Biguá se consagró campeón sudamericano por segunda vez en 2008 en Guayaquil, siendo el último título internacional a nivel de clubes.
Ya lo había logrado en 1992 en Montevideo siendo dirigido por el gran Víctor Hugo Berardi. Esta vez de la mano de Néstor “Che” García y un plantel plagado de figuras lo volvió a lograr devolviéndole la gloria al básquetbol uruguayo. El elenco de Villa Biarritz es el gran protagonista de las últimas conquistas clubistas.
Es una gran institución que aparte se caracteriza por ser una cantera inagotable de jugadores que después supieron destacarse en otros cuadros del medio y algunos también en el extranjero. Esa amplia lista la encabezan Leandro García Morales y Martín Osimani, dos estandartes de este logro.
El Estadio Voltaire Paladines Polo fue la sede del hasta hoy último Sudamericano de Clubes Campeones del que fueron parte seis equipos:
Argentina: Libertad de Sunchales
Brasil: Minas Tenis y Univille
Uruguay: Biguá
Chile: Liceo Mixto
Ecuador: Barcelona
El sistema marcaba una liguilla todos contra todos. El conjunto con más puntos se consagraba campeón. El Pato de Villa Biarritz lo logró en carácter de invicto ya que triunfó en los cinco cotejos que jugó.
El camino empezó contra Minas Tenis a quien venció por 84 a 77 con Leandro García Morales como goleador con 27 puntos seguido de Kevin Young con 21. Luego la víctima fue el anfitrión. Poco influyó la localía de Barcelona porque la diferencia fue muy amplia: 96 a 54. Esta vez el goleo fue más repartido con Young liderándolo con 14 puntos seguido por Gonzalo Meira y Juan Cambón con 13.
La tercera parada contra Libertad de Sunchales fue mucho más apretada pero el score final de 90 a 89, tras alargue en 80, le daba a Biguá la gran ilusión de ir por el campeonato. Iban tres partidos con igual cantidad de triunfos y quedaban dos finales. Por lo tanto el sueño estaba más que intacto. Fue la noche de García Morales quien aportó 44 puntos, la mitad menos uno de la totalidad de los mismos para un jugador nacido para ganar. Por algo además del torneo continental posee cuatro Ligas Uruguayas de Basketball bajo el brazo (2 con Biguá, 1 con Aguada y 1 con Hebraica y Macabi).
En la cuarta fecha el adversario era Univille. El equipo brasileño llegaba junto con los argentinos un punto por atrás de los uruguayos. Había que ganar, alcanzaba con eso para ser campeón pero iba a ser tan o más duro que el match anterior. Y supieron cumplir. Sufriendo como acostumbra a los charrúas con un 81 a 79 luego de prórroga en 67 jugando contra dos rivales: el que enfrentaba en el rectángulo de juego y al mismo tiempo en las tribunas donde estaba el plantel de Libertad haciendo fuerza por los norteños ya que les servía que ganaran para seguir con chance de campeonar.
Esta vez el líder del éxito fue Martín Osimani (quien además aportó un doble en el final del tiempo reglamentario para forzar los cinco minutos de tiempo extra), con 26 anotaciones seguido de Young con 18.
Eso desató la locura de todos los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, allegados e hinchas. Después de 16 años Biguá volvía a tocar el cielo de América y lo festejaba todo un país porque no solo fue en representación propia sino también del básquetbol charrúa.
Encima le sobró una fecha. El título anticipado se dio porque a pesar de estar solo un punto arriba de Libertad, aunque el “pato” perdiera en la última etapa y los argentinos ganaran y quedaran igualados, el resultado del partido entre si inclinaba la balanza hacia los compatriotas.
El restante cotejo se jugaba ya con el objetivo cumplido pero había que defender el invicto. Y así fue. El broche de oro llegó; 71 a 65 fue el score final contra Liceo Mixto para así cerrar esta participación de la mejor forma posible. Esta vez el goleador fue Joaquín Osimani con 22 tantos.
El plantel responsable de esa gesta estaba integrado por: Leandro García Morales, Martín Osimani, Juan José Rovira, Juan Cambón, Gonzalo Meira, Joaquín Osimani, Santiago Vidal, Mathías Calfani, Guillermo Nathan, Gonzalo Carvidón y la dupla extranjera Kevin Young y Duquesne Freeman-Mc Kamey.
El entrenador era el argentino Néstor García quien fuera DT de la selección uruguaya y también por momentos formó parte del cuerpo técnico de la Generación Dorada.
Fue un logro que se valoró porque hacía mucho que no se conseguía y además fue en medio de varios años de sequía. Fue muy meritorio por la envergadura de los contrincantes: nada menos que dos brasileños y uno del otro lado del Río de La Plata.
Al mismo tiempo marcó una época muy gloriosa de la institución que también logró dos LUB y un bronce de Liga de las Américas.
La rica historia de estos ya 101 años de la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB) no solamente vive de la selección. Los clubes también tienen gran cuota de importancia y esta hazaña mucho más ya que fue la última vez que se logró llegar a la cima sudamericana.
Ya pasaron ocho años de la misma que está y estará siempre en el recuerdo de todo el baloncesto y deporte nacional en especial de los parciales del pato de Villa Biarritz que hace ocho años elevó la mira y dejó de ser solo uruguayo…… volvió a ser internacional.
Por eso nuestro más que merecido repaso y homenaje en “Más de un siglo de historia”.