Sin duda que nadie quiere escribir, cuando debemos despedir a un hombre en todo su contenido de su palabra, como Roberto Lovera.

Imagenes de su vida reflejan su grandeza en el deporte. Desde su querido y sentido Olimpia, su presencia en la selección nacional, su trabajo como técnico y tener en su historia su presencia olímpica que trajo lo que muchos quisimos vivirlo, mostrarle a su deporte y a los que vienen de su hazaña.
Lo conocimos como periodista y buscamos siempre su palabra en las buenas y las malas. Una persona con mucha personalidad, derecho y diciendo la justa de lo que pensaba. Rabieta de técnico y momentos inolvidables de alegría. Si habrá tenido alegría y festejo en su excelente carrera. O acompañando a Daniel, dándole para adelante, pero también con un buen rezongo de su padre cuando veía sus errores.
A todos los que sienten su perdida, a su club de siempre, a la familia. El mejor de los recuerdos.
Como decía en el titulo, esas huellas siguen desde el cielo con la mirada a su deporte con mayúsculas, que siempre se llamará basquet.
Abrazo Olimpia, y a toda su zona de influencias. ¡Grande Don Roberto Lovera!

Victor Ricardo Porratti