Promesas sigue recorriendo el Metro, buscando los jugadores destacados y que estarán en la próxima Liga Uruguaya. Esta vez, un oriundo de Biguá, figura en Montevideo, y estudiante de Ingeniería de Sistemas. Es el turno de Federico Pereiras.

Nombre: Federico Pereiras
Edad
: 21 años
Puesto
: Ayuda-Base
Altura
: 1.88
Formación
: Biguá
Club actual
: Montevideo

¿Cómo arrancaste a jugar al básquetbol?

Siempre viví a cuadras de Biguá, pero de chico jugaba al babyfútbol en Vélez Sarsfield, que entrenaba acá en la Rambla. Una semana de vacaciones fui a las clases de básquetbol recreativas, que daba Alejandro Gava. Me vio y me dijo que si quería fuese a entrenar con el plantel, y esa semana ya empecé a entrenar. En Preinfantiles empecé a jugar con el plantel. Los primeros años hice las dos cosas, hasta que me di cuenta que me gustaba más el básquetbol, que era lo que me apasionaba.

¿Qué entrenadores tuviste que te hayan marcado en Formativas?

Primero Gava, que fue el que me trajo al básquetbol y me enseñó los primeros fundamentos, me dio las herramientas para empezar a entrenar por mi cuenta. Y el otro que me hizo dar un salto basquetbolístico fue el “Sapo” Rovira que me dio la confianza para jugar y me dio muchas herramientas como jugador.

¿En qué momento decidiste que querías dedicarte al básquetbol?

No fue una decisión de un día. Desde chiquito que entrenaba pensaba que sería buenísimo poder vivir de esto que me encanta, pero sabía que era difícil. Siempre llevé el estudio en paralelo y fui viendo. Hace dos años, que me empezaron a incluir en el plantel de Primera y tener minutos empecé a ver que era la oportunidad, que ese era el momento, y prioricé el básquetbol, mismo sin dejar los estudios. Ahí pensé en dar todo lo que tenía y ver si podía llegar.

¿Tuviste que hacer algún esfuerzo especial para llegar?

El esfuerzo es sacrificar tiempo en entrenamiento. Como arranqué más tarde y no tengo un don innato ni una genética de envidiar, la forma que tuve fue quedarme entrenando lo que hacíamos en las prácticas después de hora, para poder tener mejores movimientos, mejor tiro, entrenar el físico y estar en mi mejor rendimiento.

¿Cuáles son tus principales características como jugador?

Hoy día te diría que la intensidad en la marca, poder correr la cancha, y en ofensiva aunque no estoy pulido completamente puedo penetrar y tengo un tiro que sigo trabajando.

¿Y las características de un ayuda-base ideal?

Defensivamente puede dar presión defensiva, marcar tanto a bases como aleros. Y en ofensiva es ayudar al base a armar el equipo, pero también tener armas ofensivas para ser una opción de gol: tiro, penetración, jugar las cortinas.

¿A qué edad empezaste a entrenar con el Primero de Biguá?

A los 18, ahí no jugaba pero entrenaba toda la semana. Encontré muchas diferencias en la cabeza. En juveniles algunos quieren llegar pero no son todos, algunos juegan sólo porque les gusta o por divertirse. En Primera ya es un trabajo, es más profesional, se juega a otra intensidad, sabes que se va a entrenar y no a otra cosa, y además hay otro nivel de jugadores.

¿Te costó el cambio de rol entre Primera y Juveniles?

No me costó tanto porque ya tenía un año de entrenar en Primera y no jugar. En Juveniles era de los que me tiraba la pelota o me buscaban, y en Primera entraba a defender y tiraba sólo si me quedaba el lugar. Después el rol fue cambiando, por lesiones que hubo me tocó jugar más minutos y crecer en mi rol, pero me sentí cómodo jugando así.

El año pasado fue una situación especial para ustedes en Biguá, jugaron varios jóvenes del club pero les tocó la situación de pelear el descenso. ¿Cómo lo viviste?

Como equipo, fue un año de cambios, a nivel de dirigentes y jugadores, e incluso de entrenadores que cambiaron durante el año. Jugar el descenso es algo a lo que no estás acostumbrado en Biguá. En lo personal me sirvió muchísimo, tuve ese papel de asumir algo de responsabilidad en el equipo que antes no me había pasado, y no sólo me gustó sino que me sirvió como jugador.

¿Qué viniste a buscar al Metro?

Si bien yo tuve una responsabilidad en la Liga y tuve minutos, el rol no es el mismo. En el Metro vine a aprender probarme y como jugador, ver qué cosas puedo hacer y cuáles no con un rol más importante. Ahí aprendés también, a la hora que vos sos el que tiene que definir una pelota y te das cuenta que podés hacer, qué no, y qué tenés que mejorar.

¿Cómo surgió la oportunidad de venir a Montevideo?

Este año arreglé con Juan Pablo Da Prá como agente, y él me preguntó si me interesaba jugar Metro. Cuando le dije que sí, me contó de la oferta de Montevideo, donde iba a dirigir Nicolás Díaz, que lo había tenido como asistente de Yaquinta en Biguá. Me encantó la idea, y él me recomendó el club por la gente y por todo.

Montevideo se caracteriza por tener un plantel con muchos Sub 23, ¿qué ventajas y desventajas genera eso?

Muchas ventajas, primero que nada la intensidad, por ser jóvenes y porque la mayoría venimos de cuadros de Liga en que no tuvimos tantos minutos y queremos mostrarnos. Todos tenemos hambre de ganar. Además el hecho de que seamos jóvenes genera otra química en el equipo, por el grupo que se formó. En cuanto a desventaja, quizá la falta de experiencia, aunque no lo sentí mucho.

¿Cómo te sentiste en el Metro jugando con más protagonismo?

Me siento cómodo, me encanta. Día a día lo disfruto y aprendo de lo que me falta, y me da hambre para seguir trabajando.

¿Qué cosas te diste cuenta que tenías que mejorar jugando el Metro?

Sí, por ejemplo el tirar en movimiento o marcado. Cuando uno lo entrena parece más fácil, y piensa que ese tiro lo tiene. En la Liga no lo tomaba porque no era mi tiro, y cuando lo empezás a tomar marcado y cansado te das cuenta que no estás tan claro como pensabas, que tenés que entrenarlo más.

Biguá conformó un plantel fuerte, distinto al de la última Liga. ¿Qué expectativa tenés para la próxima Liga?

Encajar en un rol, en lo que pueda dar, y tratar de dar lo mejor para el equipo de forma constante. Todavía soy joven y lo tomo como un aprendizaje. El plantel de este año es más intenso, tiene más nombres y quiero aprovechar para aprender de ellos y mejorar lo más que pueda.

Cambiando un poco el tema, ¿pudiste conciliar los estudios con el básquetbol?

El primer año que entrené con Primera, estaba terminando el liceo y entrenaba sólo de noche. Después, como te contaba, me di cuenta que esa era mi oportunidad y prioricé el básquetbol. Estoy cursando Ingeniería de Sistemas en la UdelaR, pero lo que hago es cursar de a dos materias por semestre. Es un ritmo lento pero que me permite que me den los horarios para todo, incluso como no hay asistencia a veces no voy a clase y estudio en casa después del entrenamiento.

Para cerrar, ¿qué referentes tenés en el básquetbol?

A nivel local, Leandro García Morales, porque juega en mi posición y es a lo que aspiro, a ser un jugador ofensivo con tantas armas como él. A nivel internacional hay muchos jugadores, como por ejemplo James Harden y Stephen Curry.