La gente de Goes y una noche para el recuerdo, a pesar de la derrota el pueblo Misionero vivió otra fiesta inolvidable en Maldonado.

Perdió, pero ganó. En lo deportivo se terminó la ilusión, al menos por ahora, de llegar a un torneo internacional. Pero en el recuerdo de cada hincha de Goes presente en Maldonado quedará esa sensación inolvidable de la fiesta que vivió anoche en el Campus.

Durante la tarde en la ciudad se veían camisetas rojas y azules, por la ruta era común ver autos con banderas de goenses flameando al viento, incluso hubo trapos colgados en los puentes de la interbalnearia. A eso hay que sumarle los omnibus que salieron desde el club. Tremendo. De licencia o escapados del laburo, nadie se quería perder la fiesta.

Hicieron 120 quilómetros por 40 minutos de básquetbol, la ilusión a cuestas, la realidad de vivir el momento, único en la vida de muchos Misioneros. La cantidad de gente que llevó Goes a Maldonado conmovió, alentaron de forma continua y cada vez que su equipo pasó en el marcador parecía que se movían los cimientos del Campus.

El destino deportivo marcó la derrota, y se fueron masticando la bronca de no poder seguir viviendo un momento de éxtasis absoluto.

No se sabe como ni cuando va a terminar la campaña de Goes, pero hay algo que es seguro, el recuerdo de este año va a quedar grabado en la memoria para siempre.