Auriblanco derrotó a Yale 91 a 82 de visita y es el único escolta del invicto Colón.
Por Gonzalo Botta
La terna arbitral conformada por Leonardo Fernández, Mario Añorga y Andrés Leiton cumplió un buen rendimiento en el cotejo a pesar de algunos pasajes donde las parcialidades de ambos equipos no estaban contentos con sus decisiones.
El locatario saltó a la cancha con Federico Masner, Darío Veleda, Ivan Vincent, Maximiliano Botta y Matías Gasañol mientras que la visita comenzó con Rodrigo Pochelú, Andrés Piñeiro, Nicolás Juan, Andrés Jones y Álvaro Taibo.
El comienzo del encuentro encontró a ambos equipos corriendo la cancha. La velocidad, presión y dinamismo mostrado en los primeros minutos fue lo que predominó durante todo el cotejo. En las primeras jugadas el equipo de Jacinto Vera relegaba sus tiros a Botta que con mucha certeza encestaba todo lo que se le daba. En el equipo dirigido técnicamente por Rabino, Jones era quien tomaba el rol ofensivo en el papal. Todos los titulares de Auriblanco anotaron en los primeros 10 minutos de juego donde el período quedó a favor de la visita por 22 a 14.
En el segundo cuarto apareció Taibo y Auriblanco aumentaba la brecha. El interno se abrió de su zona de confort y no marraba el tiro fácil ni el tiro desde los 6.75. Nicolás Juan fue determinante en la pintura y el papal obligaba a Javier Masner a pedir tiempo. En los minutos finales Gasañol crecía en el local y de ahí en más el interno de Yale fue otro. Todos los balones que no tenían dueño recaían en su mano y de espaldas al aro era imposible de defender. El papal cerró de mejor forma los primeros 20 minutos yéndose 40 a 33 en el marcador.
En el tercer cuarto, y sin Taibo en el quinteto inicial por una dolencia, Auriblanco salió a comerse a su rival. El equipo de Rabino logró sacar la máxima de 17 puntos gracias al ingreso de Emiliano Suárez. Los minutos del ex Larrañaga fueron muy buenos permitiendo sacar una renta imposible de traer para el locatario. En el equipo de Jacinto Vera Facundo Roselli intentaban levantar a su equipo pero no lo lograba y el papal entraba jugar los últimos 10 minutos en cifras de 71 a 56.
En el último periodo se pudo ver una rebeldía por parte de los dirigidos por Masner pero la diferencia que había sacado Auriblanco fue imposible para los locales. Blazina y Veleda dieron una mano importante en el último período pero cuando Yale se acercaba caían las bombas papales para algarabía de la parcialidad del equipo de San Juan y Princivalle, 91 a 82 terminaron los 40 minutos donde el equipo de Auriblanco quedó como único escolta de la Divisional Tercera de Ascenso.