Uruguay, sin atenuantes, venció a Chile y quedó a la espera de un triunfo de Argentina sobre Colombia para clasificar a semifinales. Fue el mejor partido celeste en el torneo.

La celeste comenzó el partido con presión fuerte a partir de mitad de cancha. La intensidad defensiva complicó el accionar chileno. En ataque, un soberbio Kiril Wachsmann con 10 puntos, bien acompañado por Mathías Calfani, con chispazos de Bruno Fitipaldo, le permitió a los de Marcelo Signorelli cerrar 25-9 arriba.

En el segundo rápidamente estiró la ventaja a 17. Pero luego la rotación bajó el tono defensivo uruguayo. Chile fue a la zona, Uruguay chocó reiteradamente con la defensa rival. Los trasandinos con momentos de Erik Carrasco y algo de Carvacho se llegaron a colocar a 9 puntos, 39-30 fue el final del segundo.

En el complemento Uruguay lo pasó por arriba. No dio lugar a la duda, inició el período con bomba de Luciano Parodi y luego de eso gozó de un gran pasaje de Mathías Calfani para sacar diferencias inalcanzables. El quinteto: Parodi, Fitipaldo, Aguiar, Calfani, Wachsmann fue el que volvió a funcionar mejor, y en él se apoyó Signorelli para disfrutar de uno de los mejores rendimientos colectivos del equipo en la primera ronda del Sudamericano.

En el último Vázquez fue el mejor entre los que llegaron desde la banca. Además hubo un retorno que ilusiona de Gustavo Barrera que, en ese pasaje, deleitó con su magia habitual.

Uruguay ganó sin atenuantes y tiene todo para ser el segundo del grupo.

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