La DTA que pasó, también mostró algunos jóvenes con muy buena proyección. Con sólo 16 años, Gianfranco Espíndola se ganó un lugar importante en el plantel de Capurro, y tiene muchas ganas de seguir creciendo. Nos encontramos con la primer Promesa del 2016.
Nombre: Gianfranco Espíndola
Edad: 16 años
Puesto: Alero / Ayuda-Base
Altura: 1.90
Club: Capurro
¿Cómo arrancaste a jugar al básquetbol?
En realidad, la que primero empezó a ir al club fue mi hermana. Yo fui a verla, y el entrenador me llamó para entrenar. Tenía 8 o 9 años. De primera no me enganché tanto, me costó un poco.
Sos Cadete todavía, aunque ya juegues en Mayores. ¿Qué entrenadores te han marcado hasta ahora?
Todos los que tuve me dejaron cosas. Gerardo Silvera, Fabián Sapio, Daniel Dacal, “Cococho” Arosa en la parte física, y Gonzalo Moraz que me ayudó mucho a mejorar el tiro y la mano izquierda.
¿Pensabas en ser profesional?
En realidad se fue dando, me empezó a aparecer como un objetivo en 2014. El tema de estar citado a una preselección y de entrenar en Primera me fueron haciendo ver que podía.
¿Cuáles serían las características de un jugador ideal en tu puesto?
Primero que nada, tiene que defender. Además debe tener buen pique, y buen tiro tanto de media como larga distancia. Y además tiene que rebotear.
¿Y tus características como jugador cuáles serían?
Soy de penetrar, taponear, rebotear y correr la cancha. Estoy trabajando para mejorar el tiro. Siempre voy al club a tirar, pido que me miren la técnica y me vayan corrigiendo.
El año pasado te tocó estar en la preselección U15, ¿qué te sumó eso?
Me sumó mucho para la cabeza. Empecé a pensar diferente, a trabajar más, a esforzarme más para mejorar. Desde ahí me fue mucho mejor.
Debutaste en DTA con 14 años, ¿cómo fue ese momento?
Sí, estaba en primer año de Infantiles y había empezado a entrenar ese año con los mayores. Debuté en Playoff, contra Auriblanco. Me acuerdo que Fabián Sapio que era el entrenador principal estaba suspendido, y nos estaba dirigiendo Gerardo Silvera. Cuando estábamos 20 arriba, me dijo “Dale Gian, vení” y me mandó a la cancha. Estaba muy nervioso.
Has ido creciendo en la DTA, en 2014 tuviste minutos, y este año fuiste un jugador importante en la rotación. ¿Cómo te ha hecho sentir?
Me hizo sentir muy emocionado. Yo quería ayudar con todo lo que podía al equipo.
¿Cómo manejas los roles diferentes que tenés en Formativas y en DTA?
En Cadetes y Juveniles voy más a hacer los puntos, a defender a los grandes. En realidad lo más complicado es la parte física, que en Primera son todos hombres y grandes. En Cadetes sacó mucha ventaja del físico porque la mayoría son más chicos que yo. Jugar en Primera hace que lo de Cadetes o Juveniles parezca más sencillo, y que encuentres las cosas que precisas mejorar.
¿Cómo es la relación con jugadores mucho más grandes que vos?
Al principio es medio raro, porque son jugadores que veía de afuera de la cancha y me toca jugar al lado de ellos. Pero siempre me dan consejos, me alientan y me apoyan.
¿Tener un Entrenador que ya conocías de Formativas es una ventaja?
Sí, aunque el objetivo es distinto. Lo que me pedía es que al ser joven intente darle ritmo e intensidad al equipo, y que mi rol principal era defender y correr la cancha.
¿Qué objetivos tenés por delante?
Primero que nada, terminar los estudios. En el basquet, me gusta que los objetivos estén siempre arriba. Me gustaría poder jugar el Metro, o jugar en un equipo de Formativas que tenga un mayor nivel de competencia, para poder seguir mejorando. Esto también depende en parte del Club.
¿Tenés algún jugador como referente?
Me gustan muchos. Desde Manu Ginóbili y Luis Scola, hasta Kobe Bryant y Chris Paul. De Uruguay me gustan mucho “Panchi” Barrera y Leandro García Morales. En la mayoría de los jugadores, le presto mucha atención a como tiran.