola terminaron de quebrar el cotejo para el local. 56 a 39 terminó el rojinegro arriba al descanso para posteriormente sacar una ventaja indescontable (90 a 62 se fueron al período final) para Aguada que además ya estaba muy nervioso tras los fallos, algunos polémicos, de los árbitros. Los últimos diez minutos estuvieron de sobra y Flamengo cerró el partido con un contundente 113 a 81 a su favor para meterese en la final.

En el otro cruce Pinheiros derrotó a Halcones de Xalapa 85 a 72 para que el match decisivo fuera exclusivamente cosa de equipos brasileños.

Quedaba luchar por el premio consuelo. Más allá de la abultada derrota en la semifinal estaba la chance de subirse nuevamente al podio de América y no la iba a dejar pasar. El partido por el tercer puesto ante los mexicanos parecía encaminado al terminar la primera mitad con un 66 a 44 a favor pero los aztecas reaccionaron y se llegaron a poner a cuatro unidades como más cerca (85 a 81). Pero los rojiverdes supieron sostener la embestida con un parcial de 10 a 2 para ponerse 95 a 83. Hubo otra reacción de Halcones colocándose a cinco, pero por ahí se quedó y finalmente Aguada se colgó el bronce en el pecho ganando 113 a 108.

El título fue para el local que derrotó a Pinheiros 85 a 78, demostrando su chapa de candidato que ya tenía antes de arrancar este cuadrangular final.

Para el equipo de la Avenida San Martín fue sin duda una época muy gloriosa. Quebró una racha negativa de 37 años sin ser campeón uruguayo y en Liga Sudamericana y Liga de las Américas si bien no logró títulos, llegó a posiciones donde casi nadie lo veía, codeándose y dando batalla a los grandes del continente, organizando cuatro series e incluso llevando gente cuando le tocó viajar.

Esto último fue algo a resaltar. Igual que cuando fue a Maturín, su hinchada acompañó. Esta vez en un número más considerable. Entre 300 y 400 parciales aguateros se trasladaron para alentar al equipo, sorprendiendo a todo el país norteño y cantando en medio de un estadio que se partía gritando por Flamengo.

Era la afición de un club, el de más convocatoria en Brasil, que esta vez competía en otra disciplina pero cuyo principal deporte es el fútbol, contra la parcialidad del cuadro más popular de Uruguay pero con tradición de básquetbol.

Los integrantes de aquella gesta fueron: Leandro García Morales, Pablo Morales, Rodrigo Trelles, Federico Bavosi, Pablo Ibón, Diego González, Alejandro Muro, Iván Arblidi, Joaquín Izuibejeres, Santiago Vidal, Lucas Vassaluchi y los extranjeros Malcom White, Greg Dilligard y Jeremis Smith. El entrenador fue Javier Espíndola.

No todos integraban el equipo base. Algunos como White, Izuibejeres, Vidal, Muro, González fueron refuerzos cedidos por otros equipos.

Aunque no haya sido campeón de ninguno de los dos certámenes continentales, para un básquetbol tan golpeado como el uruguayo con el tiempo muchos se van a acordar de este momento aguatero, en especial sus hinchas. Por eso “Más de un siglo de historia” le brinda este más que merecido homenaje.