Fue parte de la gran campaña de Urunday en la Liga, y pocos días después de terminar, sigue entrenando con los Sub 23 del su club y preparándose para el Metro. Promesas presenta a Mateo Suárez, escolta que jugará el Metro en Montevideo BBC.
Nombre: Mateo Suárez
Edad: 20 años
Puesto: Ayuda-Base
Altura: 1.90
Club: Urunday
¿Cómo arrancaste a jugar al básquetbol?
Empecé en Marne a los 5 años. Vivía a dos cuadras del club, y mi padre me dijo que eligiera un deporte porque alguno tenía que hacer. Varios amigos del barrio iban, así que arranqué y me encantó de primera.
De Marne pasaste a Urunday, ¿cómo surgió ese cambio?
Fue por una suma de motivos. A los 14 yo quería dar un salto de calidad a otro club, y al mismo tiempo nos mudamos al Prado. Yo había jugado las semifinales de esa temporada con Marne contra Urunday, y como me gustó el club y me quedaba cerca me cambié.
¿Qué entrenadores has tenido en Formativas que te hayan marcado?
El principal fue Luis Azambuya en Marne, que desde chiquito me entusiasmó a jugar e hizo que me gustara. Ya en Urunday Luis Pérez me hizo ver el básquetbol de otra forma, más perfeccionado. Obviamente todos te dejan cosas, Daniel Ciechanovvechi y Héctor Da Prá fueron muy buenos entrenadores también.
¿Cuándo empezaste a apuntar a ser profesional en el básquetbol?
Creo que siempre lo quise. Uno se va perfeccionando más, dándole prioridad. Quizá cuando me citaron al plantel de Primera fue cuando le dije a mi padre “Quiero jugar al básquetbol”, aunque no dejé el estudio nunca porque me gusta, pero empecé a darle más importancia. Me acomodo los horarios para poder entrenar doble horario, y si tengo tiempo libre poder entrenar más.
A partir de eso, ¿hiciste algún esfuerzo especial para poder llegar?
Sí, siempre. Cuando jugaba el Metro en Urunday, por más que no teníamos doble horario me acomodé mis horarios de Facultad para poder entrenar de mañana también, y entrenaba con el Profe. Los fines de semana si estaba el club abierto iba a tirar, o iba a las plazas o al Parque Posadas con mi padre que le gustaba hacerme de entrenador.
¿Cómo te definís en cuanto a puesto?
Siempre jugué como ayuda-base, pero ahora en Urunday me están proyectando también como base. En Sub 23 más que nada me ponen como base.
¿Cómo te definirías como jugador?
Primero que nada, un jugador con mucho temperamento, que a veces me juega en contra, pero es lo principal que tengo. El tiro es mi principal arma, me gusta tirar.
Si tuvieras que definir a un ayuda-base ideal, ¿cómo sería?
Un jugador con buen manejo del balón para poder colaborar con el base, buen tiro, buen 1x1 y que lea muy bien el juego. Tiene que saber organizar también, al igual que el base.
Estuviste en procesos de Preselecciones Formativas, ¿qué te sumó eso?
El entrenamiento de la Selección es al 100%. En el club no tenés la misma competitividad. En la Selección tenías jugadores que estaban a tu altura o incluso eran más que vos, y había que dar siempre el 100%. Todo eso sumado a los nervios, la ansiedad, que querés ganarte el puesto, y a que los entrenamientos son “al palo”.
¿A qué edad empezaste a entrenar con el Primero de Urunday?
Empecé a los 15 años, pero como todavía era jugador de Marne porque estaba a préstamo, no me dejaban jugar con los Mayores, sólo podía entrenar. A los 16 ya Urunday se quedó con mi pase y pasé a formar parte del plantel.
¿Qué diferencias notaste entre el entrenamiento de Primera y lo que era Formativas?
La seriedad con que se entrena. Es más serio, “es por plata” como dicen algunos. Y también el rol que uno toma, en Formativas sos el líder capaz y en Primera sos el último hombre, no podés hablar y lo único que querés es aprender.
¿A nivel de juego notaste diferencias también?
Sí, es totalmente distinto. Es más ordenado, y hay otro tipo de jugadores. Cuando llegó Emilio (Taboada) a Urunday me pasó que nunca había jugado con alguien así, estaba totalmente a otro nivel.
Debutaste en el Metro 2013, ¿te acordás cómo fue?
Sí, fue en cancha de Tabaré, contra Waston. Íbamos perdiendo por bastante y me tocó entrar en los minutos finales. Estaba muy nervioso y ansioso, pero me acuerdo que el primer triple que tiré entró y me tranquilizó. Hasta me había olvidado de las plantillas de los championes y tuve que jugar sin ellas.
