Montevideo venció a Larrañaga 106-104 tras alargue en 96 y todavía cuenta con chances matemáticas de ascender a la Liga Uruguaya de Básquetbol.

A modo de práctica. Así se jugó gran parte del partido. El marco de público era bajísimo y en la cancha no se respiraba emoción.

Comenzó mejor el milrayitas pero Montevideo se acordó de ponerla adentro, Paul Harrison y Fausto Pomoli lastimaron a un equipo que, desde la llegada de Nwanko, ha ganado en alguinas facetas del juego pero ha perdido en la parte defensiva, además no contaba con Federico Ledanis. El campeón de Liga con Malvín se sacó el gusto y la pudrió desde donde vale tres. El primero se fue 26-22 para los del Mercado.

En el segundo cuarto, los dirigidos por Nicolás Diaz mantuvieron ventajas cortas con un buen ingreso de Nicolás Sánchez. A Larrañaga lo mantenían en partido Andrés Dotti y Camilo Colman, que tuvo una noche redonda hasta que debió abandonar por quinta.

El tercer cuarto mostró a Larrañaga enloquecido y protestón. Montevideo lo aprovechó y llegó a sacar hasta 22 puntos con menos de tres para cerrar el chico. Un cierre pésimo de los del Mercado permitió a sus rivales acortar a 11.

Si bien desde el principio del último cuarto, Larrañaga tuvo intentos de reacción, estos parecían quedarse en meros intentos ya que Montevideo siempre recuperaba ventajas cercanas a 10 puntos.

Pero los milrayitas fueron mucho a la línea que esta vez sí fue fácil. Excelentes porcentajes en tiros libres terminaron por igualar el score con un doble de un inspirado Juan Andrés Galleto a nueve segundos del final.

Minuto para Montevideo y Rodrigo Brause que decidió asumir la que debía ser última. Un triple recto al aro, marcado, a falta de solo 3 segundos parecía llevarse el punto para el mercado sin necesidad de prórroga alguna.

Quien fue a la mesa fue Fernández y decidió que la última fuera para Galleto. El juvenil de Biguá fue cortado, puso el primero y decidió tirar a errar el segundo. El nigeriano se quedó con el rebote, puso un doble imposible y alargó la estadía de los 40 presentes.

El alargue fue lindo, ya el clima era opuesto al del principio y los dos querían ganar. En todo el suplementario la máxima fue de un triple, fue muy parejo. Perdiendo por un punto, Emi Suárez perdió la ofensiva en el último ataque de su equipo y Montevideo terminó festejando un partido que no debió complicársele tanto. Mientras, la oreja de los muy optimistas, prendida a la radio esperando la victoria de Stockolmo para seguir soñando. Esta noche, las dos cosas se les dieron, falta lo más difícil.