Auriblanco derrotó a Capurro a domicilio 81 a 80 en la última pelota del partido y no solo se levantó de la caída sufrida ante Juventud de Las Piedras días atrás sino que también queda como escolta solitario de Colón.
Por Gonzalo Botta
La terna arbitral, de cuestionado actuación, estuvo compuesta por Jorge Araujo, Ignacio Pérez y Daniel Spilman
El equipo locatario saltó al campo de juego con Daniel Dacal, Federico Cholaquides, Maximiliano Alonso, Federico Curbelo y Facundo Manta mientras que el papal modificó el que venía siendo quinteto inicial tras la vuelta de Facundo Sánchez a la base, acompañado por Gabriel Robaina, Álvaro Taibo, Andrés Jones y Nicolas Juan.
Los primeros minutos de juegos tuvieron a un Capurro exhuberante desde todo punto de vista. En ofensiva todos los titulares tomaban riesgos desde la línea de 6.75 y no fallaban mientras que en defensa aplicaban una presión hombre a hombre que obligaba al técnico Nicolás Rabino a pedir minuto para rearmar las piezas del puzzle papal. En apenas dos minutos y medio de juego Capurro sacaba ocho puntos. Todos esos puntos vinieron a través de cuatro triples encestados por cuatro jugadores distintos. Auriblanco salió con otra actitud al campo de juego y se puso en partido rápidamente. Jones asumía la responsabilidad del equipo y tomando tiros vitales motivaba a sus compañeros. A pesar de los dos antideportivos, bien cobrados, al equipo de Auriblanco el marcador quedaba igualado en 20 al cabo del primero.
En el segundo cuarto no tardó el ingreso de Andres Piñeiro y Nicolás Gentini, Auriblanco se ponía arriba en el marcador por primera vez en el partido. Eso no le gustó a Capurro y de la mano de Santiago Noe volvió a dar vuelta el encuentro y de ahí en más el rojinegro nunca más estuvo abajo en el marcador en ese periodo. Sobre el final una jugada polémica donde Cholaquides tiró y Emiliano Suárez le metió una tapa donde el balón queda en el mismo lugar. El escolta de Capurro toma el balón con cautela y encestó un doble largo con mucha polémica. El equipo de Auriblanco se quejaba de que caminó el jugador rojinegro pero poco le importó a los locales que se fueron al descanso 38 a 34 arriba en el marcador.
Luego del descanso los dirigidos por Stefano Digenio colocaron el balón en la pintura y quien se destacó en ese entonces fue Federico Curbelo, en apenas dos minutos de juego de la seguna mitad llevaba 14 unidades. En el mejor momento rojinegro comenzó el show de Jones. El experimentado jugador de 40 años mostró su categoría, asumió la responsabilidad y trajo a su equipo nuevamente al juego. Con varias alterancias en el marcador pero ninguna mayor a cinco puntos entre un equipo y otro, terminó el tercer cuarto a favor de los locales por 62 a 58.
En el último periodo aumentaba la cuenta personal de Jones que sumaba no solo con las penetraciones sino que además se abría del aro y colaboraba con el tiro exterior. Un triple de Manta para Capurro hacía que la brecha entre un equipo y otro fuera de tres puntos a falta de 40 segundos por jugar. Una jugada de Sánchez colocó a su equipo a una unidad y cuando restaban tres segundos por jugar la pelota quedó en manos de Auriblanco. El equipo papal sacó debajo del aro rival, Sánchez asistió a Christian Book que solo tuvo que encestarla, además recibió la falta del juvenil Nicolás Miller. La parcialidad papal eufórica con lo que estaba pasando se estremeció en aplausos para un equipo que ganó y no le pierde pisada a Colón. En el libre que quedaba, Book decidió tirar a errar y el grito "Auriblanco, Auriblanco" se hizo sentir en Solís Grande y Uruguayana tras la victoria por 81 a 80 sobre Capurro con una soberbia actuación de Andrés Jones que terminó con 30 puntos.