Al año siguiente te tocó ser parte del plantel campeón del Metro, ¿cómo viviste ese torneo?
Lo primero fue la sensación de lo que es vivir un campeonato, de salir campeón. Era un muy lindo grupo, nos llevábamos muy bien. Por más que no me tocó jugar mucho, aprendí muchísimas cosas con jugadores de mucha calidad como Emilio (Taboada), Diego (Olivera) y “Pepe” Mackiewicz. Ese Metro me cambió mucho la cabeza.
Y este año fue la primera Liga, tanto tuya como de Urunday, ¿fue diferente?
Los nervios siempre están, pero la Liga me dio más confianza. Tuve nervios los primeros partidos pero después me fui acoplando al equipo, fui teniendo más minutos y me sentía normal.
¿Sentís que te costó la transición de Juveniles a Primera?
A mí me costó principalmente porque no me caracterizaba por la defensa, y tenía que entrar a defender. A veces entrás y no vas a tocar la pelota, te parás en la esquina y sabés que tu rol es defender. Siempre cuando entrás querés hacer algo, querés aportar para aparecer, pero después entendés que no es necesario y que los minutos los vas ganando desde la defensa, como dicen los entrenadores.
Este año empezaste teniendo participación, pero además la sanción a Taboada dio una oportunidad que aprovechaste, ¿cómo fueron esos partidos?
Héctor (Da Prá) habló conmigo y me dijo que iba a jugar y me preparé de la mejor manera. Él siempre me dio la confianza, y si bien estaba ansioso lo pude hacer bien. En el partido con Welcome me tocó defender a Santiago Moglia y tuve muchos minutos porque lo pude hacer bien, y eso me sirvió para ganar confianza. Ahí ya me sentí uno más del plantel, veía que la circulación del juego también pasaba por mí.
Sos de alguna manera un símbolo del crecimiento de Urunday, ¿cómo viviste ese crecimiento?
El Club creció muy de golpe, si bien ya venía creciendo. Cuando yo llegué estaban haciendo el piso, se estaba creciendo en lo social, pero el básquetbol tuvo un cambio brusco con la llegada de Héctor (Da Prá). Se veían los cambios: pelotas nuevas, ropa para entrenar, elementos para prácticar, entrenamientos especiales para los Sub 23. Fue un cambio muy positivo.
¿Qué te dejó a vos esta Liga?
Primero, entender lo que son los roles en el equipo, ya que había otros referentes, y cómo se maneja un grupo de Liga con jugadores importantes. Me dejó aprendizaje de todos lados. Tuve la suerte de tener a Pablo Morales que es como un técnico adentro de la cancha, está todo el tiempo arriba, corrigiéndote, a veces hasta te podía enojar pero cuando lo pensás ves cuánto sirve. También tomé muchas cosas de Emilio (Taboada), lo miraba mucho y le intento copiar cosas. Me dejó experiencia y aprendizaje.
Vas a jugar el Metro en Montevideo, ¿con qué idea vas?
A sumar experiencia, y a buscar minutos. Si bien tuve minutos en la Liga uno siempre quiere más participación. Sé que se van a ir haciendo de a poco, no voy como un goleador al Metro, pero me gustaría sumar experiencia para progresivamente poder buscar un rol de mayor protagonismo.
¿Cuáles son tus objetivos personales hoy en día?
Primero es insertarme más en el básquetbol, hacerme un nombre. Y seguir mejorando cosas, especialmente la defensa, el manejo del balón y siempre seguir mejorando el tiro, aunque sea mi fuerte. También me gusta jugar en el poste bajo, sacar ventaja a veces de la altura para mi posición, con Emilio (Taboada) practicábamos mucho eso.
Decías que siempre quisiste seguir estudiando, ¿qué estás haciendo y cómo lo vas acompasando con el básquetbol?
Estoy en Facultad de Veterinaria, empecé 3er año. Es difícil porque requiere un esfuerzo extra. Lo que hago es acomodarme los horarios de tarde, que no me coincidan con ninguno de los dos horarios de práctica y aprovechar todos los tiempos. En los ratos libres tengo que estudiar, en el ómnibus estudiar. Es cansador, pero las dos cosas me gustan así que se lleva bien.
Para cerrar, ¿tenés algún referente en el básquetbol?
Miro muchos jugadores, me gusta copiar cosas de todos. A nivel local, “Panchi” Barrera, García Morales y Emilio Taboada. Con Emilio me identificó más porque es el que tuve más cerca y conozco mejor. A nivel internacional, no miro mucha NBA porque no me parece que pueda copiar tanto, pero me gusta mucho el básquetbol europeo. Miloš Teodosić me gusta mucho cómo juega y Nando De Colo también.